Lagarde advierte que el acuerdo arancelario no elimina la incertidumbre

El acuerdo comercial y arancelario de finales de julio entre Bruselas y Washington ha “atenuado” pero “ciertamente no eliminado la incertidumbre mundial”, al establecer sobretasas “ligeramente superiores” a lo que había previsto el Banco Central Europeo (BCE) en junio, declaró ayer su presidenta, Christine Lagarde, en Ginebra.

“La incertidumbre persiste ya que las tarifas específicas para los sectores de productos farmacéuticos y semiconductores siguen siendo poco claras”, indicó la francesa durante una reunión del Foro Económico Mundial en Ginebra.

A finales de julio, Bruselas y Washington acordaron aplicar un 15% de derechos de aduana sobre las exportaciones europeas hacia Estados Unidos, con la esperanza de exenciones para algunos sectores. El acuerdo se cerró pocos días después de la reunión monetaria del BCE, que decidió mantener sus tipos de interés sin cambios tras un largo ciclo de bajadas, un signo de prudencia en pleno pulso comercial.

En la práctica, las sobretasas medias varían entre el 12 y el 16%, según dijo Christine Lagarde, una tasa “ligeramente más alta, pero aún cercana” a las hipótesis del BCE utilizadas en sus previsiones macroeconómicas de junio.

Las estimaciones del banco sitúan las sobretasas medias de EE.UU. en una horquilla del 12% al 16%

La institución de Frankfurt había rebajado entonces sus proyecciones de inflación para la zona euro, a 2% para el 2025 y 1,6% para el 2026, debido a la caída de los precios de la energía y a la revalorización del euro. También esperaba un crecimiento del PIB ligeramente inferior al previsto anteriormente, del 1,1%, para el 2026. El BCE también se había preparado para un escenario más pesimista, con derechos de aduana superiores al 20%, algo que finalmente no ha tenido lugar.

Las nuevas previsiones de inflación y crecimiento, que se publicarán a mediados de septiembre, ahora tomarán en cuenta “las consecuencias del acuerdo comercial”, aseguró Lagarde. Y malas noticias: según el BCE, la actividad económica de la zona euro debería desacelerarse en el tercer trimestre después de un buen inicio de año, como consecuencia de las tensiones comerciales internacionales.

En las últimas semanas, Donald Trump ha multiplicado las amenazas de derechos de aduana adicionales sobre ciertos sectores, como los productos farmacéuticos, que representan el 20% de las exportaciones europeas hacia Estados Unidos.

Asimismo, si bien EE.UU. es, y seguirá siendo, un socio comercial importante, Lagarde defendió la necesidad de que Europa busque profundizar sus lazos comerciales con otras jurisdicciones, aprovechando las fortalezas de su economía orientada a la exportación, ya que es el principal socio comercial de 72 países y cuenta con la mayor red de acuerdos comerciales del mundo.

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Por otra parte, la tasa de inflación anual en la eurozona se mantuvo estable en el 2% en julio, según los datos publicados ayer por Eurostat. La cifra, por tanto, continúa igual que en junio y cumple con los objetivos marcados por el BCE. La tasa anual del IPC en España subió hasta el 2,7% y se situó por encima tanto de la eurozona como de la media del conjunto de países de la UE (2,4%). El ranking de los países con la tasa más alta está encabezado por Rumanía (+6,6%), Estonia (+5,6%) y Eslovaquia (+4,6%). En el extremo contrario están Chipre (+0,1%), Francia (+0,9%) e Irlanda (+1,6%).

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