
Estados Unidos mantendrá, al menos hasta el fin de la administración de Joe Biden, su presencia militar en el este de Siria, conformada por unos 900 soldados, y tomará “las medidas necesarias” para evitar un resurgimiento del Estado Islámico. Así lo ha confirmado el subsecretario adjunto del Pentágono para Oriente Medio, Daniel Shapiro, horas después del histórico anuncio de que los rebeldes sirios habían derrocado al gobierno de Bashar el Assad.
“Somos conscientes de que las circunstancias caóticas y dinámicas sobre el terreno en Siria podrían dar espacio al Estado Islámico para reactivarse y planificar operaciones externas, y estamos decididos a trabajar con nuestros socios para seguir degradando sus capacidades”, ha afirmado Shapiro en la conferencia de seguridad Diálogo de Manama, en la capital de Bahréin. “Estamos decididos a garantizar la derrota permanente del Estado Islámico, la detención segura de sus combatientes y la repatriación de las personas desplazadas”, añadió, tras pedir a las partes que protejan a los civiles.
El temor de la actual administración de EE.UU. está en Hayat Tahrir al-Sham, un grupo islamista suní que lideró los avances de los rebeldes en el oeste de Siria. Creado en el 2017 con la unión del Frente Al-Nusra, una filial de Al Qaeda, con otras facciones rebeldes, el antiguo líder del Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi participó directamente en su formación. Ahora el Pentágono teme que aprovechen el vacío de poder para ganar fuerza y más adeptos en el país.
El presidente Joe Biden, que todavía no ha reaccionado a la noticia, está reunido con sus asesores de Seguridad Nacional para valorar los siguientes pasos a seguir, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado.
La presencia militar en Siria podría terminar cuando el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, regrese a la Casa Blanca. El sábado dijo en su plataforma, Truth Social, que el país “es un desastre, pero no es nuestro amigo, y Estados Unidos no debe tener nada que ver con ello. Esta no es nuestra lucha. Dejemos que se desarrolle. No se involucren”. Como en otros conflictos de orden internacional, Trump dejó clara en campaña su visión aislacionista de la geopolítica, el America First, que ya guió su primer mandato.
Donald Tr
“Rusia e Irán están debilitados, uno debido a Ucrania y a una mala economía, el otro debido a Israel y a su éxito en la batalla”,
Tras conocer la caída del régimen de el Assad, Trump publicó el domingo un mensaje con alusiones al presidente ruso Vladimir Putin, que, como Irán, ha perdido a un aliado clave en la región: “Assad se ha ido. Ha huido de su país. Su protector, Rusia, Rusia, Rusia, liderado por Vladimir Putin, no estaba interesado en seguir protegiéndolo”, ha asegurado en Truth Social. “No había ninguna razón para que Rusia estuviera allí. Perdieron todo interés en Siria a causa de Ucrania, donde cerca de 600.000 soldados rusos yacían heridos o muertos, en una guerra que nunca debería haber comenzado, y que podría durar para siempre”.
“Rusia e Irán se encuentran en un estado debilitado en este momento, uno debido a Ucrania y a una mala economía, el otro debido a Israel y a su éxito en la batalla”, ha añadido. “Del mismo modo, a (Volodímir) Zelenski y a Ucrania les gustaría llegar a un acuerdo y detener la locura. Han perdido ridículamente 400.000 soldados, y muchos más civiles”, ha afirmado, después de la reunión que mantuvo ayer con el presidente ucraniano y el francés Emmanuel Macron en París, en el marco de la reapertura de la catedral de Notre Dame.