

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont pidió “paciencia” ayer con la oficialidad de la lengua catalana en la Unión Europea. En la conferencia La lengua catalana y Europa , que pronunció en la Universitat Catalana d’Estiu en Prada de Conflent (Francia), el líder de Junts per Catalunya defendió que “no existe ninguna razón jurídica ni económica que impida la aprobación” de esta propuesta y que las que han podido existir han sido “resueltas satisfactoriamente”. Sin embargo, observa “resistencias políticas” a las que puso nombre y apellidos: Alemania y el Partido Popular.
En un tono muy duro, Puigdemont sostuvo que “impedir la oficialidad es perpetuar la victoria de Franco sobre nuestra lengua”. Y elevó más la crítica: “Si esto de por sí ya es lamentable, aún lo es más si quien contribuye a bloquearlo son los herederos políticos de ese régimen con la ayuda de un gobierno de un país que dio un apoyo decisivo para la victoria del fascismo español sobre la República española y sobre Catalunya”.
Desde esta perspectiva, el dirigente posconvergente calificó de “poco leal” que la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo “tenga que llamar a otros países, aprovechando que manda su partido, para decir que hagan el favor de tocar las narices al Gobierno de España porque no les gusta” la oficialidad.
Aunque insistió en que el Ejecutivo ha ido “tarde” con este asunto, quiso poner en valor que el dossier español de la propuesta para dicho reconocimiento del catalán es “sólido y relevante”. Además, sacó pecho de que el Gobierno lo defienda “con una retórica que utilizamos nosotros”: “Hoy, el Ejecutivo escribe y explica cosas que nunca pensaba que leería ni escucharía de un ministro”. Sin embargo, opina que lo que ha fallado es que la intervención del presidente Pedro Sánchez ha llegado tarde: “Por culpa de ello hemos perdido algún tren que pasaba, como un cambio de gobierno en Alemania”.
A lo largo de su intervención, el presidente de Junts abordó los factores que, en su opinión, contribuyen al retroceso del catalán. Entre ellos mencionó la “incapacidad económica y competencial del Govern para garantizar la integración lingüística y la negativa del Estado a acordar una política migratoria”. En ese punto acusó a Podemos de negar la delegación de competencias en inmigración: “Nos llevan a perder la batalla de la lengua y expulsan de la catalanidad a centenares de miles de personas”. Puigdemont no ocultó su sorpresa, cuando no decepción, porque los morados estén “furibundamente alineados con Vox” en este asunto.
Retornando a la oficialidad de la lengua en el club comunitario, el líder posconvergente prometió lucharla “hasta el final”, sin descartar la vía contenciosa. No obstante, auguró un curso político “intenso” si ven que finalmente “no hace falta destinar más esfuerzos en recorrer un camino que no da los resultados esperados”. En esta línea, quiso recordar que analizarán el escenario y que su partido “tomará decisiones” este otoño sobre el devenir de la relación con el PSOE.