Este chico de melena rizada, estilo desenfadado y mirada aguda ha pasado esta semana a ser el milmillonario hecho a sí mismo más joven del planeta. A sus 27 años, Shayne Coplan ya tiene una fortuna que supera los 1.000 millones de dólares, tras las últimas valoraciones de la compañía que ha creado, Polymarket, la nueva niña mimada del universo tecnológico de Silicon Valley.
Cuentan que uno de sus sueños es convertirse en el próximo Mark Zuckerberg. Ya veremos si lo consigue, pero de momento se puede decir que ya es el hombre más rico de su generación, a la que la jerga actual califica con el nombre de Z y que agrupa grosso modo a los jóvenes de entre 13 y 28 años.

Shayne Coplan Gusi Bejer
Es hijo de dos profesores de origen sudafricano (una procedencia geográfica que comparte con otra vaca sagrada del sector, Elon Musk). De adolescente, ya demostró tener habilidades fuera de lo común para su edad. Participó en una ronda de fondos para la criptomoneda Ethereum, cuando pocos habían oído hablar del mundo cripto. Mantuvo esta filosofía de riesgo y experimentación los años siguientes, ya que Coplan engrosa la larga lista de genios que abandonó la universidad para dedicarse (con éxito) al emprendimiento.
Al principio fue difícil. Tuvo que vender algunos bienes personales para pagarse el alquiler, según cuenta la agencia Bloomberg. En plena pandemia, cansado de ver cuántas predicciones sobre la enfermedad acababan en saco roto, decidió desarrollar una aplicación que permitiera a los usuarios apostar sobre cualquier evento, aprovechando el boom de las criptomonedas, para proporcionar así predicciones a los operadores del mercado. “Nuestro verdadero rival es la CNN”, dijo este joven visionario.
Este empresario promueve una plataforma de apuestas sobre eventos reales
Pero Coplan, como algunos de los chicos de su generación, no iba sobrado de paciencia. Decidió “primero moverse y luego pedir permiso”. Esto le causó varios problemas con los reguladores porque su empresa no estaba registrada. Hasta unos agentes del FBI se presentaron en su casa para hacer comprobaciones. En 2022 la empresa tuvo que pagar una multa de 1,4 millones de dólares por no tener licencia.
Polymarket, ahora perfectamente legalizada, es una plataforma de apuestas basada en la tecnología blockchain que permite pronosticar resultados de eventos reales (lo que aquí llamaríamos la porra de toda la vida). Quien apuesta (con criptomonedas y mediante una billetera virtual) se puede llevar unas ganancias si acierta la predicción. Y, al mismo tiempo, el flujo de pronósticos, que se va formando a medida que entra dinero, acaba siendo un buen termómetro para quien quiere conocer el sentimiento del mercado sobre un valor, un partido o unas elecciones.
La empresa ha recibido el apoyo del Intercontinental Exchange (ICE), propietaria de la Bolsa de Nueva York, que ha anunciado que inyectará hasta 2.000 millones de dólares (unos 1.712 millones de euros). Con lo que Polymarket ya está valorada en 9.000 millones. “Es el crecimiento de valoración más rápido y mayor que hemos visto jamás en el mundo cripto”, afirmaba Rob Hadick, socio general del fondo de capital de riesgo Dragonfly, inversor en Polymarket. “El mercado de las predicciones está muy caliente y está dando grandes retornos”, explicaba Victoria Gago, que organiza la European Block Chain Convention en Barcelona.
Detalle importante: entre sus valedores está Joe Gebbia, cofundador de Airbnb y sobre todo el fondo de capital riesgo Founders Fund, del magnate Peter Thiel, fundador de PayPal y Palantir, considerado una de las mentes en la sombra de Donald Trump. De hecho –será una coincidencia–, Donald Trump Jr., hijo del presidente, también ha invertido en la firma, mediante el vehículo inversor 1789, y es asesor de Polymarket desde el pasado verano. Invertir es también un poco como una apuesta. Shayne Coplan de momento ha ganado la suya.