

El rey Felipe VI ha aprovechado su tradicional discurso de la Pascua militar para insuflar aliento a los 8.500 militares españoles que continúan desplegados en la Comunidad Valenciana debido a la DANA —que ha dejado un recuento de 224 víctimas mortales— porque “queda un largo camino por delante” en el la mayor operación militar, especialmente en logística, en territorio nacional en tiempo de paz que han realizado las Fuerzas Armadas. “Vuestro espíritu no se quiebra ni por el ingente trabajo realizado, ni por la conciencia de lo que resta por hacer”, ha expresado el monarca, que también ha dedicado palabras a los más de 3.000 efectivos destinados en misiones en el exterior, con especial atención a los que se encuentran en Oriente Medio, en un marco “de gran tensión y conflicto abierto”.
Los reyes, acompañados de la princesa Leonor, han presidido esta mañana la ceremonia de la Pascua Militar en el Palacio Real, que cada 6 de enero reúne a la cúpula de los tres Ejércitos y la Guardia Civil. El acto central de la Pascua militar militar —tradición que instauró Carlos III después de que España recuperara la localidad de Mahón (Menorca) de manos de los ingleses el 6 de enero de 1782— ha arrancado a las 12:00 horas en la Plaza de la Armería, frente a la catedral de la Almudena, donde se ha interpretado el himno nacional y Felipe VI, con el uniforme del Ejército de Tierra, ha pasado revista a la unidad de honores. A su llegada, han sido recibidos por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la ministra de Defensa, Margarita Robles y el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska.
El que ha sido el undécimo discurso de Felipe VI en una Pascua militar, el rey ha querido poner el acento en la “devastadora” DANA que “redujo a escombros barrios enteros en varias zonas” de la Comunidad Valenciana. “La tragedia ha vuelto a poner de manifiesto el valor de las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad como elemento esencial de la acción del Estado y como apoyo a las administraciones públicas ante cualquier emergencia”, ha afirmado dos meses después de que la indignación contra las instituciones aflorase entre las víctimas de la tragedia, que se sintieron abandonadas por la falta de una respuesta inmediata ante la catástrofe. Una rabia ciudadana que quedó retratada en los incidentes de Paiporta, en los que los vecinos indignados lanzaron barro a las autoridades, entre las que se encontraban los reyes.
Por ello, el rey ha ensalzado las tareas de búsqueda y rescate, atención a la población y acondicionamiento de infraestructuras que han venido realizando las unidades de las Fuerzas Armadas, con una labor destacada de la Unidad Militar de Emergencia (UME): intervenciones médicas, distribución de alimentos, retirada de escombros, vehículos y lodos en garajes, calles y alcantarillas. “Habéis dado apoyo psicológico a los afectados y también habéis patrullado barrios y pueblos dando seguridad y tranquilidad con vuestra sola presencia”, ha destacado. “Sé bien del esfuerzo que todo ello ha supuesto, pero también sé que más aún ha sido la satisfacción de cumplir con el deber y con vuestra máxima vocación de servir a los españoles, de defenderlos y de ayudarlos también ante graves riesgos”, ha añadido.
Minutos antes, la ministra de Defensa también ha pronunciado un discurso que ha pivotado sobre el despliegue en la Comunidad Valenciana —aunque también sin olvidar las misiones en el exterior, que han alcanzado cuotas máximas debido al despliegue en el flanco este ante la amenaza rusa—. “Tenemos la obligación de no dejarles solos”, ha asegurado Robles que ha fijado como “máxima prioridad” de las Fuerzas Armadas para este 2025 la reconstrucción de las zonas más arrasadas de la DANA sin fijar la fecha de caducidad de la misión. “Estaremos el tiempo que sea necesario”, ha enfatizado la titular de Defensa, quien ha pedido “trabajar unidos”.
Con la prioridad en el territorio nacional, pero con la mirada puesta más allá de nuestras fronteras, donde una geopolítica cada vez más convulsa, compleja e impredecible marca las agendas de los países. Especial mención a los alrededor de 650 cascos azules desplegados en Líbano, cuya situación se volvió más peligrosa tras la invasión israelí del país, y los militares desplegados en el flanco este. España cerró 2024 con la participación de más de 15.000 soldados en alguno de los contingentes desplegados en 17 misiones en el exterior: el 60% de ellos en labores de disuasión de la OTAN frente a Rusia. El grueso se concentra, en estos momentos, en Eslovaquia, donde el Ejército de Tierra lidera la brigada multinacional.