Los cantaores Quintín Zamora y Emiliano López ofrecieron un variado y entretenido recital flamenco en el auditorio ‘Tomás Barrera’, con motivo del 18º Festival de Saetas de Semana Santa. Acompañados a la guitarra por el joven Joaquín Ángel, ambos solistas comenzaron a ritmo de saeta, para iniciar después un mosaico de cante con los palos más conocidos del flamenco.
En declaraciones previas a la prensa local, los dos cantaores admitieron que el fandango es el palo que más gusta en La Solana y en La Mancha. “Es sentimiento puro y habla de cosas que llegan al corazón, por ejemplo de la madre”, decía Quintín Zamora, contento por el repunte que vuelve a haber en el número de actuaciones. “Yo tengo ocupado casi todos los fines de semana hasta después del verano”.
Por su parte, Emiliano López se refería a la dificultad de cantar saetas “porque es un cante lineal y sólo se hace en estas fechas”. Pero cree que al público lo que de verdad le gusta es cante tradicional, sobre todo por malagueñas, soleás y, por supuesto, fangandos.
La guitarra de Joaquín Ángel acompañó a ambos artistas. El jovencísimo intérprete bolañego es un autodidacta que ya ha cosechado algún premio y que ama el flamenco. “Voy aprendiendo poco a poco”, indicó.
En cuanto al público, si La Solana tiene fama de tener mucha afición al flamenco, se notó bien poco. La asistencia a esta edición del festival fue muy escasa.