El nuevo titular de la Parroquia de San Juan Bautista, Jesús Navarro Ortiz, afronta con mucha ilusión su etapa en La Solana tras la toma de posesión como párroco el pasado domingo. El sacerdote ha asegurado que quería volver a la pastoral después de un tiempo de formación, reconociendo que llega con muchas ganas de aprender y de poder servir a los demás.
El religioso llega con mucha ilusión a la localidad, según reconoció a la emisora municipal Radio Horizonte. Ya estuvo de seminarista hace unos años y ahora regresa como sacerdote para iniciar una nueva pastoral. Las primeras impresiones han sido más que satisfactorias, mostrándose encantado con la acogida del pueblo en estos primeros días.
Comienza con ganas un periplo que le asusta un poco. Navarro reconoce que se siente pequeño ante una parroquia tan grande y que no va sobrado de experiencia, pero contará con el apoyo de la comunidad e intentará aprender de los demás, según indicó.
Durante la toma de posesión de su cargo, estuvo acompañado por el obispo de Ciudad Real, lo que resultó muy confortante para el nuevo párroco porque se sintió mucho más arropado. También notó el calor de los solaneros, señalando que percibió una parroquia muy cálida y una gente muy acogedora. De igual forma, recibió el apoyo y disponibilidad del párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, con quien compartirá un trabajo Interparroquial.
Navarro aterriza en La Solana tras un periodo de formación de tres años en Roma, donde ha cursado Historia de la Iglesia, en un periodo que califica como una gracia de Dios y un plus en su carrera.
También reconoció que comienza su nueva andadura en un buen momento porque coincidirá con las fiestas patronales y tendrá la oportunidad de comprobar como celebran los solaneros la religiosidad en torno a la Virgen de Peñarroya. Una virgen que ya conoce, al ser natural de Tomelloso y también porque predicó el novenario de la misma en el año 2.008.
La iglesia tiene crisis de vocaciones y de cristianos
Durante la entrevista con el nuevo párroco salió a relucir la falta de vocaciones. Navarro aseguró que la iglesia en España está viviendo una crisis de vocaciones, no sólo de sacerdotes sino de cristianos. Indicó que habrá que hacer algo entre todos porque si baja el número de cristianos, es normal que baje la cifra de personas que puedan sentir la llamada de la vocación.
El sacerdote está muy agradecido por la buena acogida y la ayuda que le están brindando durante estos primeros días, esperando cumplir su papel durante esta nueva etapa que comprenderá los próximos seis años en la localidad.
