Hechos clave:
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Las reservas nacionales en bitcoin protegen la economía.
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Con bitcoin entrando en las reservas de EE.UU., estallaría una nueva ola de adopción.
El mundo se dirige hacia una nueva etapa de su adopción de bitcoin (BTC). Ahora, con cada vez más políticos reconociendo el potencial de la moneda digital pionera, lo más probable es que pronto los Estados sigan los pasos dados por El Salvador, país que tiene en sus reservas más de 5.800 bitcoins, obteniendo importantes beneficios.
En una era marcada por la volatilidad económica global y la incertidumbre política, el colapso del dólar se ha comenzado a ver como una posibilidad cada vez más cercana. Así que, ante este panorama, la idea de que se gestará un nuevo orden mundial cobra mayor fuerza.
En ese futuro posible, puede que el mundo comience a girar en torno a una economía multimonedas en el que cada cual elegirá la que mejor se adapte a sus necesidades. Y, en este escenario, bitcoin destaca como una alternativa sólida para proteger la riqueza de los individuos, las empresas y también las naciones.
Así como la adopción de bitcoin ha venido atravesando por etapas, ahora parece tocarle el turno a los Estados, después que El Salvador se convirtiera en el primero en anunciar un tesoro nacional en BTC.
Países como Estados Unidos, Ucrania, Reino Unido y Georgia, entre otros, ya poseen fondos en bitcoin, y entre todos controlan menos del 3% del suministro de la moneda digital, pero la mayoría posee carteras administradas por sus Departamento de Justicia para almacenar el producto de las incautaciones que ha hecho el gobierno.
No obstante, poseer bitcoin como reserva nacional es muy distinto. Significa, no solo la diversificación de los activos del Estado, sino que también se postula como una estrategia para fortalecer la resiliencia económica a largo plazo.
A medida que más naciones consideren el potencial de bitcoin, la idea de que lo incluyan como parte de sus reservas nacionales, se vuelve cada vez más relevante. La naturaleza descentralizada y deflacionaria de bitcoin podría contribuir a la estabilidad financiera en momentos de crisis, facilitando una economía que se adapte más rápidamente a los cambios globales.
Bitcoin en plan para fortalecer las reservas nacionales
En el entorno geopolítico y económico actual, en el que la incertidumbre y la inflación son omnipresentes, cada vez son más los países que están más cerca de la adopción de bitcoin como parte de sus reservas nacionales. Esta tendencia emergente no solo busca diversificar los activos de un país, sino también fortalecer su posición en un mundo financiero en constante cambio.
Desde que El Salvador declaró a bitcoin como moneda de curso legal en 2021, el gobierno, bajo el mandato del presidente Nayib Bukele, ha mostrado un compromiso constante en la acumulación de BTC, adquiriendo un bitcoin diariamente desde marzo de 2023.
Actualmente, sus reservas ascienden a 5.867 bitcoins, valorados en aproximadamente 330,8 millones de dólares. Esta estrategia ha provocado al país un margen de beneficio no realizado de casi 90 millones de dólares, lo que demuestra que, pese a las fluctuaciones del mercado, bitcoin puede jugar un papel valioso en las reservas nacionales.

Esos pasos que ya ha dado El Salvador al incluir a bitcoin en sus reservas son los que promete replicar Donald Trump en caso de ganar las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre en Estados Unidos. Así que, es posible que finalmente veamos a una de las naciones más grandes y ricas del mundo legitimando a BTC como un activo de reserva.
Que bitcoin esté en las reservas de Estados Unidos tendría enormes implicaciones no solo para la criptomoneda creada por Satoshi Nakamoto, sino para toda la industria de los activos digitales y para el mundo. Esto debido a que seguramente más naciones estarían siguiendo los pasos que dé Estados Unidos.
De igual manera, la senadora estadounidense Cynthia Lummis propuso una reserva estratégica de BTC para reforzar el dólar estadounidense, subrayando la importancia de diversificar los fondos para asegurar el futuro económico del país.
Surinam, en suramérica considera incluso convertir el 1% de sus reservas internacionales en bitcoin como una estrategia más amplia de integración financiera digital.
Además, el interés por bitcoin también se ha puesto de manifiesto en Asia, dado que, en Hong Kong, el miembro del Consejo Legislativo Johnny Ng ha sugerido evaluar la viabilidad de incorporar bitcoin en las reservas fiscales de la región. Esta propuesta se presenta como una forma de situar a Hong Kong a la vanguardia de la innovación financiera.
También María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, cree que una reserva nacional en bitcoin es necesaria para que Venezuela supere la crisis económica que ha vivido en los últimos años.
En su visión, bitcoin debería integrarse en las futuras reservas nacionales de Venezuela para ayudar en el proceso de recuperación una vez que se logre la transición de gobierno. Asimismo, enfatizó la determinación del pueblo venezolano por «recuperar la democracia» y la importancia de la tecnología como Bitcoin en la lucha por la autonomía financiera y una Venezuela libre y nueva.
En sí, la incorporación de bitcoin como parte de las reservas nacionales podría marcar el inicio de un nuevo paradigma en la gestión económica global. La capacidad de los países para adaptarse a un entorno en rápida evolución definirá su éxito en las próximas décadas.
Está claro que los estados no pueden permitirse ignorar esta tendencia. Acceder a bitcoin podría no solo ser un refugio ante la adversidad, sino también un paso hacia un futuro financiero más dinámico y diversificado. La pregunta que queda es: ¿qué países serán los próximos en seguir el ejemplo de El Salvador y apostar por el nuevo tesoro del siglo XXI?

¿Por qué bitcoin para unas reservas nacionales sólidas?
Este aumento en el interés por bitcoin ha llevado a las instituciones financieras a reconocerlo como una clase de activo legítima y como una inversión para el futuro. Su naturaleza descentralizada y características que lo asemejan al oro lo posicionan como un candidato adecuado para las tesorerías nacionales.
Una apropiada estrategia de inclusión de bitcoin podría no solo transformar el desarrollo económico de una nación.
Además, agregar bitcoin a las reservas diversifica significativamente los activos de un país, reduciendo así los riesgos asociados a la dependencia de una única clase de activos. Esta diversificación proporciona un resguardo ante posibles recesiones económicas. La escasez y naturaleza deflacionaria de bitcoin lo convierten en una reserva de valor a largo plazo, ayudando a los gobiernos a proteger sus reservas de la erosión provocada por la inflación y la devaluación.
Incluir bitcoin también puede mejorar el rendimiento de la cartera nacional. Estudios han demostrado que, en el largo plazo, los rendimientos en bitcoin superan a los de activos tradicionales como acciones y bonos. Sin embargo, es crucial establecer medidas de custodia seguras para proteger estas tenencias de la corrupción y el robo, garantizando así la transparencia mediante protocolos de informes sólidos que mantengan al público informado sobre el estado y gestión de estos activos.
En fin, la creciente consideración de bitcoin como una herramienta para fortalecer las reservas nacionales es un fenómeno que refleja una transformación profunda en la forma en que los líderes políticos y los sistemas económicos abordan la innovación financiera. La potencial candidatura de Trump, junto a otros líderes que ven en las criptomonedas una oportunidad para legitimar un nuevo paradigma económico, puede ser un indicio de que estamos al borde de un cambio significativo en la política monetaria global.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias. La opinión del autor es a título informativo y en ninguna circunstancia constituye una recomendación de inversión ni asesoría financiera.