Josep Oliu y César González-Bueno: “Los minoritarios han demostrado que son el núcleo duro del Sabadell”

Apenas habían dormido unas horas después de recibir con sorpresa que la opa hostil del BBVA, la operación bancaria más larga de la historia de España, había llegado a su fin. Tras agradecer a la sociedad civil catalana su apoyo en un acto en la sede de la Cambra de Comerç de Barcelona, unos exultantes Josep Oliu y César González-Bueno, presidente y consejero delegado del Banc Sabadell, concedían el viernes a La Vanguardia su primera entrevista una vez superada con éxito la batalla.

El fracaso de la opa

La razón fundamental es el bajo precio que se ofrecía y la incertidumbre”

¿Por qué fracasó el BBVA?

JOSEP OLIU: La razón fundamental es el bajo precio que ofrecía, las expectativas de beneficio con el Sabadell y que esta operación conllevaba una gran incertidumbre. En cambio, nuestro proyecto es claro y se focaliza en la creación de valor. Después de 16 meses de complicaciones, líos, la operación tenía unas grandes posibilidades de fracasar, en el sentido de destruir valor. Los inversores minoritarios casi todos son clientes, y en ellos quizás ha influido también que prefieren seguir teniendo acciones del Sabadell, que el banco se mantenga independiente. Eso explica la rotundidad de los accionistas de retail contra la opa. Nos han sorprendido más los inversores institucionales, porque el BBVA pensaba que se sumarían a la oferta de manera entusiástica.

¿Hubo inversores que retiraron su mandato de venta?

CÉSAR GONZÁLEZ-BUENO: Sí, algunos que habían acudido a la opa se retiraron.

¿Por qué creen que pasó?

C.G.: Porque la argumentación empezaba a ser muy clara, por ejemplo, con todo el tema fiscal. Entendieron mucho mejor el proyecto nuestro versus el suyo.

El mercado no parece entenderlo así, hoy viernes el Sabadell cae con fuerza en bolsa.

J.O.: Ya lo esperábamos. Las cotizaciones del día después de la opa son irrelevantes. Al cabo de un par de meses veremos dónde está la acción.

Tras la anterior fusión fallida con el BBVA, en noviembre del 2020, la acción se recuperó porque ofrecieron al mercado la venta de TSB y llegó el nuevo consejero delegado. ¿Qué ofrecen ahora?

J.O.: Ahora, nada más que lo que hemos ofrecido hasta ahora, nuestro proyecto de futuro, la creación de valor que tiene, los dividendos que va a dar. Es suficiente para no tener ninguna duda.

C.G.: No va a tener impacto en los resultados inmediatos, pero hoy ha sido para nosotros el mejor día del año, con diferencia, esta misma mañana, en captación de clientes particulares.

¿Por qué?

C.G.: Se había creado un tapón. Hemos hecho cientos de miles de captaciones, pero había muchos que no daban el paso, pese a que la oferta es atractiva, pese a que me guste al banco… ante la incertidumbre de qué iba a pasar.

El BBVA sube en bolsa.

J.O.: Evidente. Porque el BBVA se ha quitado de encima un marrón importante.

¿Eso se lo dijo al presidente del BBVA, Carlos Torres, cuando le llamó el jueves por la noche?

J.O.: Le dije que yo estaba sorprendido y le pregunté si él se lo esperaba. Y dijo: “No, yo tampoco”. El resultado de la adhesión a la opa es tan bajo que no se lo esperaba él, ni yo, ni César. Bueno, César era más optimista.

En la última entrevista con La Vanguardia pronosticó justo el 25% de aceptación que ha salido.

C.G.: Dije 25. Y luego, cuando creí que habría más arbitrajistas, pasé a hablar de rozar el poste.

J.O.: La gente hacía sus suposiciones y hablaban de alrededor de un 35% o un 40%. Por ahí estará, decían. A Carlos Torres todavía le debió de sorprender más, porque si esperaba un 60%, como dijo, imagínate.

