Trump prosigue el castigo a sus enemigos al lograr la imputación de la fiscal de Nueva York

La venganza de Donald Trump arrecia. Después de James Comey, el exdirector del FBI que chocó con el presidente en el primer mandato por la interferencia rusa en las elecciones de 2016, este jueves se anunció la imputación por un gran jurado de Letitia James, la fiscal general del estado de Nueva York afiliada al Partido Demócrata que sacó adelante una condena civil por las negligencias de la empresa familiar del líder republicano.

El gran jurado de Virginia imputó a James, al igual que a Comey, por al menos un cargo de fraude bancario después de las evidencias presentadas por la fiscal Lindsey Halligan. Esta jurista, ex abogada de Trump a la que nombró para ese cargo después de que el titular anterior, Erik Sieber, señalara que no había materia penal suficiente contra el exdirector del FBI por falto testimonio en el Congreso.

La presentación del caso, en un trámite donde solo participa la fiscalía, la realizó la propia Halligan personalmente, algo poco habitual en estos trámites. Este es un nuevo esfuerzo de Trump por utilizar el Departamento de Justicia (DOJ) para castigar a sus rivales políticos.

Como ocurrió con Comey, Trump rompió todas las normas sobre la independencia del DOJ y requirió públicamente, desde su red social, que actuara la fiscal general del país, Pam Bondi, quien se encargó de ordenar la investigación.

Aunque el texto de la causa aún no se ha hecho público, el supuesto fraude bancario está vinculado a una petición de hipoteca. Bill Pulte, director de la agencia federal de financiamiento de vivienda, alegó que James había hecho una declaración falsa al presentar su solicitud para garantizarse mejores condiciones hipotecaria respecto a las dos casas que posee, una en Norfok (Virginia) y otra en Brooklyn (Nueva York).

Pero luego se observó que había rectificado respecto a cual era la primera residencia, por lo que los representantes del ministerio público consideraron que no tenían elementos suficientes para una condena. Hasta que llegó Halligan y, bajo la presión de Trump, puso el caso ante el gran jurado.

De esa manera Trump no hace más que escalar su campaña de persecución contra los que cree que actuaron contra él. La iniciativa contra James arrancó el pasado abril cuando el presidente la llamó “estafadora”. Un abogado de James, Abbe D. Lowell, replicó que la acusación “carece de todo fundamento”.

La gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, sostuvo en las redes sociales que la imputación de James “no es nada menos que la instrumentalización del Departamento de Justicia para castigar” a los supuestos rivales del presidente. Hochul elogió “la lucha incansable por la justicia” que realiza James.

Del trío que el presidente citó cuando recientemente pidió el procesamiento de Comey, solo queda sin imputar el senador demócrata Adam Schiff, uno de los principales protagonistas en la investigación del Congreso por el intento de golpe de estado de Trump tras la victoria de Joe Biden en noviembre del 2020, que acabó con la toma del Capitolio del 6 de enero del 2021.

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