La policía metropolitana de Reino Unido dio a conocer que han sido condenadas dos personas por su papel central en un fraude millonario que culminó con la incautación de más de 61.000 unidades de bitcoin (BTC), considerado el mayor decomiso de criptomonedas de la historia.
Precisó que Hok Seng Ling, un hombre de 46 años residente en la localidad inglesa de Derbyshire, se declaró culpable este martes de transferir criptoactivos considerados bienes delictivos en virtud de la Ley de Productos del Delito (2002). Esto ocurrió en el Tribunal de la Corona de Southwark.
Asimismo, informó que Zhimin Qian, una mujer de 47 años sin domicilio fijo, se declaró culpable el lunes, en el mismo tribunal, de delitos en virtud de dicha ley en lo que respecta a haber adquirido y mantenido criptoactivos de origen ilícito.
Según el comunicado, Qian, también conocida como Yadi Zhang, había desempeñado un papel destacado en la estafa, y los investigadores trabajaron para construir un caso de evidencia en su contra.
La condena es el resultado de una investigación internacional que se prolongó durante siete años.
De acuerdo con la pesquisa, entre 2014 y 2017, Qian lideró en China un esquema fraudulento que perjudicó a más de 128.000 personas, cuyas pérdidas fueron convertidas en bitcoin. Luego huyó del país utilizando documentos falsos y se estableció en el Reino Unido, donde intentó lavar los fondos a través de la compra de propiedades.
Qian y Ling fueron arrestados en abril de 2024, ocasión en la que se incautaron dispositivos encriptados, dinero en efectivo, oro y criptomonedas valoradas en 11 millones de libras —poco más de 15,3 millones de dólares—.
La magnitud del caso fue resaltada por Will Lyne, jefe de la Unidad de Crimen Económico y Cibernético de la Policía Metropolitana, quien afirmó que se trata de uno de los procesos de lavado de dinero más grandes en la historia del Reino Unido.
Por su parte, la sargento Isabella Grotto, responsable de la investigación, indicó que Qian logró mantenerse fugitiva durante cinco años antes de ser finalmente localizada en Escocia y, posteriormente, en la ciudad de York, Inglaterra.
Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad británico y la Fiscalía de la Corona destacaron la relevancia de la condena, advirtiendo que «bitcoin y las criptomonedas son cada vez más empleadas por el crimen organizado para ocultar activos».
Las autoridades aseguraron que seguirán adelante con acciones civiles y penales para garantizar que los fondos obtenidos de forma ilícita permanezcan fuera del alcance de los acusados.
Según la Policía Metropolitana del Reino Unido, el caso no se limita a Qian y Ling. En 2024, Jian Wen, otra colaboradora de la red, fue condenada a seis años y ocho meses de prisión por facilitar la transferencia de un monedero con 150 BTC, valorados entonces en 1,7 millones de libras —2,36 millones de dólares estadounidenses—.
Las penas definitivas para Qian y Ling se conocerán el próximo noviembre, cuando el tribunal de Southwark dicte la sentencia correspondiente.
Este caso refleja un patrón internacional: autoridades de diversos países están utilizando las criptomonedas como herramienta clave para rastrear y bloquear fondos vinculados al crimen organizado. Como reportó CriptoNoticias, un ejemplo reciente tuvo lugar en Estados Unidos, en julio, cuando se confiscaron 10 millones de dólares en criptoactivos asociados al Cártel de Sinaloa, como parte de operaciones destinadas a debilitar las finanzas de grupos criminales mexicanos.