
Rusia lleva “la iniciativa estratégica” en toda la línea del frente de Ucrania, y en 2024 sus tropas han tomado casi 200 municipios, aseguró ayer lunes el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, durante un discurso ante la plana mayor de su Ministerio de Defensa. Aprovechó para acusar una vez más a los países de la OTAN, aliados de Ucrania, de empujar a Rusia hasta sus “líneas rojas”.
“Me gustaría enfatizar que el año que termina ha sido un año crucial en términos de lograr los objetivos de la operación militar especial”, afirmó el presidente ruso, usando el eufemismo de rigor en Rusia para mencionar el asalto al país vecino. “Las tropas rusas controlan firmemente la iniciativa estratégica a lo largo de toda la línea de contacto. Sólo este año se han liberado 189 núcleos de población”. Este otoño los avances logrados por las tropas rusas sobre el terreno han sido los más rápidos desde que en febrero del 2022 el mismo Putin ordenó a sus Fuerzas Armadas entrar en Ucrania, con lo que dio comienzo un conflicto que está a punto de cumplir tres años.
Putin acusa a Occidente de llevar a Rusia a sus “líneas rojas”
Según Putin, la guerra se inclina del lado de Rusia gracias a los miles de hombres que se están alistando de forma voluntaria en el ejército. Unos 430.000 ciudadanos rusos han firmado contratos con el ejército en este 2024, frente a los cerca de 300.000 del año anterior, un factor que, según dijo Putin, tiene una enorme importancia para el esfuerzo bélico de Rusia.
Durante su intervención, Putin acusó a Occidente de llevar a Rusia a sus “líneas rojas”, situaciones que el Kremlin ha dejado claro públicamente que no tolerará. Por esta razón, afirmó, Moscú se ha visto obligado a responder. Una de esas líneas rojas era que Ucrania utilizase misiles de largo alcance contra territorio ruso. Kyiv disparó este tipo de proyectiles, de fabricación estadounidense y británica, a finales de noviembre, después de que Washington y Londres diesen luz verde. Rusia respondió poniendo en juego un nuevo misil balístico hipersónico, el Oréshnik (avellano, en castellano), que lanzó contra una fábrica de armamento cerca de la ciudad de Dnipró.
Putin dijo que le preocupaba que Estados Unidos desplegase en Europa misiles de corto y medio alcance, que había estado prohibidos con el tratado sobre fuerzas nucleares de rango intermedio (INF), firmado en 1987, en plena guerra fría, hasta que en el 2019 EE.UU. lo abandonó y Rusia lo suspendió. Putin dijo ayer que Rusia levantaría todas sus restricciones voluntarias al despliegue de sus propios misiles si EE.UU. desplegaba tales misiles en el continente.