Lisa Cook: la resistencia a Trump

Una pesada carga extra recae desde esta semana sobre Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal (Fed). De ella, de su rebelión contra el acoso de la Casa Blanca, depende algo que va mucho más allá de la política monetaria.

Su nombre se ha convertido esta semana en el de la resistencia ante el asalto del presidente Donald Trump a la independencia de la institución, algo que parecía sagrado. Ni siquiera Richard Nixon, el presidente más antisistema que había habido hasta la fecha, se atrevió a tanto.

“Esta no es una lucha por mi trabajo, sino por lo que es correcto”, dijo Cook.

Sin comerlo ni beberlo que se dice, la primera mujer negra que alcanzó este cargo en la historia de la institución, fundada en 1913, aparece en el centro de la diana de la aspiraciones de Trump, dispuesto a tomar el control e imponer su criterio en todas las estancias del poder que le permitan aplicar su manual de ordeno y mando.

Trump anunció el despido inmediato de Cook, de 61 años, el pasado lunes desde su red social. Alegó un supuesto fraude hipotecario que aún no ha llegado ni a la justicia. Primero disparó y luego sopesó la legalidad. En lugar de someterse, Cook entró en combate y acudió a los tribunales para defenderse.

Hija de la desagregación escolar, su elección contó con la oposición racista de senadores republicanos

Este viernes una juez federal de Washington celebró la primera audiencia, si bien no tomó una resolución. En caso de que Trump gane, esto le dará el control de cuatro de los siete gobernadores de la junta y la capacidad de determinar los tipos de interés a su gusto.

Este tipo de ataques no es algo que a Cook le resulte ajeno. El color de la piel sí que importa. Que haya sido la elegida para este asalto puede tener sus raíces en el proceso para su nombramiento. Nominada por el presidente Joe Biden, en el 2022 pasó el examen en el Senado. La entonces vicepresidenta Kamala Harris, que por cargo presidía el Senado, tuvo que ejercer el voto de desempate. Ni un solo republicano votó por Cook, a la que despreciaron. JD Vance, hoy sustituto de Harris en el gobierno y entonces senador, expresó bien claro ese desdén a los méritos profesionales. “Centrarse en la diversidad puede distraernos de nuestra capacidad para concentrarnos en cosas muchos más importantes”, sostuvo Vance.

Lisa Cook

Lisa Cook

Gusi Bejer / Colaboradores

Otro en esta línea fue Pete Navarro, asesor económico de Trump, que elevó más el insulto en aquellas fechas al afirmar que “Cook está más calificada para entrenar un equipo de la NFL” (liga de fútbol americano).

“Todavía tengo una cicatriz donde no me crece el pelo en la ceja y una cicatriz en la pierna por los golpes que me dieron en el periodo de desegregación”, declaró en el 2020 a la NPR, al recordar aquella época de niña en que vivió la mezcla de razas en la escuela. Originalmente de Milledgeville (Georgia). Cook estudió en el Spelman College, en Atlanta. “Era la personificación de la excelencia”, según sus colegas.

Después cursó estudios en la Universidad de Oxford y en la Universidad de California, Berkerley, donde obtuvo un doctorado en economía.

En su carrera profesional ejerció de profesora adjunta en Harvard e impartió clases de Economía y de Política Económica en la Universidad Estatal de Michigan durante años. Bajo la presidencia de Barack Obama, sirvió en el consejo de asesores económicos del gobierno.

Ya en la Reserva Federal, entró en la sección de asuntos del consumidor y la comunidad, que implementa leyes federales “destinadas a proteger e informar a los consumidores en transacciones de crédito y otros servicios financieros”. Y participa, entre otros, en el comité de estabilidad financiera. “Siempre ha traído integridad y compromiso con la misión de la Reserva Federal”, señaló en la NBC el responsable de la Fed de Nueva York, John Williams.

Su pecado es su voto. Siempre ha apoyado al del presidente de la Fed, Jerome Powell, para mantener los tipos de interés, desafiando la presión de Trump para su rebaja.

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