El islamismo, en la encrucijada

Pese a lo que pudiera parecer, el integrismo islámico suní y chií en el mundo árabe se encuentra en sus horas más bajas del siglo XXI, si bien es cierto que se mantiene fuerte e incluso crece en otras latitudes (África subsahariana, repúblicas centroasiáticas, subcontinente indio y en el corazón de la Unión Europea). A pesar de su relevancia todavía en algunos países y los muchos altibajos que nos depararán los próximos años, podríamos estar asistiendo al fin de 35 años de auge del integrismo islámico en el mundo árabe.

Horizontal

Una mujer afgana sentada en la calle en Kabul (Photo by Wakil KOHSAR / AFP)

WAKIL KOHSAR / AFP

Su declive es consecuencia de una multitud de factores, entre los que cabría destacar tres: el progreso económico espectacular de las monarquías del Golfo, y en menor medida Marruecos, y la consolidación en el poder de monarcas modernos (liderados por el príncipe Bin Salman en Arabia Saudí y el rey Mohamed VI en Marruecos) que han emprendido un lento pero ambicioso camino de liberalización y apertura, aunque en el caso marroquí, como demuestra la reciente revuelta juvenil, ha beneficiado básicamente a las grandes ciudades de la costa; el agotamiento de la población civil tras largos años de conflictos impregnados de connotaciones identitarias-religiosas (suníes contra chiíes en Yemen, Siria, Irak, Líbano, Bahréin), con atrocidades cometidas por grupos integristas; la derrota frente a Israel y las dictaduras árabes de movimientos armados y civiles como son Hizbulah en Líbano, Hamas en Palestina, los Hermanos Musulmanes en Egipto y el Estado Islámico en Siria.

El integrismo islámico ha dejado de ser útil para EE.UU., las monarquías del Golfo e Israel

El surgimiento de buena parte de estos movimientos integristas había encontrado un terreno fértil en la desesperación de las empobrecidas poblaciones del norte de África y Oriente Medio. El apoyo y financiación occidental (también de Israel) y de las monarquías del Golfo para hacer florecer alternativas a los gobiernos laicos y socialistas de la órbita soviética fue decisivo en su crecimiento. Les permitió desarrollar una red asistencial entre los más desfavorecidos y presentarse como alternativas a los corruptos y, a menudo sanguinarios, gobiernos de Argelia, Egipto, Palestina, etcétera.

El integrismo islámico en el mundo árabe se expandió definitivamente a raíz de la caída del bloque soviético, que había hecho de dique de contención político e ideológico; los ataques del 11-S, que muchos ciudadanos árabes percibieron como un éxito tras años de humillaciones, y el caos que se apoderó de muchos países del arco mediterráneo a lomos de la primavera árabe .

El integrismo islámico en el mundo árabe ha dejado de ser útil para EE.UU., las monarquías del Golfo e Israel, sus principales impulsores a finales del siglo XX. Ahora es un obstáculo para el despliegue de su agenda política y económica en la región. Su final en la forma que lo conocemos podría estar más cerca que lejos. La pobreza persistente, la humillación que ha supuesto para la población civil árabe la masacre en Gaza, el auge y consolidación de grupos islamistas en el África subsahariana financiados por las monarquías del Golfo y Turquía y la errática política exterior de Trump son, hoy en día, los mayores riesgos de que esta evolución, todavía inestable, altere su rumbo.

También te puede interesar