Once grandes inversores del Sabadell serán clave en la opa del BBVA

Conforme se acerca el momento de la verdad en la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell, empieza a tomar forma definitiva el universo de accionistas del que dependerá el éxito de la operación. Con lentitud, en los últimos meses han ido sumándose nuevos inversores significativos al banco vallesano al tiempo que algunos de los ya presentes han aprovechado para reforzar su participación.

El resultado es un accionariado aún muy atomizado, pero no tanto como en el momento en el que se lanzó la opa. Ahora hay algo más de concentración accionarial, hasta el punto de que el grupo de los inversores con más de un 1% del capital ya acaparan más del 30% de las acciones. Es el umbral a partir del cual el BBVA se haría con el control del banco.

Once inversores suman ahora el 30,6% del Sabadell y muestran, con nombres y apellidos, algunas puertas a las que debe llamar el BBVA para sacar adelante la operación. Al lanzarse la opa, solo siete accionistas declaraban a la CNMV más del 1%, y entre ellos, apenas sumaban el 18,3%.

Algo parecido puede decirse de otros accionistas. El apoyo del capital presente en las juntas de accionistas del Sabadell de agosto a la venta del TSB y al reparto de un dividendo histórico de 2.500 millones fue abrumador, aunque eso no significa necesariamente un rechazo a la opa del BBVA.

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Para el BBVA, esta mayor concentración es una buena noticia que le facilita la titánica tarea de convencer a miles de accionistas. Sin embargo, no está claro que todos los accionistas relevantes le vayan a apoyar. Un ejemplo es la aseguradora suiza Zurich, que ha elevado su participación al 4,7% y que tiene argumentos para rechazar la opa. Su negocio en España depende de la alianza para distribuir seguros con el Sabadell –BBVA trabaja con Allianz–.

Una de las grandes incógnitas es la del inversor mexicano David Martínez, que con un 3,49% del Sabadell es el único de los accionistas significativos que se sienta en el consejo de administración del banco. El año pasado Bloomberg publicó que respaldaba la opa al BBVA, pero hace poco Martínez recomendó a la junta del Sabadell que votase a favor del gran movimiento defensivo de la entidad: la venta del TSB al Santander. Una y otra decisión no tienen por qué ser incompatibles.

Desde que el BBVA lanzase su oferta, se han unido aparte de Zurich otros inversores al grupo de grandes accionistas. Es el caso del banco estadounidense Goldman Sachs, el suizo UBS, la gestora francesa Amundi, la alemana DWS o la británica Qube Research. En cambio, han desaparecido del radar Massachussetts Financial Services o Millennium.

BlackRock es también el primer accionista del BBVA, mientras que Zurich es el menos interesado en la opa

A eso se suman las compras de acciones por parte de algunos de los principales inversores. Destaca sobre todo la gestora americana BlackRock, que ha pasado de tener un 3,6% en el momento de la opa a un 6,8% en la actualidad, y que está haciendo un negocio redondo. Si en abril del 2024 su participación estaba valorada en 226 millones, ahora asciende a 1.226 millones tras la compra de nuevos títulos y, sobre todo, la fuerte revalorización en bolsa del Sabadell.

Para rematar, la gestora dirigida por Larry Fink es también el principal accionista del BBVA, con el 7,1%, así que sacará buen provecho de los dividendos históricos prometidos por ambas entidades.

En el accionariado del Sabadell también se mantiene impertérrito el fondo soberano noruego a través de Norges Bank. Sigue en la lista de los accionistas de primer nivel, con un 2,17%, aunque ahora su participación sea un 0,3% inferior.

Más allá de estos inversores, el BBVA deberá batirse a fondo para ganarse a la masa accionarial. Si solo hay once con más del 1%, cada punto porcentual que quiera ganar más allá de ese grupo requerirá convencer a un número de accionistas exponencialmente mayor. Se calcula que el Sabadell tiene cerca de 200.000 accionistas y que más del 52% del capital está en poder de inversores institucionales, esto es, fondos de inversión, de pensiones o bancos. El resto serían minoritarios.

El accionariado del Sabadell está muy atomizado, pero ha tendido a concentrarse en los últimos meses

En su opa, el BBVA ha fijado un umbral mínimo de aceptación de al menos el 49,3% del capital o del 50% de los derechos de voto. Sin embargo, entre las modificaciones que la CNMV le permite hacer a modo de mejora de la opa figura, aparte de elevar el precio, reducir el umbral de aceptación.

Como en caso de tener éxito no podrá fusionarse con el Sabadell en un plazo de entre tres y cinco años debido a las condiciones del Gobierno, deberá conformarse por ahora con tomar el control. Para ello, solo es necesario conforme a la ley disponer del 30% del Sabadell.

Quedar con un porcentaje de entre el 30% y el 50% del Sabadell es posible, pero puede resultarle problemático al BBVA. Si quisiese elevar su participación por encima de ese porcentaje, debería lanzar de nuevo una opa a precio equitativo por el Sabadell. Podría encontrarse con dificultades para escalar en el capital y completar una fusión dentro de cinco años.

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