Andrej Babis, nombrado primer ministro, regresa al poder en la República Checa

El multimillonario trumpista Andrej Babis, ganador de las elecciones de la República Checa del pasado 4 de octubre, fue nombrado primer ministro este martes por el jefe del Estado, Petr Pavel, tras prometer desvincularse de su conglomerado de empresas para evitar así conflicto de intereses. Pavel había condicionado el nombramiento de Babis a que solventara el conflicto de intereses derivado de ser propietario de Agrofert, la mayor empresa agroindustrial del país, algo que el presidente del país consideró imprescindible para no provocar una crisis institucional.

El nuevo primer ministro juró el cargo ante el presidente Pavel en el Castillo de Praga, en una ceremonia retransmitida en directo por la televisión del país. El jefe de Estado le deseó “muchos éxitos” en su mandato, no sin antes advertirle de que tendrá que resolver “una serie de cuestiones que no serán agradables”, y que requerirán “coraje” y “no poner en duda” el compromiso del país con la UE y la OTAN. Por su parte, Babis aseguró que luchará por los intereses de la ciudadanía, “tanto en casa como en el resto del mundo”, y que hará “todo lo posible para que la República Checa sea el mejor lugar para vivir en todo el planeta”.

Babis, de 71 años, que fue primer ministro del 2017 al 2021 y ministro de Finanzas durante los cuatro años anteriores a ese periodo, regresa así al poder en Praga para un segundo mandato tras haber pasado una legislatura en la oposición. 

Al frente de su partido populista, Acción de Ciudadanos Insatisfechos (ANO, por sus siglas en checo), de ideario soberanista y eurocrítico; gobernará con dos socios: el partido de extrema derecha Libertad y Democracia Directa (SPD y la formación ultra anticlima Los Propios Automovilistas (Motoristé sobe), con quienes firmó un acuerdo de coalición el pasado 3 de noviembre

Para ser nombrado primer ministro 

Andrej Babis anunció el 4 de diciembre la transferencia de su holding de empresas Agrofert a un fideicomiso ciego para evitar conflicto de intereses al asumir un cargo público 

En un vídeo publicado en redes sociales el pasado 4 de diciembre, Babis anunció su desvinculación “irreversible” de Agrofert mediante la transferencia de las acciones a un fideicomiso ciego, que será administrado por una persona independiente y tutelado por un protector también independiente. Ambas personas serán designadas por el fundador del fideicomiso.

“Por tanto, no seré beneficiario ni propietario final. Asimismo, mis hijos y mi esposa no tendrán ninguna influencia en Agrofert ni tendrán ningún beneficio financiero”, declaró Babis en el vídeo sobre este arreglo, que prevé el retorno de la propiedad de Agrofert a sus hijos cuando él fallezca. El holding agrícola y químico, formado por más de 200 empresas, emplea a más de 30.000 trabajadores, y su valor de mercado asciende a unos 4.000 millones de euros, según estimaciones de economistas checos.

El presidente, Petr Pavel, atlantista y europeísta convencido, a quien en virtud de su cargo corresponde nombrar al primer ministro y a todo el Gobierno, dejó claro semanas atrás que estará atento a “la composición del personal” y al “establecimiento de las prioridades programáticas comunes del gobierno propuesto”. Pavel nombrará al resto del gobierno posteriormente, de conformidad con la Constitución checa. 

La coalición suman 108 escaños de los 200 que posee el hemiciclo. ANO tiene 80; el SPD, quince; y los automovilistas, trece. Andrej Babis, que hace dos años compitió con Petr Pavel en las elecciones presidenciales, ha asegurado al jefe del Estado que el anclaje de la República Checa en las instituciones euroatlánticas es incuestionable.

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Filip Turek, presidente honorario del partido checo Los Propios Automovilistas (Motoristé Sobe), junto a un simpatizante, Michal Pechman, en una foto colgada por ambos en sus respectivas cuentas de la red social Instagram el 17 de octubre del 2025.

Andrej Babis, de ideología indefinible y personalidad pragmática, se declara admirador del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. “Soy trumpista porque estoy de acuerdo con su programa”, ha dicho a menudo Babis, a su vez aliado de dos vecinos centroeuropeos abiertamente trumpistas: los primeros ministros de Hungría, Viktor Orbán, y de Eslovaquia, Robert Fico

Babis y Orbán forman parte del grupo Patriotas por Europa en la Eurocámara. El ya primer ministro checo es menos prorruso que Orbán y Fico, pero quiere reducir el apoyo militar a Ucrania con el argumento de que debe priorizarse la situación económica de los ciudadanos checos.

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