Sánchez inicia la celebración del medio siglo sin Franco en ausencia de Feijóo

Pedro Sánchez arranca el nuevo año político, este mediodía desde el auditorio del Museo Reina Sofía en Madrid, inaugurando España en libertad , el amplio programa de actos con el que el Gobierno quiere impulsar durante todo este 2025, dentro y fuera de nuestras fronteras, la conmemoración del 50.º aniversario del fallecimiento de Francisco Franco, el 20 de noviembre de 1975, que marcó el inicio de la transición política de la dictadura a la recuperación de la democracia española.

Un acto y una celebración que el Ejecutivo pretende que sea de “unidad” de todos los demócratas, mientras la ultraderecha campa ya por sus respetos en media Europa y los totalitarismos extienden sus tentáculos por todo el mundo, pero que contará con la relevante ausencia del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Un vacío del principal partido de la oposición, que denuncia “la intencionalidad más personal y partidista que simbólica y con sentido de Estado” de Sánchez, y ante la que el Gobierno quiso ayer dirigir todos los focos.

La Moncloa deja en manos de la Zarzuela la participación del rey emérito en los actos de la conmemoración

El gabinete de la Presidencia del Gobierno invitó expresamente a Feijóo, primero mediante un correo electrónico y después por vía telefónica el pasado 30 de diciembre, a asistir este miércoles a la inauguración de los actos del medio siglo sin Franco y la posterior llegada de la democracia a España. Pero el líder del PP, según confirman a La Vanguardia fuentes el Ejecutivo, declinó la invitación a través de su propio gabinete. Y ni él ni ningún dirigente del PP asistirán al evento hoy en el Reina Sofía, ni a ninguno del centenar de actos que se programarán por todo el país en el 2025.

El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, instó ayer al PP a “rectificar” y sumarse a esta conmemoración, sin éxito. “No entendemos la postura del PP, y llamamos a que rectifique y se sume a la defensa de la democracia”, demandó Torres.

El ministro recordó que ya cuando Sánchez anunció esta iniciativa, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cargó las tintas y lo atacó duramente. “¿Quién que defiende la democracia está en contra de que conmemoremos 50 años de libertad? ¿Qué riesgo hay en decir que el franquismo fue una etapa totalitaria en ausencia de libertades? ¿Quién que es demócrata puede defender el franquismo o la dictadura de cuatro décadas?”, emplazó.

Y planteó la alternativa de “consolidar, defender e incluso mejorar preservando la democracia” o “involucionar hacia los años oscuros en los que no había libertades”. Torres insistió en que el de hoy no será “un acto de revancha”. “No festejamos el fallecimiento de nadie, sino que celebramos 50 años de democracia”, alegó.

Como ya informó la Moncloa, el rey Felipe VI tampoco asistirá este miércoles al acto, “por razones de agenda”, si bien sí participará en varios de los eventos previstos, como la visita institucional a los antiguos campos de concentración de Auschwitz y Mauthausen, o al acto que conmemorará “el importante papel que jugó la monarquía en la transición”.

Un rol que el ministro resaltó –“por suerte no quedó todo atado y bien atado”, tras la muerte del dictador–, si bien no quiso confirmar ni descartar que el rey emérito, Juan Carlos I, participará en estos actos. En la Moncloa dejan en manos de la Zarzuela la asistencia o no del emérito a alguno de estos eventos. “Lo que hagamos, lo acordaremos”, zanjó el ministro.

La primera reunión del año del Consejo de Ministros aprobó ayer la creación del comisionado que desarrollará el programa de actos, dirigido por la historiadora Carmen Gustrán, de la que Torres destacó que ya trabajó con el Ayuntamiento de Madrid de José Luis Martínez Almeida o con el Ministerio de Cultura de Mariano Rajoy.

El PP no ve nada que celebrar

El PP no cree que en el 2025 haya nada que celebrar o, en todo caso, lo que se tendría que conmemorar es que la Constitución de 1978 se convertirá este año en la más longeva de España, al superar a la de 1876, la de la restauración borbó­nica.
En lugar de organizar actos sobre un “dictador muerto”, el Gobierno debería “hacer oposición a los dictadores vivos”, afirmó el portavoz del PP, Borja Sémper, que anunció que el líder de su partido, Alberto Núñez Feijóo, estará en la manifestación de mañana jueves en Madrid para proclamar que Edmundo González Urrutia es el presidente legítimo de Venezuela “caiga quien caiga y pese a los intereses espurios que pueda haber en sentido contrario”.
“Es un bulo: no hubo democracia en 1975”, reiteró Sémper, quien, con todo, aseguró que el PP no contraprogramará al Gobierno: “No estamos en esos juegos burdos de corto recorrido”, afirmó sobre los “trampantojos” con los que Pedro Sánchez “interpreta la realidad”.
Mucho más duro se mostró Vox, que cargó contra la “necrofilia absurda” de la efeméride y la visión “única y divisiva” del pasado que achaca al Ejecutivo de izquierdas, en el que ve un “afán revanchista” sobre el resultado de la Guerra Civil: “Si alguien quiere hablar mal del general Franco, que lo haga, y si alguien quiere hablar bien, que hable”, dijo el portavoz ultraderechista, José Antonio Fúster.
Entre tanto, ayer, un manifesto firmado por políticos y escritores llamó a boicotear estos actos programados por el Gobierno central.
En el polo opuesto, la Generalitat creará un grupo de trabajo para diseñar los actos con los que Catalunya conmemorará oficialmente la muerte del dictador y la recuperación de la democracia en España

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