
El alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, ha pedido formalmente a la Dirección General de Administración Local de la Generalitat (DGAL) la intervención del Ayuntamiento de forma urgente a causa del bloqueo que asegura que practica “el órgano interventor”, al que acusa de intentar ejercer un “contrapoder”.
La decisión la ha tomado a causa de la grave situación de “colapso y bloqueo interno” que sufre la corporación municipal, una situación “límite y desesperante” que afecta al funcionamiento ordinario del ayuntamiento.
“Hoy es el peor día desde que soy alcalde por la impotencia e indefensión que siento para desarrollar mis funciones”, ha afirmado este jueves Solsona en rueda de prensa.

Paso a nivel del tren al Carrer de Prat de la Riba, 1, de Mollerussa
En una carta dirigida al conseller de la Presidencia de la Generalitat, Albert Dalmau, y al secretario de Gobiernos Locales y Relación con Aran, Xavier Amor, el alcalde expone que este bloqueo lo está llevando a cabo el interventor titular con habilitación de carácter nacional. Según denuncia esta situación está paralizando la actividad administrativa y afecta directamente a los servicios públicos.
Solsona ha asegurado que sus competencias están siendo vulneradas porque “el órgano interventor ejerce un derecho de veto a sus decisiones, al mismo tiempo que omite sus funciones y no emite los informes que le corresponde para sacar adelante los expedientes.
El primer edil ha explicado que ya ha recibido respuesta telefónica por parte del secretario de Gobiernos Locales, quien ha manifestado la voluntad de la Generalitat de buscar “una fórmula para ayudar a enderezar la situación”.
Decisión consensuada
El primer concejal ha asegurado que la decisión ha sido acordada con todo su equipo pero ha preferido comparecer en solitario ante la prensa para “protegerlos”.
A primera hora de la mañana, ha expuesto esta decisión a la junta de gobierno y a los portavoces de todos los grupos municipales, quienes asegura que han mostrado predisposición y entendimiento para internar desbloquear la situación.
Entre las incidencias señaladas por el alcalde, destacan el incumplimiento reiterado de los plazos en la emisión de informes preceptivos y el exceso prolongado del período medio de pago a proveedores, por encima de lo establecido en la normativa vigente.
Marc Solsona denuncia también la paralización de expedientes, la dificultad de garantizar el correcto funcionamiento de los servicios municipales, la imposibilidad de materializar los acuerdos adoptados por el pleno y la desatención sistemática de las providencias de alcaldía relativas a la emisión de informes.
El alcalde ha asegurado que esta situación perjudica gravemente el interés público porque ningún concejal, ni él mismo, pueden asumir ningún compromiso para el cumplimiento de ninguna actuación que tenga una vinculación con procedimientos internos y esto provoca “el descrédito del gobernante ante la ciudadanía que le ha votado para que cumpla con un programa”.
Solsona también ha asegurado que, pese a que la situación le afecta a la salud y al estado de ánimo, se “rebela” y lo manifiesta públicamente “aportando toda la implicación personal y la experiencia política acumulada” para poder revertir el “contrapoder” que ejerce el órgano interventor, el cual con su actuación evidencia su “falta de profesionalidad”.