Toni Huertas dimitirá y Pablo Díaz-Malaguilla se perfila como sustituto

El CF La Solana aún intenta digerir una nueva decepción. O vieja, según se mire. El sábado, el epílogo contra el Carrión (1-3) fue una foto fija perfecta de la capitulación de una generación de futbolistas que ha dado muchísimo al fútbol solanero, pero que ha sido incapaz de subir el último escalón hacia la gloria.

La renovación en la vertiente deportiva deberá esperar porque antes hay que solucionar la continuidad institucional. El presidente, Toni Huertas, se va. No puede compatibilizar su cargo con su trabajo en Valencia, donde reside. Presentará la dimisión en la próxima asamblea, con la consiguiente apertura de un nuevo proceso electoral. El vicepresidente, Pablo Díaz-Malaguilla, se perfila como candidato a sustituirle.

La Junta Directiva, disgustada con el desenlace deportivo, intenta olvidar mientras se refugia en su notable gestión económica. Tiene derecho a hacerlo tras un año de mucho trabajo para enderezar las cuentas del club. Su idea era convocar una asamblea esta misma semana y, en el mismo cónclave, despedir un presidente y elegir otro. Pero prefiere cuadrar antes todos los números y esperar unos días más.

Si todo rueda bajo la lógica prevista, lo normal es que Huertas dimita y acto seguido presente su candidatura Pablo Díaz-Malaguilla, en la misma asamblea. Salvo sorpresa, no se prevén más aspirantes. Entre tanto, la planificación deportiva permanece en stand by. La nueva directiva, que en gran parte será una continuidad de la actual, deberá decidir sobre el entrenador y, a partir de ahí, la formación del equipo y marcar los objetivos. Pero es pronto. Ni siquiera se sabe qué pasará con los arrastres por ascensos o descensos en 2ª B y 3ª División. La Solana aún podría beneficiarse de ello como mejor tercero de Preferente. Toca esperar.

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