Estados Unidos irá reduciendo su presencia militar en el flanco este de Europa, según notificó esta semana a Rumanía y a otros aliados de la OTAN, tras las advertencias de la Administración Trump de que el continente deberá asumir mayores responsabilidades en seguridad, pero fundamentalmente porque la atención de Washington se centra cada vez más en la región del Indo-Pacífico y en las propias fronteras estadounidenses.
La primera medida es detener la rotación de una brigada presente en varios países de la OTAN, y afecta ya a uno de ellos, Rumanía, que en el actual contexto de la amenaza rusa es un país clave bañado por el mar Negro y fronterizo con Ucrania.
Una brigada estadounidense suele estar compuesta por entre 1.500 y 3.000 soldados. En la actualidad, Washington tiene en Rumanía a unos 1.700 militares; se irán 700. “No se trata de una retirada de las fuerzas estadounidenses, sino de la suspensión de la rotación de una brigada que tenía efectivos en varios países de la OTAN, entre ellos Bulgaria, Rumanía, Eslovaquia y Hungría”, defendió el ministro de Defensa rumano, Ionut Mosteanu, el miércoles en rueda de prensa en Bucarest. Mosteanu dijo que esperaba esta decisión, y que el Pentágono se la comunicó el martes.
 
 El ministro de Defensa rumano, Ionut Mosteanu, en la rueda de prensa en Bucarest el 29 de octubre
“Casi mil soldados estadounidenses permanecerán en Rumanía, contribuyendo a disuadir cualquier amenaza y como garantía del compromiso de Estados Unidos con la seguridad regional”, aseguró el ministro Mosteanu. La mayoría de ellos permanecerán en la base aérea Mihail Kogalniceanu, en la zona de Constanta, utilizada tanto por la aviación militar rumana como por las fuerzas aéreas aliadas por su estratégica proximidad al mar Negro.
“La decisión también tuvo en cuenta que la OTAN ha consolidado su presencia y actividad en el flanco oriental, lo que permite a Estados Unidos ajustar su postura militar en la región”, dice un comunicado del Ministerio de Defensa rumano.

En cambio, el ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, declaró el miércoles a periodistas en Varsovia que “no había recibido información, a diferencia de otros países que sí la recibieron, como Rumanía, sobre una reducción del contingente en Polonia”, informa Afp. En septiembre, Trump incluso dijo que Washington podría incrementar presencia militar en Polonia, donde tiene ahora a 10.000 militares, muchos de ellos en rotación. En toda Europa hay ahora unos 84.000 soldados estadounidenses.
Por otra parte, el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, declaró a Sky que el proceso de cambio de enfoque de Estados Unidos empezó en la presidencia de Barack Obama. “A Estados Unidos le preocupa la competencia con China, y Europa debe garantizar su propia defensa”, recordó Crosetto.
 
                                             
                                             
                                             
                                            
 
                                    