¿Y esta semana, antes de tener los datos definitivos?

J.O.: Nosotros pensábamos que pasaría del 30% y nuestra duda era si estaba en el 32%, el 34% o el 38%. Y si se atreverían a rebajar el umbral con un porcentaje muy bajo. Esta era la hipótesis en la cual estábamos trabajando. Para nosotros fue una gran sorpresa y al mismo tiempo una gran alegría poder decir: “Bueno, este proceso se ha acabado”.

¿Le dijo algo más Torres?

J.O.: No, que quedaremos a cenar con nuestras mujeres ahora cuando haya pasado esto, que ya podemos volver a ser amigos. Hemos vivido un paréntesis porque defendíamos posiciones opuestas, ahora ya cada uno tiene su proyecto y va a seguir con él. Somos gente profesional, tenemos muchas amistades comunes, y hemos tenido que pasar por un periodo de ‘black out’ en nuestras relaciones personales.

¿Antes de la opa tenían ustedes una relación de amistad?

Sí, claro. Y César también, había trabajado con él. Nosotros somos todos del mismo mundo. ¿No, César?

C.G.: Así es.

Su principal inversor individual, David Martínez, con quien se enfrentaron incluso personalmente por la opa, ¿debe seguir en el consejo?

J.O.: Sigue siendo accionista de referencia, una referencia importante para el Sabadell. Su mandato no expira, como mínimo, hasta la próxima junta general, así que él sabrá. Para mí, desde luego, sigue en el consejo. Nadie ha dicho que no vaya a seguir. En un momento dado, su visión no ha coincidido con la del resto del consejo. Pero yo le respeto muchísimo, él me respeta mucho a mí, no hay nada más que decir.

¿El banco tiene ahora que hacer algún movimiento para protegerse de nuevos intentos de opa?

J.O.: El mejor movimiento que vamos a hacer es hacerlo bien, ganar dinero y tener el apoyo de los clientes. Con eso la cotización estará fuerte y con una cotización fuerte, estás muy protegido. La opa vino cuando el banco estaba a mitad del camino de la recuperación.

Entonces, ¿el banco puede seguir en solitario? ¿No habría que buscar alianzas con Unicaja o Abanca?

J.O.: Nosotros hemos buscado y seguiremos buscando alianzas que tengan sentido para nuestro proyecto, para nuestros clientes y para el valor de la entidad. Tenemos una alianza con Amundi, tenemos una alianza con Zurich. Si alguno entra en el accionariado del banco para defender su alianza, lo entenderé y creo que esto es bueno y válido. En principio hoy por hoy no hay nada que tengamos que contemplar en el futuro.

Pero objetivamente ustedes salen de esta opa como una entidad más pequeña tras la venta de TSB al Santander.

J.O.: Vamos a ver, nosotros salimos bastante más fortalecidos de esta cosa. Y solo nos queda el cierre de la operación del TSB con el Santander, un banco que vendemos al doble del valor al que lo compramos. No está mal, ¿no? Pero nosotros en España salimos de esta operación con un banco muy fortalecido, ahora somos un banco más potente.

C.G.: En el mercado relevante, que es España, no hemos perdido. Al contrario, hemos crecido un 8% año sobre año hasta agosto. El TSB es un banco que ya estaba arreglado y no habíamos encontrado tampoco que hubiese un interés suficiente. El mercado inglés se puso muy atractivo en un determinado momento y había que aprovechar la oportunidad. Incluso cuando creímos que el BBVA podía renunciar, después de la intervención del Gobierno, decidimos que en cualquier caso seguiríamos adelante con la venta del TSB aunque la opa decayese.

Queda claro que quieren seguir en solitario.

J.O.: Ahora sí. La verdad, no iremos a llamar a la puerta de alguien el día siguiente porque me voy a quedar sin novia. No, no, no. La novia no era querida.

