Francia teme hasta miles de muertos por un ciclón en Mayotte, en el Índico

La dimensión de la hecatombe no puede todavía cuantificarse, pero se teme que alcance cifras nunca vistas en la historia moderna de Francia. El prefecto de Mayotte –archipiélago francés en el océano Índico, cerca de Madagascar–, François-Xavier Bieuville, se ha referido a “varios centenares de muertos, quizás miles”, después del paso del devastador ciclón Chido, el peor de los últimos noventa años.

Bieuville describe un “escenario apocalíptico” en las zonas periféricas de Mamoudzou, la capital de este territorio de ultramar. Barrios enteros de chabolas, construidas anárquicamente sobre colinas, han quedado arrasados. El prefecto reconoció que probablemente no se sabrá nunca el número exacto de víctimas ante el caos reinante. Se trata en su inmensa mayoría de inmigrantes irregulares. Su religión musulmana obliga a entierros muy rápidos.

Grande-terre (Mayotte), 15/12/2024.- A handout photo made available by the French Army on 15 December 2024 shows soldiers with the local population in the French overseas territory of Mayotte. At least 14 people were killed and more than 200 injured after tropical cyclone Chido battered the French Indian Ocean territory of Mayotte on 14 December, authorities said. (Francia) EFE/EPA/ETAT-MAJOR DES ARMEE HANDOUT -- BEST QUALITY AVAILABLE -- MANDATORY CREDIT: ETAT-MAJOR DES ARMEE -- HANDOUT EDITORIAL USE ONLY/NO SALES

Las fuerzas armadas francesas en el lugar de los hechos 

EFE

La calamidad se ha producido en unas islas que, desde el año 2011, son el departamento 101 de la República Francesa y el más pobre. En un territorio de 376 kilómetros cuadrados, equivalente a la isla canaria de La Gomera, viven unas 320.000 personas, si bien podrían ser muchas más. Mayotte fue colonizado en 1841, después de que el sultán local decidiera venderlo a Francia, que posteriormente se apoderó de las vecinas islas Comoras. En 1974 todas las islas, excepto Mayotte, optaron por la independencia en un referéndum, un caso bastante singular de colonia que decide voluntariamente incorporarse de manera integral al Estado de la metrópoli.

El problema es que desde las vecinas Comoras, las independientes, el flujo ha sido continuo, mediante las canoas tradicionales, las kwassa, situando desde hace años a Mayotte al borde del colapso. Hay mucha delincuencia, falta agua potable y los servicios sanitarios están siempre desbordados. La maternidad de Mamoudzou es la que tiene más nacimientos anuales de todo el país.

El sábado por la noche hubo una reunión de crisis en París presidida por el nuevo primer ministro, François Bayrou, y buena parte del Ejecutivo en funciones. Los rostros eran de mucha preocupación, casi de impotencia para mitigar el desastre, dada la distancia y la situación de las islas. Se decidió el envío inmediato de militares, bomberos, personal sanitario y víveres desde la isla de La Reunión, otro departamento francés en el Índico, a varias horas de vuelo y a tres días en barco. La torre de control en el aeropuerto de Mamoudzou quedó inutilizada y por ello se han suspendido los vuelos civiles. Por suerte las pistas son viables para el aterrizaje de aviones militares.

Se acumulan los problemas para François Bayrou

El drama de Mayotte se suma a la grave situación política y financiera

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El drama de Mayotte se suma a una situación política y financiera general de Francia muy delicada en Francia

Gonzalo Fuentes / Reuters

La catástrofe natural, que los expertos atribuyen en parte al cambio climático, fue evocada por el papa Francisco durante su visita de ayer a Córcega. Pidió solidaridad con las víctimas en la plegaria del Ángelus, en la catedral de Ajaccio.

El drama de Mayotte se suma a una situación política y financiera general de Francia muy delicada, sin mayoría parlamentaria para gobernar y con una deuda y un déficit que deben atajarse cuanto antes. Mayotte es, pues, un factor adicional de desestabilización. Las crisis se acumulan para Bayrou, que debe formar un gobierno capaz de sobrevivir a la segura moción de censura que presentará en enero la izquierda radical.

La herencia colonial francesa es en parte explosiva. Mayotte y Nueva Caledonia son los casos más extremos. En el primero de los territorios es la miseria endémica y una inmigración fuera de control, insostenible. El segundo de los archipiélagos, en el Pacífico sur, sufrió hace unos meses una situación insurreccional de envergadura en la que se juntaron el independentismo radical y una crisis muy profunda de la primera industria local, la explotación y transformación del níquel, un metal muy abundante en las islas.

El resto del confeti excolonial francés presenta otros puntos calientes, como la Guayana Francesa (Sudamérica), con serias dificultades económicas, sociales, medioambientales y de inmigración de los países vecinos. También hay malestar en Martinica y Guadalupe (en el Caribe), y en la Polinesia Francesa (Pacífico) la pulsión secesionista gana terreno.

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