Ángel Escribano, el hijo de la Constancia

Ángel Escribano es sobre todo un ejemplo de constancia. Nacido en Madrid en 1971, puede presumir de haber empezado desde abajo, desde un humilde taller familiar, y de haber recorrido uno a uno todos los peldaños empresariales hasta alcanzar un puesto de máxima relevancia en una empresa del Ibex. Hace hoy una semana, se convirtió en el presidente de Indra, el mayor grupo tecnológico y de defensa del país. Lo hizo en sustitución de Marc Murtra, que ha pasado a ocupar el mismo puesto en Telefónica. Un nombramiento acogido con naturalidad en la casa que el propio Escribano asume con humildad y ganas de seguir esforzándose.

Hace apenas año y medio, en una conversación con La Vanguardia , Escribano citaba las tres palabras que guían su trayectoria: “Esfuerzo, superación y constancia”. Lo hacía poniendo el énfasis en la tercera porque Constancia era el nombre de su madre, la primera gran inversora del proyecto. Ella aportó el dinero con el que su marido y sus dos hijos montaron primero un taller, luego una empresa llamada Escribano y, más tarde, un importante grupo de la industria defensa, EM&E, que viene de Escribano Mechanical & Engineering.

ANGEL ESCRIBANO

ANGEL ESCRIBANO

GUSI BEJER / Colaboradores

Constancia regentaba una mercería de Coslada a finales de los años ochenta, antes de que abrieran un Pryca en la zona y por ahí se escapasen los clientes. Eran tiempos difíciles y con el dinero del cierre, el marido, Ángel, tornero fresador en paro, pudo montar un taller de menos de cien metros cuadrados donde fabricar piezas para las carretillas de palés. Por eso Escribano suele decir que su madre fue la financiadora y el padre, el emprendedor. Ambos ya han fallecido, pero tienen su busto en la sede de EM&E en Alcalá de Henares.

Constancia es uno de sus principios y también el nombre de su madre, que puso el dinero para arrancar

Con apenas catorce años, Escribano se puso a trabajar en el taller, al que poco después se incorporó el hermano pequeño, Javier. El ahora presidente de Indra se recuerda yendo en bicicleta a las instalaciones de CASA, la actual Airbus, en el sur de Madrid, inventándose una entrevista con un director de compras para abordarle un minuto y hacerle una propuesta: le haría gratis una pieza mecanizada y, si le gustaba, podría hacerle más. La osadía funcionó, recibieron un encargo y, a fuerza de trabajar los fines de semana, lograron responder a la exigencia.

Ese fue el punto de partida. Luego llegó un contrato con Raytheon que les dio el impulso internacional y, posteriormente, un acuerdo con Omán, que entró en el capital de la empresa con un 32%. Durante muchos años, cerca del 90% del negocio consistió en exportaciones, hasta que los Escribano recompraron la participación a Omán, se ganaron la confianza de la industria nacional y entraron en los programas de defensa del país, incluido el de vehículos blindados del ejército 8×8.

El nuevo presidente de Indra no ha tenido oportunidad de formarse en universidades, pero sí de acumular conocimiento sobre el terreno. Pronto se dio cuenta de que no quería ser el último eslabón de la cadena industrial y de que debía desarrollar sus propios sistemas y tecnología. Por eso, comenzó a contratar ingenieros, hasta acumular cerca de 500 y empezar a ofrecer soluciones propias. Ha aplicado además a rajatabla otro de los principios de la familia: invertir todo lo que se gana.

Hace apenas un par de años, en el 2023, Ángel y Javier dieron la sorpresa comprando el 3% de Indra, participación accionarial que luego elevaron al 8% y, hace apenas unos meses, al 14%. Se han convertido en los segundos accionistas, solo por detrás del 28% de la SEPI, con derecho a un asiento en el consejo, que ocupa Javier. Ahora Ángel tendrá otro, en calidad de presidente.

En su nuevo cargo, Escribano seguirá aplicando el plan estratégico junto al consejero delegado, José Vicente de los Mozos, con el objetivo de elevar el peso del negocio de defensa. Debe decidir su la empresa le compra a Redeida del grupo de satélites Hispasat y si busca comprador para el negocio de pagos o del área de la firma consultora tecnológica Minsait.

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