
El profesor de escuela de negocios Pablo Foncillas proyecta un escenario futurista en el que una inteligencia artificial sustituye la figura del profesor al erigirse como guía en el aprendizaje de los estudiantes, panorama que plantea Mo Gawdat, ex máximo ejecutivo de Google X, la división de innovación de Google actualmente llamada X Development. “La inteligencia artificial promete personalizar la educación, adaptando los contenidos a las necesidades individuales de cada alumno”, afirma el divulgador en innovación.
Advierte, no obstante, que este avance trae consigo desafíos éticos “significativos”. Por ejemplo, ¿será capaz de transmitir valores al alumnado más allá de enseñar matemáticas o historia? Gawdat sugiere que la formación impartida por la IA debe ser supervisada cuidadosamente para evitar sesgos y asegurar que refleje un espectro amplio de perspectivas humanas. Pero, además de esto, Foncillas considera que es imprescindible la interacción humana en la educación de la humanidad del futuro, puesto que “fomenta habilidades sociales y emocionales que una máquina podría no ser capaz de replicar completamente”.