Rusia acusa a Ucrania de atacarla con 14 misiles ATACMS y Storm Shadow, y promete respuesta

Rusia acusó este martes a Ucrania de haber disparado contra su territorio seis misiles de largo alcance ATACMS, fabricados en Estados Unidos, y ocho Storm Shadow, de factura británica, en una acción que, dijo, no quedará sin respuesta. Fue el mayor ataque ucraniano en lo que va de año. En él, Kyiv utilizó también 146 drones, dijo el Ministerio de Defensa ruso. La ofensiva provocó incendios en infraestructuras energéticas e industriales en al menos tres regiones.

Las autoridades de la República rusa de Tartaristán informaron del incendio “de una cisterna de gas” a las afueras de Kazán, la capital regional. El servicio de prensa del presidente tártaro, Rustam Minnijánov, dijo a la agencia Tass que el fuego se declaró tras el ataque de un avión no tripulado en la tarde del lunes.

Un depósito de gas cerca de Kazán

Los medios locales, que han difundido imágenes de una gran llamarada y de una columna de humo negro elevándose al cielo, aseguran que el ataque alcanzó un depósito de gas licuado cerca de una fábrica química.

Según un dirigente ucraniano Andriy Kovalenko, que dirige el Centro oficial de Ucrania contra la Desinformación, se trataría de la fábrica Orgsintez, una de las mayores empresas de la industria química de la madera en Rusia. Kovalenko dijo en la televisión ucraniana que se trata de una “instalación estratégica de importancia directa para el complejo militar-industrial ruso”, cuyos componentes se usan para producir vehículos blindados y armas.

Tartaristán, situada en la cuenca del río Volga y próxima a los Urales, es una de las regiones rusas más alejadas que Ucrania ha alcanzado con sus drones. En línea recta, se encuentra a unos 1.000 kilómetros de la frontera.

Segundo ataque sobre la ciudad de Enguels en una semana

Otra región alejada de la frontera común es el óblast de Sarátov, donde “dos empresas industriales resultaron dañadas” tras un “ataque masivo con drones”, escribió en Telegram el gobernador regional, Román Busarguín. El mismo ataque provocó un incendio en una empresa de la ciudad de Enguels, que se encuentra enfrente de la capital regional, Sarátov. Estas dos poblaciones están separadas por el Volga, el río más largo de Europa. A pesar de los daños, ”los sistemas de defensa aérea han destruido un gran numero de objetivos (drones)», aseguró Busarguín.

Los ataques han interrumpido la vida cotidiana de los habitantes de la región. Según informó su máximo dirigente político, este martes las clases en las escuelas de Sarátov y Enguels se realizaron a distancia.

Ucrania también atacó esta región la pasada semana y se atribuyó haber alcanzado un depósito de petróleo que abastece a una base de cazabombarderos nucleares, próxima a Enguels. El fuego provocado solo se logró apagar este lunes, 13 de enero, cinco días después.

El masivo ataque ucraniano de la tarde del lunes y la mañana de este martes provocó daños en instalaciones industriales de tres ciudades rusas, a tenor de la información de medios y dirigentes regionales del país.

Seis aeropuertos interrumpen actividad

Además de Sarátov y Tartaristán, el canal Shot (en Telegram) situó drones derribados en otras ocho regiones, como Kursk, Bélgorod, Briansk, Volgogrado y Vorónezh. El mayor número de derribos se produjo en Samara, con 15; Tula, con 16, y Oriol, con 17.

Durante los ataques, la autoridad aérea rusa cerró seis aeropuertos, en Kazán, Kaluga, Sarátov, Tambov, Uliánovsk y Penza.

El Ministerio de Defensa ruso aseguró que en total las defensas antiaéreas del país derribaron 146 drones ucranianos.

Alexánder Bogomaz, gobernador de Briansk, junto a la frontera ucraniana, dijo que esa región sufrió ataques con misiles, pero no especificó de qué tipo.

Misiles occidentales contra la fronteriza Briansk

El canal Shot publicó que las defensas rusas lograron derribar cinco misiles balísticos ATACMS. Se quedó corto. Horas después, el Ministerio de Defensa ruso aseguró que Ucrania había disparado contra esa región 12 misiles, seis ATACMS y seis Storm Shadow. Y aseguró que dos proyectiles de esta clase fueron derribados sobre el mar Negro.

Ucrania utilizó por vez primera contra Rusia proyectiles ATACMS y Storm Shadow en noviembre del año pasado, tras recibir el visto bueno de sus aliados occidentales. Moscú respondió el 21 de noviembre con una nueva arma, un misil hipersónico balístico de alcance medio llamado Oréshnik (avellano, en castellano), que lanzó contra una fábrica de armas cerca de la ciudad ucraniana de Dnipró.

El Kremlin dijo que Rusia respondería, posiblemente también con el Oréshnik, cada vez que Ucrania atacase su territorio con misiles occidentales.

El Ejército Ucraniano confirmó este martes el ataque sobre Briansk. Y aseguró haber golpeado una fábrica de productos químicos que produce explosivos para el Ejército ruso. “Los drones lograron distraer las defensas aéreas rusas, abriendo el camino para que los misiles alcanzaran los principales objetivos principales”, tras lo cual una nueva oleada de drones atacó la infraestructura alrededor del lugar, dijo en un comunicado.

La versión de Moscú difiere. Según su Ministerio de Defensa de Rusia, “durante el combate aéreo, todos los medios atacantes fueron derribados por la defensa antiaérea”.

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