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26 países de Eurasia conforman la OCS, entre miembros principales y socios.
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El secretario general de la OCS dijo que buscan la conformación de un nuevo orden mundial.
A pesar del clamor por la desdolarización, la moneda estadounidense ha emergido más fuerte que nunca, alcanzando un nuevo récord en su participación global en pagos. La afirmación aparece en un análisis reciente publicado por Kobeissi Letter.
Datos, incluidos en el informe, señalan que en la red interbancaria SWIFT, el uso del dólar en transacciones internacionales ha escalado al 49%, la cifra más alta en los últimos 12 años. Esta tendencia indica un aumento de nueve puntos porcentuales en la utilización del dólar en comparación con el año anterior, lo que reafirma su predominancia en un contexto de creciente competencia.
«Se ha debatido mucho sobre la pérdida de dominio del dólar estadounidense como moneda global. Sin embargo, los datos hasta ahora continúan sugiriendo lo contrario. ¿Podrán realmente los países miembros de la alianza BRICS destronar el dominio del dólar estadounidense?», se pregunta el equipo de Kobeissi Letter.
Algunos usuarios de la red social X dejaron sus comentarios a la pregunta lanzada por el equipo de Kobeissi, señalando que «las transacciones realizadas fuera de SWIFT en monedas nacionales no se registran en el gráfico compartido, por lo que, por defecto, es un indicador inadecuado para mostrar el estado real de la desdolarización.
De hecho, los datos de Kobeissi Letter se distancian de los suministrados en un documento del Fondo Monetario Internacional (FMI) en el que afirma que si bien el dólar sigue siendo la moneda de reserva por excelencia, también es cierto que sigue cediendo terreno frente a las monedas no tradicionales en las reservas internacionales de divisas.
Datos recientes de la Composición Monetaria de las Reservas Oficiales de Divisas (COFER) del FMI apuntan a que hay una disminución gradual en curso de la participación del dólar en las reservas extranjeras asignadas a los bancos centrales y los gobiernos.
El documento agrega que, «sorprendentemente, la reducción del papel del dólar estadounidense en las últimas dos décadas no ha ido acompañada de un aumento de la participación de las otras ‘cuatro grandes’ monedas (el euro, el yen y la libra), sino de un aumento de la participación de las que hemos llamado monedas de reserva no tradicionales, entre ellas el dólar australiano, el dólar canadiense, el renminbi chino, el won surcoreano, el dólar singapurense y las monedas nórdicas».
Para los analistas del FMI, los datos indican que «los bancos centrales se han ido alejando gradualmente del dólar». Sin embargo, hablar de una desdolarización parece algo lejano si se toma en cuenta la siguiente afirmación que se hace en el documento del FMI: «las pruebas estadísticas no indican una caída acelerada de la participación del dólar en las reservas, contrariamente a las afirmaciones de que las sanciones financieras estadounidenses han acelerado el abandono del dólar».
En ese sentido, queda claro que, por el momento, el estatus del dólar como moneda de reserva sigue siendo robusto. Sin embargo, el debate sobre su futuro y la posibilidad de un cambio en el equilibrio monetario global continúa, lo que nos invita a seguir observando de cerca las dinámicas económicas y políticas que podrían influir en este escenario. La historia del dólar está lejos de concluir, y su evolución será un tema fascinante en los años venideros.

Un sistema de pago único: la tarea pendiente para avanzar en la desdolarización
La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) ha decidido transitar por la ruta marcada por la alianza BRICS, ahora cuando cuenta con diez países miembros, catorce socios y avanza en su proceso de desdolarización, centrándose en la creación de un sistema de pagos unificado para facilitar el comercio entre sus afiliados.
Este movimiento es parte de un esfuerzo más amplio para aumentar la participación de las monedas locales en los acuerdos comerciales entre los estados miembros. Así lo detalló recientemente el secretario general de la OCS, Zhang Ming, quien dijo que la organización de eurasia busca facilitar el comercio y reducir la dependencia del dólar estadounidense, para promover la libre circulación de bienes, capitales, tecnología y sevicios dentro de su región.
En sí, la OCS, que actualmente incluye a —Bielorrusia, India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, China, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán—, además de catorce socios de diálogo, busca fomentar un entorno de cooperación. Sin embargo, Zhang enfatizó que la creación de una zona de libre comercio aún es improbable en un futuro cercano.
La discusión, impulsada por la necesidad de desarrollar alternativas a las economías dolarizadas, enfrenta desafíos y retrasos, tomando en cuenta que se remonta a la cumbre de Samarcanda que se llevó cabo en 2022, donde se estableció este objetivo, aunque para Ming está avanzando activamente, tal como lo señaló al medio ruso Izvestia.
El secretario general de la OCS indicó que el trabajo en esta área no es sencillo, reconociendo las dificultades de coordinación política que enfrentan los miembros ante un panorama internacional cambiante y tácticas de injerencia de potencias no miembros. Las dificultades también han trabado el avance de la desdolarización para la alianza de los BRICS, cuyo camino se presenta complicado, dado a que la resistencia a la idea de un choque frontal con Occidente es un signo de las diferencias internas en el grupo, tal como lo informó recientemente CriptoNoticias.
Más allá de las dificultades que están afrontando, los líderes de la OCS y también de los BRICS, ambos con Rusia y China entre sus miembros principales, ven a la desdolarización como fase crucial para establecer un nuevo orden mundial más equitativo y sostenible. A medida que el mundo busca alternativas al uso del dólar estadounidense, estas alianzas de países se posicionan como un actores relevantes, abriendo un abanico de posibilidades para nuevas dinámicas comerciales y financieras en un futuro, probablemente, no tan lejano.

Comerciar con dólares o desdolarizar ¿qué es más arriesgado?
En la reciente cumbre del BRICS celebrada en Kazán, Rusia, los líderes de estas naciones compartieron sus visiones sobre el futuro financiero, apuntando hacia la necesidad de explorar alternativas al dólar como moneda de reserva global.
El presidente ruso, Vladimir Putin, enfatizó que aunque no se rechaza el dólar, es imperativo buscar alternativas si se continúa restringiendo su uso. “Si se nos impide trabajar con él [el dólar], ¿qué tenemos que hacer? Tenemos que buscar alternativas”.
La mayoría de los líderes de los países miembros de estas organizaciones manifiestan su inquietud al considerar que el uso del dólar puede convertirse en un obstáculo debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Para muchos países, comerciar con dólares significa tener acceso a una economía robusta y una plataforma estable para sus transacciones. Sin embargo, la creciente implementación de sanciones unilaterales por parte de Estados Unidos ha llevado a las naciones afectadas a examinar los riesgos de esta dependencia.
A medida que países del BRICS buscan mecanismos para reducir su dependencia del dólar, el concepto de desdolarización ha ganado impulso. Muchos de estos países también ven la creación de un sistema financiero alternativo como una salida ante el posible colapso del dólar o su devaluación debido a la creciente deuda nacional de Estados Unidos, que se sitúa en casi 40 billones de dólares en 2024. Sin embargo, ninguno de estos enfoques está exento de riesgos.