China intensifica la promoción de su yuan digital o moneda digital de banco central (CBDC) buscando mermar la dependencia del dólar. Así, mientras Estados Unidos fortalece sus stablecoins, Beijing observa a Hong Kong como banco de pruebas. Esta estrategia insinúa un giro en su rígida política de activos digitales.
Esta información procede de un análisis realizado por Arkham Intelligence. La firma publicó un informe que detalla los movimientos recientes de China, nación que en 2021 prohibió a sus instituciones y medios de pago operar con criptomonedas, según reportó CriptoNoticias entonces.
Al renunciar a su dominio en minería y exchanges, China experimentó un éxodo masivo. Grandes firmas como Huobi y Binance se mudaron al extranjero. Pese a esto, emergen cambios sutiles. Hong Kong, con su marco legal autónomo, se posiciona como centro regulado para los activos digitales, un modelo que los analistas de Arkham ven como el futuro para el gigante asiático.
Como consecuencia de la prohibición, las instituciones, que incluyen a los bancos y los canales de pago en línea, no deben ofrecer a los clientes ningún servicio relacionado con las criptomonedas. El país también frenó su dominio en la minería de Bitcoin y de exchanges de activos digitales, ya que grandes empresas como Huobi y Binance se movieron al extranjero.
China llegó a alcanzar gran poder de minado, con 60 y hasta 75% del hashrate de Bitcoin desde 2017 hasta el momento en el que decidió limitar la minería digital, cediendo el trono a Estados Unidos. Pero ahora, el país está enviando señales de que adoptará un cambio de postura, tal como lo ve el equipo de Arkham.

China entre el control a las criptomonedas y la influencia global
Mientras China continental prohíbe, Hong Kong fomenta la innovación controlada. En agosto de 2025, la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) implementará la Ordenanza de Stablecoin. Con ello estableció licencias para emisores, atrayendo gran interés institucional. Por ello, muchos analistas califican a Hong Kong como un «sandbox regulatorio» clave. Beijing vigila riesgos y beneficios desde este «laboratorio digital».
Desde este «laboratorio digital» cuidadosamente controlado, Beijing vigila atentamente los riesgos y beneficios de la innovación con activos digitales. Este enfoque estratégico permite a China observar el desarrollo con criptoactivos sin alterar sus estrictas prohibiciones continentales, como apunta el informe.
Al mismo ritmo, Beijing impulsa el yuan digital como su gran influencia financiera. Reconoce, aun así, el creciente rol que bitcoin y las criptomonedas están desempeñando en el mundo. Por ello, es de considerar que la balanza entre control y oportunidad moldeará la postura futura que el país tendrá frente a los activos digitales.
«Si bien Pekín mantiene su compromiso con el yuan digital como su principal vehículo de innovación financiera e influencia monetaria, la creación de un ecosistema regulado de monedas estables en Hong Kong demuestra el reconocimiento del creciente papel de las criptomonedas en las finanzas globales», señala Arkham en su informe.
Como agregan los analistas, para los inversores y usuarios de criptomonedas, mientras persiste la prohibición por parte de China, Hong Kong se erige como portal viable a la región. El verdadero veredicto llegará con el tiempo, cuando la balanza entre control estatal y ambición económica incline la balanza hacia un deshielo mayor. En 2025, China no solo compite, sino que también redefine el juego.