Von der Leyen avanza para sellar el acuerdo comercial con Mercosur

Por si no tuviera suficientes frentes abiertos en casa, al presidente francés Emmanuel Macron le surgió un problema añadido al ver que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aterrizaba este jueves en Montevideo con el objetivo de sellar el acuerdo comercial entre la UE y el bloque sudamericano del Mercosur que lleva más veinte años gestándose, pero cuenta con la oposición frontal de Francia.

Mientras el Gobierno francés de Michel Barnier se derrumbaba tras perder la confianza del Parlamento, Von der Leyen avanzaba para poder cerrar –si todo va bien, este viernes– el mayor acuerdo comercial en términos de reducción de aranceles que ha llevado a cabo jamás la Unión Europea y que ha generado profundas divisiones e el bloque comunitario. Especialmente, no gusta nada a Francia porque cree que va contra los intereses de sus agricultores. “El proyecto de acuerdo entre la UE y Mercosur es inaceptable”, escribió el Elíseo en sus redes sociales, informando que Macron así se lo había hecho saber a la jefa del Ejecutivo comunitario. “Seguiremos defendiendo sin tregua nuestra soberanía agrícola”, añadió el Gobierno francés.

El objetivo de la Comisión Europea es ganar terreno en un continente donde crece la influencia china

Pero a Von der Leyen no parecen importarle demasiado los recelos de París. La líder comunitaria está acelerando, con el sostén de España y Alemania –los principales valedores del proyecto de acuerdo– para ratificar un pacto que podría permitir a las empresas europeas eliminar unos 4.000 millones en aranceles, especialmente a la industria automovilísticas, farmacéutica o química, si se suprimen las barreras impuestas por los países del Mercosur, que incluye a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.

“La línea de meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista. Trabajemos, crucémosla. Se trata de la mayor asociación comercial y de inversión que el mundo haya visto jamás. Ambas regiones se beneficiarán”, indicó Von der Leyen desde Montevideo, donde se están reuniendo los miembros del bloque sudamericano.

El objetivo de Von der Leyen es ganar terreno en un continente donde cada vez es mayor la influencia china y después de la frialdad en las relaciones con Rusia. Además, tienen un gran abastecimiento de materiales necesarios en la transición ecológica como el litio. Sin embargo, los agricultores europeos temen que el acuerdo permita importaciones baratas de materias primas sudamericanas, especialmente carne vacuna, sin que deban respetar las mismas normas ecológicas y de seguridad alimentaria que en Europa, y que no se convencen de las posibles subvenciones que ha propuesto la Comisión Europea para ayudarles.

El pacto no es nuevo. Se alcanzó en el 2019, pero no se pudo ratificar por la oposición de algunos socios comunitarios, especialmente Francia, que expresaban dudas sobre el alcance de las medidas ambientales en el bloque del Mercosur. Todo depende de la Comisión Europea, que tiene competencias exclusivas en política comerical y que no necesita unanimidad entre los Estados miembros, ya que para los acuerdos comerciales solo se necesita una mayoría de voces a favor en el Consejo Europeo.

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