Tres años y medio después de la invasión rusa de Ucrania, la guerra en Europa podría estar llegando a su fin. En ello han coincidido, en una inédita cumbre en la Casa Blanca, los principales mandatarios europeos y de la OTAN, reunidos en la Sala Este de la residencia presidencial junto a Donald Trump y el líder ucraniano, Volodímir Zelenski. Lejos de la tensión acontecida en febrero, cuando Zelenski salió expulsado a gritos, ha reinado la cordialidad y la diplomacia en su reunión bilateral previa, a la que el presidente del país invadido ha acudido en traje, sin su habitual atuendo militar, y de la que se ha ido con un importante compromiso de Trump: garantías de seguridad tras la guerra.
“Creo que, si todo sale bien hoy, tendremos una trilateral”, ha dicho Trump en declaraciones ante los medios previas a la reunión a puerta cerrada, optimista con la posibilidad de sentar a negociar a Zelenski y el presidente ruso, Vladimir Putin. “Y creo que habrá una posibilidad razonable de poner fin a la guerra cuando hagamos eso”, ha sentenciado, añadiendo que iba a llamar a Putin al finalizar la jornada.
Así ha ocurrido: según ha confirmado en presidente en su red social, Truth, “al término de las reuniones, he llamado al presidente Putin y he comenzado los preparativos para un encuentro, en un lugar aún por determinar, entre el presidente Putin y el presidente Zelenski. Tras esa reunión, tendremos un trilateral, que incluiría a los dos presidentes y a mí”.
Trump interrumpe su reunión con los dignatarios para llamar a Putin
Preguntado por si está dispuesto a enviar tropas a Ucrania como garantía de seguridad tras un hipotético acuerdo, Trump ha dicho que ese era uno de los temas que iban a hablar durante el encuentro: “Se lo haremos saber, quizás hoy”. En todo caso, cuando haya paz, “les daremos una buena protección, muy buena seguridad”, ha prometido, remarcando que Europa “va a ser la primera línea (de defensa), porque están allá, pero los vamos a ayudar”.
Al finalizar la cumbre, el Financial Times ha avanzado cómo se traducirá parte de esta ayuda: Ucrania comprará, con financiación europea, armas a EE.UU. valoradas en 100.000 millones de dólares.

Trump y Zelenski se dan la mano en la Sala Oval de la Casa Blanca, este lunes
Zelenski, que al llegar al despacho oval ha entregado a Trump una carta de su esposa dirigida a la primera dama, Melania, ha agradecido el compromiso del presidente con la seguridad de Ucrania. “Necesitamos detener esta guerra, detener a Rusia. Y necesitamos el apoyo de nuestros socios estadounidenses y europeos”, ha subrayado. “Apoyamos la idea de Estados Unidos, del presidente Trump, de detener esta guerra, de buscar una vía diplomática para poner fin a esta guerra”, ha confirmado, abriéndose a la idea de la cumbre con Putin. “Espero que se pueda dar una reunión trilateral. Ucrania estará muy agradecida si el presidente Trump asiste, eso creo que es muy importante”, ha añadido después, ya en la Sala Este con los demás dignatarios.
Sin embargo, para que eso llegue, primero se deben cerrar algunos puntos de conflicto no menores. En los días posteriores a su reunión del viernes con Putin en Alaska, Trump compró algunas de las peticiones clave de Moscú: ha abandonado la idea de un alto el fuego y ahora solo contempla un acuerdo de paz inmediato en el que Kyiv entregue territorio, lo que supondría una derrota política monumental para Zelenski y un precedente peligroso para Europa.
Rusia reclama la región del Donbass (Lugansk y Donetsk) al completo, pero esa exigencia es inasumible para Zelenski, pues Kyiv todavía controla grandes extensiones del segundo territorio, en cuyas ciudades se encuentran las principales defensas de su ejército. Si cede esa fortaleza, Ucrania quedaría muy debilitada en el caso de que Rusia vuelva en un futuro a por más.
Donald Trump, presidente de EE.UU.
”Creo que, si todo sale bien hoy, tendremos una reunión trilateral con Putin y Zelenski”
Ante la presión de Trump por alcanzar un fin inmediato de la guerra, el canciller alemán, Friedrich Merz, ha trasladado al mandatario la posición dominante de los líderes europeos: “Para ser sincero, a todos nos gustaría ver un alto el fuego. No puedo imaginar que la próxima reunión, que debería ser la trilateral, tenga lugar sin un alto el fuego previo. Así que trabajemos en eso, e intentemos presionar a Rusia, porque la credibilidad de estos esfuerzos depende de ello”. Según el canciller, que comparte esa visión con Zelenski, un acuerdo de paz precipitado dejaría a Kyiv en una posición débil en la negociación con Moscú.
En la esperada cumbre, crucial para la seguridad y soberanía de Ucrania y Europa en su conjunto, están presentes los líderes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia y Finlandia, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Nunca antes había habido en la Casa Blanca una multilateral con tantos dignatarios de primer nivel, algo que Trump ha hecho notar al inicio del encuentro.
Entre cumplidos y agradecimientos al presidente por “acercar la paz más que nunca en los últimos tres años y medio”, los dignatarios han insistido en la necesidad de una tregua como el único escenario que puede dar lugar a una paz “justa y duradera”. Es decir, un escenario en el que no se acepten las condiciones impuestas por el país invasor, que Trump ha asumido desde su reunión con Putin en Alaska.
“Si queremos alcanzar la paz y si queremos garantizar la justicia, tenemos que hacerlo unidos”, ha dicho la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. “Estamos del lado de Ucrania”. Este apoyo a Kyiv se traducirá tras la guerra, si se alcanza un acuerdo de paz, en las garantías de seguridad prometidas tanto por EE.UU. como Europa. Durante la cumbre, debe esclarecerse “quién hará qué”, ha afirmado Trump, aunque “Europa soportará la mayor carga” en la ayuda militar a Ucrania.
Mientras Washington se muestra abierto a ofrecer a Ucrania un paraguas similar al del artículo 5 de la OTAN, que rige la defensa colectiva de la alianza, no ha decidido todavía si enviará tropas al país para mantener la hipotética paz. Por la parte europea, el primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente francés, Emmanuel Macron, encabezan la llamada coalición de voluntarios, han puesto en valor. “La coalición está preparada para dar un paso al frente”, ha afirmado Starmer. “Cuando hablamos de garantías de seguridad, hablamos de la seguridad de todo el continente europeo”, se le ha añadido Macron.
Rutte y Von der Leyen, en representación de la OTAN y la UE, han agradecido a Trump su “compromiso” con la cuestión de las garantías de seguridad, que “es un enorme paso”, según Rutte. El inquilino de la Casa Blanca les ha hecho saber que Putin aceptó en Alaska la presencia de tropas en Ucrania tras la guerra, lo que prevendría una nueva ofensiva rusa, aunque el Kremlin lo ha negado. En caso de un acuerdo de paz, esa es una condición necesaria para Zelenski, que tiene en su recuerdo el incumplimiento de los dos alto el fuego auspiciados en Minsk hace una década.