La inversión inmobiliaria ha marcado un punto de inflexión este año en Barcelona. Tras la parálisis del 2023, el volumen transaccionado se ha recuperado impulsado por el interés inversor en hoteles y oficinas.
En total, se han cerrado operaciones por un total de 2.225 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 20%, pese a que los grandes inversores institucionales han tenido un papel menos destacado de lo que es habitual. El volumen podría ser incluso mayor si se cierra alguna operación de gran tamaño pendiente de los últimos flecos.
El mercado hotelero vuelve a repetir como el favorito de los inversores y las oficinas se recuperan
“Estos datos confirman un cambio de tendencia respecto a un año especialmente malo para la inversión como fue del 2023”, explica el director de la oficina de Barcelona de CBRE, Xavier Güell. La bajada de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) ha sido clave para reactivar el mercado. Las previsiones de la consultora inmobiliaria para este año apuntaban a un crecimiento del 10% pero finalmente la evolución ha sido superior (aunque estamos todavía lejos de las cifras del 2021 y 2022).
Los family office e inversores locales han tenido el papel protagonista que ya tuvieron el año pasado. Los fondos han ido ganando presencia, pero se confía en que regresen con más fuerza. “Esperamos que los grandes inversores que buscan activos ya consolidados (core) vuelvan al mercado hacia mediados de 2025”, indica Güell. En paralelo, se ha visto mucha actividad de los inversores en el ámbito de las socimis para aprovechar el descuento de las cotizaciones respecto al valor de los activos.
La clave de esta recuperación pasa por el sector hotelero. “Los inversores han seguido de cerca los indicadores del sector turístico en España, que se mantiene muy fuerte desde el fin de la pandemia”, comenta Güell. En total, se han transaccionado 592 millones de euros gracias a una veintena de compraventas. Aún así, esta cifra es un 8% por debajo del año anterior, que estuvo marcado por pocas operaciones pero de gran volumen.
La última en cerrarse ha sido la venta del Hotel Vincci Bit, en el distrito 22@ de Barcelona. El Grupo Rosales ha vendido el establecimiento de cuatro estrellas y 177 habitaciones por 60 millones de euros a un inversor español. Entre otros activos, se han vendido el Ocean Drive Barcelona (50 millones) o el Hampton by Hilton Barcelona Fira Gran Via (50 millones). Durante este año, las propias compañías hoteleras han protagonizado el 38% de las operaciones, con casos como Catalonia Hoteles (Catalonia La Boquería), Grupo Hotelero Gargallo (Hotel Casa Lit) o el Grupo Bessa (Acevi Villarroel).
El segmento de oficinas ha resucitado. En total, se han cerrado operaciones por 550 millones de euros. En el 2023, apenas se transaccionaron 280 millones por el impacto de los tipos de interés y la desconfianza que generaba el el auge del teletrabajo. La cifra está aún lejos de los 1.000 millones alcanzados en el 2022, pero la expectativa es que este submercado vaya a más. “Hay muchas operaciones pequeña y mediana; los grandes fondos institucionales aún no han vuelto”, afirma Güell.
La operación del año fue la compra por parte del Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) del edificio torre Tarragona a Blackstone por 93 millones de euros. Sin embargo, también destaca la inversión de 220 millones por parte de Stoneshield en cinco activos en Esplugues, entre ellos la sede de Bayer y el edificio Imagina, para crear su campus biomédico en Catalunya.
El tercer segmento que más interés despertó entre los inversores fue el conocido como living , con 442 millones de euros. “La actividad se ha centrado en la venta de residencias de estudiantes. En cambio, apenas hay operaciones de compraventa de activos de vivienda para alquiler porque los inversores desconfían de la regulación catalana”, indica Güell. La gran operación del año fue la compra de dos activos, uno en Pedralbes y otro en el 22@, por parte de Morgan Stanley a Vita Group por 160 millones.
Por su parte, el retail alcanzó 298 millones frente a los 75 millones de un año antes. Pese a que durante una temporada los inversores temieron que el comercio electrónico tuviera un fuerte impacto, lo cierto es que el sector está funcionando. La gran operación de 2024 fue la venta del centro comercial Espai Gironès, por 168 millones, y la del local de Patek Philippe en el número 111 de Paseo de Gràcia, por 20 millones.
Finalmente, la previsión del sector logístico es cerrar con 150 millones en operaciones, un 75% menos, aunque se está ultimando los flecos de una gran operación que podría elevar el volumen.
