

La militancia de Junts ha ratificado de forma mayoritaria la decisión de la cúpula del partido de romper con el PSOE; de enterrar la mesa de negociación en Suiza con verificación internacional y dejar de negociar con los ministerios las iniciativas que llegan al Congreso. En resumen, los afiliados avalan que su formación pase a formar parte del bloque de la oposición junto a PP, Vox y UPN tras dos años de legislatura entre Pinto y Valdemoro, sin ser un socio estable de la Moncloa pese a permitir la investidura de Pedro Sánchez en el 2023 tras el acuerdo sellado en Bruselas.
Un 86,98% de los afiliados se ha pronunciado a favor de la ruptura con Sánchez, mientras que un 10,22% se ha posicionado en contra. La participación en la consulta ha sido de un 66,3%, números algo inferiores a los de la votación para salir del gobierno de Pere Aragonès en octubre del 2022. En aquella ocasión, sin embargo, la división era patente. Un 55% abogó por partir peras con los republicanos y un 42% por mantener la coalición. Entonces participó casi un 80% de la militancia y hubo campaña activa de partidarios y detractores de la ruptura con el socio gubernamental. En la votación telemática de esta semana, que ha durado dos días, desde ayer a las diez de la mañana hasta hoy a las seis de la tarde, estaban convocados unos 6.000 militantes.
Tras el aval unánime de la dirección del partido a la propuesta de Carles Puigdemont en la reunión que se celebró el lunes en Perpiñán y después de que el consejo nacional, en una reunión extraordinaria, ratificara con más de un 90% de los votos la consulta para romper con los socialistas, prácticamente la única incógnita era si esta votación movilizaría a los afiliados posconvergentes. Tanto es así que en las primeras pinceladas que ha dado JxCat en Madrid ya se ha podido apreciar el sello de la ruptura y una propuesta de ley del PP sobre la Fiscalía pasó el primer examen el martes gracias a su abstención. También el senador de Junts, Eduard Pujol, ha sido especialmente duro con Sánchez este jueves en a comparecencia del presidente en la comisión de investigación sobre el caso Koldo en la Cámara Alta.
Con el nuevo escenario, el grupo de JxCat, sin conversaciones previas con los socialistas, solo votará a favor de aquellas iniciativas que consideren beneficiosas para Catalunya o bien aquellas de “sentido común”, según detallan fuentes de la formación, que descarta por ahora una moción de censura con PP y Vox para desbancar a Sánchez. A primera vista, puede parecer que no habrá cambios sustanciales con la dinámica anterior, puesto que los posconvergentes habían tumbado varios proyectos del Gobierno sin titubear en estos dos años, como el techo de gasto el año pasado o el primer texto de la ley de Amnistía, sin ir más lejos. Sin embargo, fuentes del partido de Carles Puigdemont resaltan que sí que “se notará” y que “ruptura significa ruptura”, dejando claro que no hay marcha atrás por mucho que el PSOE crea que sí.
Esta semana, el grupo que encabeza Miriam Nogueras en el Congreso dio apoyo a una iniciativa del Gobierno para endurecer las sanciones a aquellas personas que aparcan en plazas reservadas para personas con movilidad reducida. Es un caso de sentido común que puso la dirección de la formación como ejemplo de sentido común. Asimismo, también sigue su curso parlamentario la ley que obliga a las grandes empresas a tener atención al cliente en catalán. En comisión, este miércoles, la formación votó junto al Ejecutivo de coalición. A su vez, el PSOE, a instancias del PNV, abrió la puerta a dar trámite a la ley que bloqueaba de Junts para combatir la multirreincidencia. Pero lo que parece claro es que no habrá, de ningún modo, son nuevos presupuestos generales del Estado.
Tras conocerse el resultado de la consulta, el presidente de Junts, Carles Puigdemont, ha destacado que “la alta participación, el debate interno y el resultado de la consulta evidencian la fortaleza” de su formación. “Nos preocupa el país y nos preocupa su gente, por eso nos sentimos comprometidos a tomar decisiones difíciles, que escasean en un entorno dominado por el relato fácil de trazo grueso, la demagogia sobre temas complejos y el populismo de los dos extremos”, ha añadido el líder posconvergente en un mensaje en X.
 
                                             
                                             
                                             
                                             
                                             
                                             
                                             
                                             
                                            
 
                                                 
                                                 
                                                