El Gobierno les pidió que buscaran una fusión para reforzarse.

J.O.: No, el Gobierno no. El Gobierno no nos ha pedido nunca nada. Lo único que nos pidió es que hiciéramos milagros para que no saliera la opa. Ya los hemos hecho.

C.G.: Y no necesitamos ni tenemos peligro de ningún otro movimiento, porque hostil solo podría provenir de uno de los tres grandes. Y después de esto yo creo que no es planteable una opa hostil por parte de ninguno de los tres. Y de fuera no viene una opa hostil. Si viniese en algún momento, sería una alianza, un acuerdo, pero no una opa hostil porque no pueden poner una prima por sinergias, no pueden poner una prima encima de la mesa, entonces no te pueden ofrecer más de lo que te da el mercado.

J.O:: Cualquier cosa que venga, hostil no va a ser. Amistosa va a ser cuando lo veamos conveniente y se cree valor para el accionista.

Pero siguen sin un núcleo duro o accionista de control.

C.G. Una de las cosas muy curiosas es que se ha demostrado que sí tenemos un accionista de referencia, que es el retail, los minoritarios. ¿Pero ustedes no tienen accionista de referencia? Pues a lo mejor teníamos el mejor posible.

J.O. Yo nunca he creído mucho en los núcleos duros. Salvo este que tenemos. Los minoritarios.

Pero ¿ustedes sabían que iban a responder así?

J.O.: Dependía mucho del precio, aunque muchos son clientes y muchos de ellos, o gran parte de ellos, tenían un interés claro en que no saliese la opa. Si el precio hubiese sido muy elevado, entonces sí, pero es que el precio no era atractivo, por ser educado.

¿Qué papel ha tenido en el resultado final la política? Ustedes en Catalunya han tenido el apoyo unánime de patronales, sindicatos, formaciones políticas, la propia Generalitat.

J.O.: Quien nos ha apoyado a nosotros es la sociedad civil. Y ha tenido un valor importantísimo. Foment, Pimec, las cámaras de comercio, los sindicatos… han pulsado la opinión de sus asociados. Y los políticos también, pulsan el sentir de la sociedad, una sociedad que consideraba importante no perder un banco con domicilio en Catalunya, y unas empresas que creían que no se podía perder un banco tan volcado en las pymes. A los inversores institucionales todo eso les trae sin cuidado, pero si ven que hay incertidumbre porque a los clientes no les gusta, porque a lo mejor se va a destruir valor con este proyecto, entonces se retiran. Y eso para mí es lo que ha explicado esta retirada de los fondos internacionales.

¿Cómo van a devolver a la sociedad civil ese apoyo que han recibido?

J.O.: Haciendo lo mismo y mejor. Seguir con nuestra misión y nuestro deber social, que es hacer de banco y hacerlo bien.

C.G.: Es que, vamos a ver, nos han defendido también para que no desapareciera ningún otro banco, porque en pymes estamos ya en el límite. Y es muy difícil crear un banco de pymes, es mucho más fácil crear un banco directo de particulares, mucho más fácil crear un banco de banca corporativa de inversión. Pero crear un banco de pymes es extraordinariamente complejo.

¿Creen que hay que revisar la normativa de opas para que no se alarguen tanto estas operaciones y clarificar las segundas opas?

J.O.: Si la revisan y pueden ahorrar estos periodos tan largos al personal, pues quizá sí. Pero, en fin, en cualquier ley y sobre todo de opas, que es una cosa complicada, la realidad siempre supera las hipótesis que el legislador pueda intentar imaginarse.

C.G.: Pero el plazo más largo ha sido el de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Donde verdaderamente se ha alargado el proceso ha sido en ese trámite, y ahí había fundamentalmente conversaciones entre BBVA y CNMC. Tuvimos siete borradores, siete borradores distintos, porque había un problema serio de competencia y no se ponían encima de la mesa remedios suficientes como para dejar tranquila a la CNMC.

