El BBVA recurre ante el Supremo las condiciones del Gobierno a la compra del Sabadell

El BBVA no solo seguirá hasta el final en la opa por el Sabadell, sino que lo hará también en los tribunales ante las condiciones impuestas por el Gobierno. La entidad ha recurrido ante el Tribunal Supremo los requisitos que le impuso el Consejo de Ministros a finales de junio para su fusión con el Sabadell, indican fuentes jurídicas. Ha sufrido, argumenta, un “perjuicio irreparable”.

El recurso se interpuso el pasado 15 de julio, dos días antes de que la Comisión Europea decidiera abrir un procedimiento de infracción contra España para determinar si se ha extralimitado en las condiciones. El procedimiento de Bruselas, por ahora una carta formal pidiendo más información al Gobierno, no va tanto contra la decisión del Gobierno como contra las normas que le dan “facultades ilimitadas para intervenir en fusiones y adquisiciones de bancos”.

Fuentes del Ministerio de Economía indican que el Gobierno respeta la decisión del BBVA de recurrir y defienden que su actuación se ha desarrollado “en todo momento en línea con la normativa nacional, tal y como avalan los informes de la Abogacía del Estado y con respeto a la participación de todas las instituciones involucradas y sus competencias”. La norma en la que se basa, la Ley de Defensa de la Competencia, “está vigente desde 2007 y ha sido aplicada en numerosas ocasiones desde entonces”, añaden desde Economía.

La decisión del BBVA es independiente al proceso de opa, que sigue su curso y con el que el banco acaba de comprometerse ante la CNMV a llegar hasta el final. Pese a las condiciones a la opa y la venta del TSB por el Sabadell, su intención es firme y en septiembre quiere activar el periodo de aceptación.

Los accionistas del Sabadell tendrán que decidir con un proceso judicial en marcha

El BBVA tendrá que recoger en el folleto de la opa la existencia de este frente jurídico. Las fuentes jurídicas señalan que la decisión del banco no comporta un riesgo negativo ni de mercado. Enzarzarse en un proceso judicial era una de las cuestiones que generaban dudas, ante la posibilidad de que los accionistas del Sabadell percibiesen una mayor incertidumbre.

Frente a este posibilidad, indican las fuentes, puede plantearse la contraria, la de que este procedimiento dé impulso a la propia opa. Esta decisión también podría devolver en parte el atractivo inicial de la operación en caso de que el Supremo fallase a favor del banco, lo que haría decaer las condiciones del Gobierno antes de los tres años establecidos y adelantar tanto la fusión como la consecución de las sinergias. Es otra forma de verlo.

El recurso se presentó dos días antes de la apertura del expediente de infracción de la UE contra España

El BBVA declina hacer comentarios sobre estas informaciones. Antes de la imposición de condiciones, su presidente, Carlos Torres, ya explicó que la interpretación del banco de la Ley de Defensa de la Competencia es que el Consejo de Ministros solo puede mantener o suavizar las condiciones de Competencia, no endurecerlas.

Para defender esta posición, los argumentos toman como base el preámbulo de la Ley de Competencia, donde se fija el espíritu de la norma, además de a informes del Consejo de Estado. Como precedentes, se estima que de 1.522 operaciones analizadas por la CNMC solo dos han pasado a fase tres –BBVA-Sabadell y Antena 3-La Sexta– y, de ellas únicamente la primera ha concluido con un empeoramiento de las condiciones.

Unas condiciones basadas en el “interés general”

A finales de junio, el Consejo de Ministros condicionó la operación a que durante tres años ampliables a cinco se mantengan la personalidad jurídica, el patrimonio y la autonomía de gestión de Sabadell, lo que a efectos prácticos le permite tomar el control, pero impide su fusión con el BBVA durante ese tiempo. En ningún momento el BBVA podrá recortar plantilla o cerrar sucursales del Sabadell conforme a criterios de integración de ambas sociedades.

Estas condiciones adicionales a las de la CNMC, argumentó el Gobierno, se imponen tras detectar elementos que afectan al interés general. Permitirán desde su punto de vista mantener el apoyo al crecimiento y la actividad empresarial, proteger a los trabajadores y a los clientes y conservar la cohesión territorial.

La noticia de la decisión del BBVA de recurrir ha provocado un repunte en las acciones del banco opante y del opado, aunque más contundente en las del primero, cuyos títulos suben ahora un 2%, frente al 0,59% de la entidad vallesana.

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