El vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, aterriza en Tel Aviv con una misión prácticamente imposible: convencer a sus homólogos israelíes de mantener el precario alto fuego con Hamas y comenzar a perfilar el futuro de una Gaza en ruinas.
En Jerusalén Oeste han comenzado las discusiones sobre el día después de una guerra de dos años, mientras en la franja continúan los bombardeos, aunque con una intensidad mucho menor. El ministerio de Salud de Gaza ha contabilizado al menos 97 muertes por ataques israelíes desde el inicio de la tregua el 10 de octubre.

El vicepresidente J.D. Vance en su visita a Israel
“No habrá botas estadounidenses en Gaza”, prometió el vicepresidente desde Jerusalén
La mano derecha de Donald Trump se une a su equipo mediador en Oriente Medio, formado por el enviado especial Steve Witkoff y el yerno del presidente, Jared Kushner, para perfilar la segunda parte del plan de 20 puntos pactado con Israel el mes pasado. Vance tiene previsto reunirse este miércoles con el primer ministro Beniamin Netanyahu que se centrarán en los “desafíos de seguridad y las oportunidades políticas”.
“Estamos ahora en la fase en la que empezamos realmente a conceptualizar cómo sería esa fuerza internacional de seguridad”, declaró el vicepresidente en una rueda de prensa en el centro de coordinación EE.UU. e Israel para el alto el fuego, con sede en Kiryat Gat. Reiteró que “no habrá botas estadounidenses sobre el terreno en Gaza” y explicó que el objetivo de Estados Unidos es “aportar una coordinación útil”.
Todo ello después del cruce de acusaciones entre Hamas y el gobierno de Netanyahu de incumplir la tregua. Una incursión de hombres armados en el sur del enclave palestino acabó con la vida de dos soldados israelíes y fue respondida con bombardeos que dejaron 26 muertos. En ese sentido, Trump amenazó ayer al grupo islamista con una fuerza “rápida, furiosa y brutal” si no “hace lo correcto”, a través de redes sociales.
En El Cairo, la delegación de la milicia gazatí, encabezada por el líder en el exilio Jalil el Haya, también aborda los próximos pasos a seguir. El principal escollo por el momento pasa por el posible desarme de Hamas y la creación de un Estado Palestino, una idea a la que se opone un importante sector del gobierno israelí.
Washington ha recibido varias propuestas de países aliados para entrar en la franja en caso de que Hamas abandone el control del enclave, aunque el presidente aseguró que “todavía no” es el momento. Turquía confirmó esta semana que sus tropas están listas para patrullar en Gaza, aunque ahora mismo el principal candidato es el Ejército egipcio.
“¿Cómo lograr que los Estados árabes del Golfo, junto con Israel, los turcos y los indonesios, trabajen juntos de una forma que produzca una paz duradera? Los únicos mediadores reales son los Estados Unidos de América. Ese es el papel que vamos a desempeñar”, señaló Vance a los medios, entre los que no figuraba ningún periodista palestino.
Netanyahu recibió ayer mismo al jefe de la agencia de inteligencia egipcia, el general de división Hasan Rashad, para debatir los avances en el acuerdo de paz. Según medios egipcios vinculados al Estado, también abordaron las relaciones entre Israel y Egipto, el “fortalecimiento de la paz” entre ambos países y otras cuestiones regionales.
El alto cargo militar tiene en su agenda una reunión con Witkoff, en la que tratarán la entrada de ayuda humanitaria a la franja, donde la ONU ha declarado la hambruna en el norte del enclave. Estados Unidos ha presionado a Israel para que permita la entrada de camiones, aunque diversas organizaciones aseguran que la cantidad es insuficiente.
En declaraciones a la televisión egipcia el lunes por la noche, Jalil el Haya reafirmó el compromiso de Hamas con la tregua y con la devolución de los cuerpos de los rehenes. “Que los cuerpos de los rehenes regresen a sus familias, y que los cuerpos de nuestros mártires regresen a las suyas para ser enterrados con dignidad”, afirmó.
Hamas entregó otro cuerpo el lunes por la noche y dos más anoche, lo que dejaría aún 13 cadáveres de rehenes en Gaza. Israel considera que el grupo podría devolver más restos en los próximos días, aunque reconoce que algunos requerirán un proceso más lento y complejo de localización y recuperación