Legisladores republicanos insisten en sacar papeles de Epstein pese a Trump

A Jeffrey Epstein no le dejan descansar en paz. Ese debe de ser el precio de sus fechorías.

El presidente Donald Trump, viejo amigo del financiero pervertido y abusador de menores, querría que de una vez por todas este asunto estuviera bien enterrado. Pero son sus propios seguidores, algunos de los supuestamente más fieles, los que insisten en mantener abierto el caso, aunque oficialmente Epstein se suicidó en una cárcel de Nueva York en el 2019, cuando esperaba un nuevo juicio.

La controversia sigue diviendo a los republicanos después de que el propio Trump incentivara años atrás teorías conspirativas sobre la lista de clientes de Epstein y las dudas sobre su muerte.

Mike Johnson, presidente de la Cámara Baja, decidió prematuramente enviar de vacaciones a los legisladores (faltaba una semana para el paréntesis de agosto) y, así, evitar que se votara una petición para reclamar los llamados papeles de Epstein .

A pesar de que la mayoría de los republicanos salió a la carrera de Washington, un grupo de reticentes, como el congresista conservador James Comer, se quedó en el Capitolio. Como líder del comité de supervisión, Comer perseveró en la persecución de esos archivos, pese a ser un trumpista de manual. Comer anunció que mañana tiene previsto recibir del Departamento de Justicia archivos de esta investigación y tiene planes de hacerlos públicos “después de que el material sobre las víctimas identificadas y los abusos a menores esté redactado”.

Esto significa tapar esas identidades para que las víctimas no sufran otro escarnio.

Muchos interpretan el interés de Trump en Ucrania y en militarizar Washington para tapar el caso Epstein

La revisión llevará un tiempo si finalmente la oficina de la fiscal general, Pam Bondi –quien en julio denegó la existencia de la lista o prueba alguna para pensar que hubo algo más que un suicidio–, se decide a respetar esa petición y no la incumple, como ocurrió con una reciente de los senadores demócratas.

Pero la promesa de Comer hace que este caso que tanto enerva a Trump continúe de actualidad. Muchos interpretan el interés del presidente en buscar un proceso de paz en Ucrania y, sobre todo, militarizar las calles de Washington, como una forma de ocultar el caso Epstein.

Además, los demócratas, en algunos casos con la colaboración de republicanos, han colocado trampas de procedimiento que harán imposible para los conservadores evitar de nuevo la confrontación.

Aunque algunos progresistas observan que la iniciativa de Comer trata en parte de beneficiar a Trump, liberando solo una parte de los documentos que reciba, su postura de investigar este asunto no hace más que espolear las sospechas y crear una ruptura en las filas del movimiento MAGA, el principal impulsor de que se divulguen los archivos que el FBI acumuló en sus años de investigación.

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