Tres de las mayores corporaciones del Ibex tienen sobre la mesa grandes proyectos de crecimiento para los que necesitan la colaboración de sus accionistas. Son el BBVA, Iberdrola y Telefónica, que recurren a la fórmula de la ampliación de capital para afrontar grandes operaciones. Hay cerca de 20.000 millones de euros en juego y la opción de emitir nuevas acciones se presenta como una vía rápida y menos costosa que la de endeudarse. A los accionistas les puede tocar aportar recursos o diluirse, pero a cambio se les promete un futuro más rentable.
La mayor ampliación de capital es la que prepara el BBVA para hacerse con el Sabadell. Este mes la CNMV aprobará el folleto de la opa y comenzará el periodo de aceptación, que se prolongará por un plazo de entre 30 y 70 días. El esquema para financiar la compra ya se conoce: el BBVA ampliará capital en un máximo de 1.126 millones de nuevas acciones equivalentes al 16% de la entidad. Son cerca de 15.000 millones de euros con los que ejecutar el canje de acciones con el Sabadell. Pese al esfuerzo que supone, el 96% del capital del BBVA ya apoyó el plan en la junta de accionistas celebrada hace más de un año.

La ampliación del BBVA es la mayor de los últimos años con fines transformadores. Cellnex captó 7.000 millones entre sus accionistas en el 2021 y el año pasado Merlin logró otros 1.000 millones para invertir en centros de datos. Hace ocho años, el Santander también amplió capital en unos 7.000 millones para absorber al Popular. Todas estas cifras se quedan cortas frente al proyecto del BBVA.
Iberdrola quiere apostar con fuerza por las redes y Telefónica prepara un giro estratégico
La gran operación bancaria de los últimos años no es la única en lo que a buscar la complicidad de los accionistas se refiere. A finales de julio, Iberdrola sorprendió con una ampliación de capital exprés por 5.000 millones de euros para financiar sus planes de crecimiento, sobre todo en redes de electricidad en Estados Unidos y Reino Unido. La compañía llevaba 16 años sin hacer una operación de este tipo, pero la resolvió con éxito. Hubo una sobresuscripción de 3,8 veces y la acción ya se ha recuperado de la caída en bolsa.
Las ambiciones de la eléctrica no se quedan cortas. Habla de “oportunidades de inversión sin precedentes en el negocio de redes” y las valora en 55.000 millones de euros entre el 2026 y 2031. Estima que la rentabilidad puede rondar el 9,5%. A finales de septiembre dará más detalles sobre sus planes.
La tercera gran corporación española que recurrirá a sus accionistas para crecer es Telefónica, con el matiz de que aún no ha anunciado en firme su intención de ampliar capital. Este verano las acciones ya han acusado con alguna caída puntual la preparación de esta operación, cuyo objetivo sería hacerse con recursos con los que financiar el nuevo plan estratégico, que se presentará antes de fin de año.
Air Europa, OHLA y Prisa también recurren a ampliaciones, pero para sanearse
El grupo presidido por Marc Murtra ya ha deslizado algunas de sus intenciones, y se ha encontrado con buena acogida en los mercados. Tras completar las desinversiones en Latinoamérica, los planes pasan ahora por sumarse a los planes europeos de autonomía estratégica, desarrollar proyectos de defensa y seguridad, y participar en operaciones de consolidación. El propio Murtra ha defendido las fusiones en el sector para ganar escala y competir a nivel internacional. Por lo pronto, una de las operaciones a las que se atribuye más probabilidad es la compra de Vodafone España, propiedad de la firma británica Zegona.
Telefónica lleva una década sin abordar una ampliación de capital de este tipo. Lo hizo en el 2015, para captar 3.000 millones con los que comprar la brasileña GVT. Ahora tiene a su favor un núcleo accionarial más cohesionado, con la SEPI y Criteria con un 10% del capital cada uno, un porcentaje muy parecido al de Saudi Telecom.
En lo que va de año hay otras dos empresas cotizadas que han ampliado capital para financiar sus planes de futuro. Amper ha captado 77 millones para entrar en el negocio de la defensa y Neinor otros 228 millones, en su caso para hacerse con Aedas y crear la mayor promotora inmobiliaria de España.
Este mes la CNMV aprobará el folleto de la opa al Sabadell y comenzará el periodo de aceptación
También se han producido otras operaciones de este tipo, aunque no tanto para crecer como para sanear el balance. Es el caso de OHLA, que captó 50 millones con el apoyo de los principales inversores, los hermanos Amodio, y de Prisa, que se hizo con 40 millones en un controvertido movimiento al que se opusieron algunos accionistas españoles.
La entrada de Turkish Airlines en Air Europa también se acometerá con una ampliación de capital. La aerolínea turca inyectará 300 millones de euros en forma de préstamo convertible, que se canjeará en el momento por el 26% de las acciones de Air Europa. Para ello, se abordará una ampliación de capital que diluirá el peso de Globalia, de la familia Hidalgo, que ahora tiene el 80%. Iberia conservará su 20%. El objetivo es devolver los 475 millones que la SEPI prestó a la aerolínea en plena pandemia y evitar de esa forma el pago de los intereses, que son crecientes y que no tardarán en alcanzar el 9%.
Un arma que ha de usarse con tiento
Ampliar capital, no se cansa de decirlo el operador del mercado bursátil BME, es una de las múltiples ventajas de cotizar en bolsa. Con este mecanismo, las empresas pueden emitir acciones y encontrar una forma sencilla de financiación a través de inversores, sin tener que llamar a la puerta de los bancos.
Sin embargo, las ampliaciones han de manejarse con tiento y, como mínimo, en sintonía con los propios accionistas. Si el mercado percibe que se realizan porque la situación de la empresa es delicada y porque han quedado cerradas otras vías de financiación, el efecto puede consistir en una drástica pérdida de valor bursátil. También ha de manejarse el derecho de suscripción preferente de los propios accionistas. Si bien a algunos les puede molestar poner dinero, también se da el caso de las empresas que amplían capital para diluir a accionistas molestos y quitárselos de encima.
Con las ampliaciones sobre la mesa de este año, se superará previsiblemente el importe del 2024 entre las cotizadas en España, de 8.654 millones de euros.
Ha habido años muy activos, como el 2017, cuando se superaron los 30.000 millones de euros, gracias a la ampliación con la que se fusionaron Gamesa y Siemens Energy, o la que permitió al Santander absorber el Banco Popular. En el 2007 se llegaron alcanzar los 67.000 millones de euros en ampliaciones de capital.