¿Y si ganase Abascal?

Hoy por hoy un triunfo de Vox en unas elecciones generales es ciencia ficción. También parecía inverosímil que Donald Trump volviese a la Casa Blanca después de haber protagonizado un golpe de Estado, y ahí está. Tampoco era creíble que en la progresista Italia la ultraderecha conquistase el Quirinal y ya no sorprende a nadie ver a Giorgia Meloni dirigir el destino del país alpino. Y podría ocurrir un tanto de lo mismo en la ilustrada Francia con Marine Le Pen sin que el mundo económico se echara las manos a la cabeza.

De lo que no hay duda es que un fantasma recorre Europa y el mundo: el fantasma del nacionalpopulismo, y de la misma manera que ha llegado a otras partes puede llegar a España. ¿Y qué ocurriría si eso pasase? En el terreno económico poco, por no decir que nada. En el fondo, su programa en este ámbito es muy parecido al del centroderecha del PP e idéntico al de los republicanos norteamericanos o al del Reagrupamiento Nacional en Francia o al de los Hermanos de Italia. Máximo control de la migración, bajada de impuestos, proteccionismo a los agricultores y otros sectores en declive, eliminación de subvenciones y ayudas a sindicatos, oenegés y demás organizaciones sociales, y austeridad en el gasto público en general. Otra cosa muy distinta es lo que ocurriría en el plano político, religioso, cultural o identitario. Evidentemente, provocaría una intolerancia social, enfrentamientos con los sindicatos, radicalidad y, en consecuencia, mayor inestabilidad, como está ocurriendo en los países donde el nacionalpopulismo está gobernando.

Tendencia política

Un fantasma recorre Europa y el mundo: el fantasma del nacionalpopulismo, y de la misma manera que ha llegado a otras partes, puede llegar a España

El pacto social propio de los gobiernos socialdemócratas o de centro desaparecería. En la medida en que se pretendiese revertir las reformas realizadas durante la etapa del Gobierno de coalición progresista dirigido por Pedro Sánchez, se incrementaría la actual polarización que sufre la sociedad española.

Sin embargo, un gobierno presidido por Santiago Abascal mejoraría las relaciones comerciales y políticas con Estados Unidos, Israel, Argentina y aquellos países donde el nacionalpopulismo ha ganado o tiene una gran influencia. Respecto a Europa, no parece que pudieran cambiar demasiado las cosas visto el fuerte progreso electoral que están teniendo los partidos de la derecha radical en la mayor parte de los países.

MADRID, 26/03/2025.- El líder de Vox, Santiago Abascal, durante su segunda intervención este miércoles en el Congreso, donde el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha comparecido a petición propia para informar sobre el nuevo escenario geopolítico de la Unión Europea y las conclusiones del Consejo Europeo y convencer de la necesidad de que España aumente la inversión en defensa. EFE/ Javier Lizón
Javier Lizón / EFE

De lo que no hay duda es que el mundo empresarial madrileño vería con mejores ojos un gobierno de coalición entre el PP y Vox, preferiblemente dirigido por Núñez Feijóo antes que por Abascal, que la continuidad de Pedro Sánchez. Indudablemente, una gran coalición de centroizquierda como en Alemania daría mayor estabilidad para afrontar las grandes reformas pendientes, pero hoy por hoy sería impensable en España.

Ahora mismo, que Vox gane unas elecciones es muy poco probable, a pesar de que su mejora electoral es una constante. Cuanto más callan, más suben en los sondeos de opinión, situándose entre los 60 y los 70 diputados, la mitad de los que se les otorga al PP. Sin embargo, de lo que no hay duda es que se ha convertido en una fuerza capaz de condicionar a un gobierno de centroderecha. Por mucho que Alberto Núñez Feijóo desee eludir la ultraderecha, no le va a quedar más remedio que ponerse de acuerdo con Santiago Abascal. Al fin y a cabo, fueron compañeros de partido hace algún tiempo.

De momento, las organizaciones empresariales que no hace tanto repudiaban reunirse con Vox ahora mantienen contactos e intercambio de opiniones.

También te puede interesar