¿Cuánto se han gastado en todo este proceso?

C.G.: No lo sé. Palabra de honor. Tengo cifras aproximadas, pero no llevo una contabilidad separada de esto. Y además, como no nos lo va a devolver nadie, pues tampoco…

J.O.: Y tampoco lo vamos a reclamar porque somos caballeros.

¿Pero estamos hablando de una cantidad que puede llegar a verse en el resultado?

C.G.: Bueno, hombre, pesa. No es de las que mueve la aguja de forma sustancial, pero pesa.

¿Y ha valido la pena?

J.O.: Ya verás tú ahora cuando nos hayamos quitado el tapón… Es como después de los Juegos Olímpicos, que Barcelona salió disparada. Después de la opa, ahí el Sabadell va a salir disparado.

¿Por qué compraron acciones esta semana (el consejero delegado y otros directivos)?

C.G.: Bueno, a mí me pareció que el banco tiene todavía mucho recorrido. Y que si había una segunda opa, era una inversión.

J.O.: Y además, para dar apoyo al proyecto del banco, que es tal como lo entendimos nosotros.

C.G.: Es decir, lo único que hemos hecho es poner nuestros actos detrás de nuestras palabras.

Una vez superado este episodio, ¿va a haber más movimientos de consolidación en el mercado bancario?

J.O.: A lo mejor sí, a lo mejor no. Hoy todos los bancos están en una situación de solvencia. No hay ningún banco que tenga ningún problema en España. Si hay algún movimiento de consolidación, será por voluntad de los responsables, de los consejos de administración. Hoy por hoy, necesidad no la hay.

C.G.: Todo el mundo tiene su hoja de ruta, la está cumpliendo bien, todo el mundo está en una situación de solvencia adecuada, todo el mundo está generando resultados, cumpliendo con muchísimo arraigo territorial, todas las entidades. No hay motivo para hacerlo. Otra cosa es que tener sentido, tendría, porque sí que habría sinergias de costes y de ingresos, habría unos problemas de competencia absolutamente mínimos y muy fáciles de resolver, porque no hay solapes. O sea, los solapes geográficos son mínimos y hay mucha complementariedad en la especialización de los negocios. Tiene sentido, pero no va a ocurrir.

¿Se ha cansado con esta opa, señor Oliu, o va a seguir como presidente?

J.O.: ¿Yo? Voy a seguir. Eso sí, me pido una semana de vacaciones. Pero ya veremos, a lo mejor me tengo que esperar hasta Navidad.

Pero nadie diría que es un presidente no ejecutivo…

J.O.: Lo que pasa es que me da mucho trabajo ser presidente no ejecutivo. Lo que ha pasado con todo este proceso es que César y yo teníamos un despacho semanal establecido y ha desparecido del mapa, porque nos llamábamos todos los días al menos cuatro veces. Ahora habrá que volver al gimnasio y al despacho semanal.

¿Se ha fumado el puro que dijo si ganaban la opa?

J.O.: Ayer no tuve tiempo. Me lo pondré en la mesita de noche y a ver si en algún momento tengo el coraje suficiente, porque no fumo. Para hacerme la foto y ya está.

¿Mantendrán el capital de solvencia?

C.G.: Es impecable. Y es que siempre hemos dicho que no íbamos a bajar del 13%, y que por encima de ese nivel nos comprometíamos a repartir.

¿Se han ruborizado cuando hoy la plantilla los ha recibido como si hubieran ganado la Champions?

J.O.: (Ríe) Últimamente me siento casi como Rafa Nadal… Miren, yo lo que quiero y deseo es que todos volvamos a trabajar en lo nuestro, que es el servicio a los clientes. Pero sí, me he emocionado. Estaban todos tan eufóricos… Es algo que no había visto nunca, no lo había vivido nunca.

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