Trudeau dimite de primer ministro de Canadá pero pide a su partido que le busque un sucesor

Justin Trudeau es la demostración de que el éxito también caduca. El dirigente canadiense, que lleva once años liderando el Partido Liberal y nueve como primer ministro, anunció este lunes que renuncia al cargo en su grupo y que dimitirá al frente del gobierno. Trudeau se mantendrá, no obstante, en el poder hasta que su partido le encuentre un sucesor, algo que podría ocurrir en los próximas semanas o meses. “Tengo la intención de dimitir como líder del partido y como primer ministro después de que el partido elija a un nuevo líder” explicitó mediante una fórmula de ambigua resolución.

Para facilitar el relevo, Trudeau explicó que pidió una pausa en el Parlamento y la gobernador general, Mary Simon, concedió que siga cerrado en periodo de vacaciones hasta el 24 de marzo, periodo que servirá para elegir a su sucesor en un proceso nacional, mientras el gobierno continúa operativo.

Una vez que el Parlamento vuelva al trabajo, ya con un nuevo líder liberal, todo indica que los conservadores presentarán la anunciada moción de censura contra su gobierno, que perderá al contar con una minoría de legisladores propios y quedarse sin  la confianza de otros grupos que le apoyaron. 

Su dimisión, anunciada desde Ottawa, supone abrir la batalla por su sucesión después de una década en que ha estado al frente del partido y del país. Trudeau tomó esta decisión después de semanas en las que la presión para que abandonara por parte de su grupo político no ha hecho más que ir a más. Las elecciones generales están previstas para octubre.

“Todos sabéis que soy un luchador, que cada hueso de mi cuerpo siempre me ha dicho que luche porque me preocupan profundamente Canadá y los canadienses. Me preocupa profundamente este país y siempre me motiva lo que sea lo mejor en el interés de Canadá”, remarcó al anunciar una decisión que la noche del domingo comunicó a su familia.

Pero, a pesar de sus mejores esfuerzos, precisó que “el Parlamento ha estado paralizado durante meses en la que ha sido la sesión más larga de un Parlamento minoritario en la historia de Canadá”. 

Y remarcó que “es la hora de hacer un reinicio”. Para él, “es el momento de rebajar la temperatura, de que haya un nuevo comienzo en el Parlamento”, del que él no puede ser parte. Aceptó que su retirada de la ecuación  ayudará a frenar la polarización, mejorará el funcionamiento de la institución legislativa y llevará al país a un territorio más favorable para votar en las elecciones federales.

La rebelión entre los liberales canadienses se produce a rebufo de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos, con la amenaza de la imposición de aranceles a todas las importaciones procedentes de Canadá. La crisis en el partido y en el gobierno han supuesto la marcha de aliados clave (entre ellos la carismática ministra de Finanzas, Chrystia Freeland), y la pérdida de respeto y admiración de la opinión pública después de una desastrosa gestión de la comunicación. La inflación ha jugado un papel clave en esa impopularidad.

En su línea habitual de provocación, Trump respondió al anuncio de dimisión sugiriendo otra vez que Canadá debería ser el Estado 51 de Estados Unidos. En su red social apuntó que así los canadienses se beneficiarían de los impuestos más bajos de los estadounidenses y no sufrirán la imposición de aranceles del 25% con los que intimida.

El nuevo movimiento deja al Partido Liberal sin un líder permanente o aceptado por todas las familias de esta agrupación de cara a las elecciones generales. Trudeau urgió a dar un apoyo total al que sea elegido para reemplazarle en el Partido Liberal puesto que la visión del rival conservador, Pierre Poilievre, “es muy oscura”. Incluso afirmó que hay un líder mejor que él entre los liberales para confrontar al conservador.

La marcha de Trudeau cierra una era en la política canadiense. Trudeau, de 53 años, llegó al poder en el 2015 y supuso la resurrección de liberales, que habían permanecido alejados del poder después de sufrir una gran derrota electoral en el 2013. Su juventud y su porte le ganaron un aura de invencibilidad, también internacional.

Hijo de Pierre Elliot Trudeau, que hace 40 años dimitió como primer ministro, Justin entró en escena en el 2008, cuando fue elegido parlamentario. Después ganó tres elecciones como candidato al gobierno, la última en el 2021, cuando siguió como jefe del ejecutivo si bien perdió la mayoría Desde ese momento, el Partido Conservador de Poilievre ha ido construyendo una mayoría social.

La voces reclamando la renuncia de Trudeau no han hecho más que acentuarse entre los parlamentarios de su propio partido. Los liberales se encuentran, según las encuestas, con una intención de voto del 16%, 29 puntos por detrás de la oposición conservadora. Sus correligionarios tienen claro que el primer ministro es el culpable.

Trudeau se había mantenido en silencio ante esta crisis, pero la marcha de Freeland no pudo más que acentuar su debilidad. La ministra de Finanzas abandonó el gobierno de manera inesperada por su disconformidad por la política fiscal y la amenaza de los aranceles por pate de Donald Trump. Freeland, que había sido el mayor apoyo del primer ministro, aseguró que había perdido totalmente su confianza en él.

Una vez que se conoció la decisión de Trudeau, Freeland ofreció sus mejores deseos a su ex compañero de viaje. “Agradezco sus años de servicio a Canadá y a los canadienses”, señaló en las redes sociales la política a la que algunos ven como su sucesora, si bien Mark Carney parece en una posición mas ventajosa.

Entre tanto, Poilievre lanzó un vídeo en el que sostuvo que los liberales mantuvieron a Trudeau hasta que «cayó su popularidad. Prometió recortar impuestos, edificar viviendas, enmendar el presupuesto y acabar con el crimen.

Yves-François Blanchet, líder del Bloc Québécois, partido que apoya la independencia de Quebec, declaró que el ejecutivo de Trudeau “ha sobrevivido con respiración asistida”, citando el pacto con el Nuevo Partido Demócrata para mantener la mayoría, aunque ese acuerdo se rompió el pasado septiembre. Las encuestas muestran que Blanchet es la segunda en el favor de los votantes, por detrás de los conservadores, lo que hace que pueda volver a ser el partido oficial de la oposición por segunda vez en su historia.

También te puede interesar