
La opa más larga de la historia reciente de España se cierra con BBVA y Sabadell peleando por cada acción y con la vista puesta en una segunda opa. Y es que el mercado especula con que la opción más probable es que la aceptación se quede entre el 30% y el 50%, aunque no será hasta el viernes de la semana próxima cuando se conocerá el porcentaje final de aceptación.
En las sedes operativas de Sant Cugat del Vallès y Las Tablas en Madrid los equipos sumaban apoyos en los excels. La información llega con hasta dos días de retraso desde que se toma la decisión por parte del inversor propietario. Aunque los grandes inversores debieron tomar su decisión final a mediados de semana, se prevé que algún gran accionista lo haga hoy viernes. Por eso, la CNMV advirtió esta semana en un comunicado inédito que el resultado de la opa y los criterios para fijar el precio de una segunda opa se conocerán el día 17.
Algunas oficinas del BBVA permanecerán abiertas hasta las 21.00 horas para aceptar la opa
Precisamente, la segunda opa es lo que ha marcado la parte final del periodo de aceptación fundamentalmente porque el Sabadell cree que es una posibilidad que existe (dan por descartada salvo sorpresa una aceptación del 51%) y para el BBVA es un escenario incómodo y, además, están convencidos que tendrán la mayoría.
El mecanismo español, con una larga cadena de custodios y subcustodios, hace que ni siquiera el BBVA o la CNMV dispongan de toda la información en tiempo real que llega a través del operador Iberclear. El recuento, a diferencia de lo que ocurre en otros países como Italia, tardará unos días. El tacticismo de las últimas horas es tal que el BBVA y el Sabadell tratan de localizar e intentar convencer a los accionistas, en una muestra de que el sprint final será ajustado. Existe incluso el temor entre ellos a que el rival esté embalsando órdenes de aceptación para que los datos provisionales escapen al radar del oponente.
La presión es tan alta que UGT informa que la entidad ha ofrecido pagar horas extras (algo que no hace habitualmente) a los empleados que se queden en determinadas oficinas seleccionadas hasta las 21.00 horas de hoy para gestionar las órdenes de aceptación de la opa. Fuentes de UGT explican que el equipo de atención telemática se mantendrán hasta las 23.59 horas.
Mientras, los máximos responsables de ambos bancos continuaron ayer empleándose a fondo para defender sus posiciones. Torres insistió en que el 75% de las aceptaciones llegan en los tres últimos días y pronosticó un fuerte apoyo del 30% de inversores institucionales. Del 20% de inversores pasivos que se guían por índices bursátiles, espera que las adscripciones sean la mitad, con lo que fía a los minoritarios el objetivo de superar el 50%.
Es precisamente entre los pequeños accionistas donde el Sabadell se siente más fuerte. Su consejero delegado, César González-Bueno, insistió en que su apoyo a la opa apenas equivale al 1% del capital. Desde el banco apuntan a que el ritmo de aceptación dentro de este grupo se ha ralentizado con respecto a la semana anterior.
En contra de su previsión de que esta semana surgirían accionistas dispuestos a significarse en la opa, el mercado guarda silencio. Las acciones de ambos bancos cerraron ayer sin grandes cambios en la prima de la operación, que es positiva a favor de la opa y representa ahora un 2,12% con respecto al valor en bolsa del Sabadell. Lejos de aparecer los fondos arbitrajistas en el capital, el principal accionista del banco, Blackrock, notificó ayer un leve ascenso en el capital, hasta el 7,37%.
Las fuentes del mercado consultadas apuestan a que el BBVA será capaz de superar el 30% del Sabadell, pero creen que aún no ha rebasado el 50%. Eso le obligaría a lanzar una segunda opa que debe garantizar la opción de efectivo a un precio equitativo que fijaría la CNMV. El BBVA sostiene que no será superior al actual y González-Bueno asegura que sería “más atractiva”, si bien el supervisor ha recordado que corresponde a sus técnicos fijar el precio final, al margen de “especulaciones”.
La segunda opa, al conllevar de forma obligatoria una alternativa en efectivo, obligaría al BBVA a recurrir a sus reservar de capital para afrontar el esfuerzo. El consejero delegado del banco, Onur Genç, ha asegurado que el BBVA tiene 8.000 millones de euros para abordarla. El Sabadell cree que, si las aceptaciones quedan ligeramente por encima del 30%, habría de poner 12.000 millones.
Mientras, otros bancos siguen aprovechando la situación para mejorar su llegada comercial. ING anunció ayer que este año obtendrá su récord en captación de clientes en los 26 años que lleva en España. Prevé hacerse con 330.000 nuevos y cerrar el ejercicio con 4,5 millones. El propio gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, volvió a quejarse ayer de que la opa “está durando mucho”.
Y a 24 horas de que expire el plazo de aceptación, ayer reapareció el factor político de la opa con la aprobación de una proposición no de ley en el Parlament que insta a la CNMV a no aceptar la opa si no alcanza una adhesión del 50%. El texto presentado por Junts salió adelante gracias a que el PSC se abstuvo porque “la propuesta reclama llevar a cabo algo que no es legal.” El PP también y Vox votó en contra. El resto de fuerzas a favor.
La CNMV no puede prohibir que una empresa siga adelante con una opa aunque esta no alcance el 50% de aceptación por parte de los accionistas. Contado a Junts, la propuesta recibió el apoyo de 66 diputados, 11 en contra y 57 abstenciones.
En la propuesta se recuerda que “el Parlament se ha opuesto desde el primer momento a la opa del BBVA al Banc Sabadell, ya que esta operación perjudicaría al sistema bancario del país, a su economía productiva, especialmente a las pymes, y a los intereses de Catalunya”. En el texto se insta al Ejecutivo de Salvador Illa a reclamar tanto al Gobierno central como a la CNMV y al Banco de España que suspenda cualquier validación definitiva de los efectos de la opa si no llega al 50%.