Rusia lanzó en la noche del sábado al domingo una ofensiva masiva con drones y misiles contra todo el territorio de Ucrania, del este al oeste, que golpeó con especial dureza las ciudades de Zaporiyia y Leópolis. El ataque, que dejó al menos una víctima mortal y varios heridos, provocó cortes de electricidad, incendios y serios daños en infraestructuras civiles, y llevó a Polonia y a sus aliados de la OTAN a activar la alerta en su espacio aéreo.
Según informó el Servicio Estatal de Emergencias (DSNS) ucraniano, en Zaporiyia murió una persona y otras diez resultaron heridas en un ataque combinado con drones y bombas aéreas guiadas. El jefe de la Administración Militar Regional, Iván Fedorov, indicó que hubo al menos diez impactos en distintos puntos de la ciudad, que afectaron tres distritos y dañaron ocho edificios de varias plantas, ocho viviendas particulares y varios inmuebles no residenciales.

Un rescatista ucraniano trabaja para extinguir un incendio en una casa tras un ataque aéreo en un lugar no revelado de la región de Lviv
Más de 73.000 abonados se quedaron sin electricidad y cerca de 300 sin suministro de gas después de que las explosiones dañaran las tuberías, lo que obligó a cortar el servicio en la zona más afectada.
En Leópolis, ciudad situada cerca de la frontera polaca, parte de la metrópolis también se quedó sin luz y se registraron varios incendios, entre ellos en un parque industrial. El bombardeo, que se extendió durante casi cinco horas, comenzó en el este y avanzó progresivamente hacia el centro y el oeste del país. La alerta aérea se activó en la mayoría de regiones ucranianas, incluidas Kiev, Odesa, Járkov, Rivne, Vínnitsia, Cherkasi, Mykoláiv, Jmelnitski e Ivano-Frankivsk.

Rescatistas ucranianos trabajan entre los escombros de un edificio tras un ataque aéreo en un lugar no revelado de la región de Lviv
Polonia y la OTAN se movilizan por el ataque
Ante la proximidad del ataque a su frontera oriental, Polonia y sus aliados de la OTAN activaron durante la madrugada medidas de alerta aérea para garantizar la seguridad de su espacio aéreo.
El Mando Operativo de las Fuerzas Armadas polacas informó en la red social X de que se pusieron en marcha los procedimientos de máxima alerta para los cazas polacos y aliados, junto con los sistemas de defensa antiaérea y de reconocimiento por radar. Estas medidas, de carácter preventivo, buscan proteger a la población en las zonas próximas a la frontera y responder ante una posible incursión en el espacio aéreo aliado.
El operativo de reacción duró casi cinco horas, coincidiendo con la duración del bombardeo ruso, y contó con el apoyo aéreo de cazas F-35 de las Fuerzas Armadas de los Países Bajos, que colaboraron en la vigilancia del cielo polaco.