
«Hay cuatro partidos carlistas en el Congreso de los Diputados: PNV, Bildu, Junts y Esquerra Republicana. ¿Por qué hay cuatro partidos carlistas en el Congreso? Porque el Estado liberal español en el siglo XIX no puede liquidar el carlismo. Y la primera guerra carlista, en vez de acabar con una victoria aplastante del Estado liberal e imponer la unión constitucional, acaba con el abrazo de Vergara. Yo he llegado a la conclusión de que la persona más nefasta de la historia de España es Baldomero Espartero por aceptar el abrazo de Vergara”.
Son palabras de Jesús Fernández Villaverde , conferenciante de moda en Madrid. Catedrático de Economía en Pensilvania (Estados Unidos), Fernández Villaverde habló en la Fundación Rafael del Pino a finales de diciembre, tal y como comentábamos hace una semana en el Cuaderno de Madrid. Su discurso gustó mucho al público asistente y ha sido interpretado como un esbozo de programa unitario de las derechas españolas si Partido Popular y Vox logran sumar mayoría en unas futuras elecciones generales.
Fernández Villaverde propone mano dura, sin que el país parezca gobernado por matones de gimnasio. Mano dura con guante de seda y con un programa alineado con el nuevo rumbo de los Estados Unidos de América. Gobierno fuerte, desregularización de la economía, abrir los brazos a la inteligencia artificial sin las limitaciones que plantea Bruselas, máxima flexibilidad en el mercado laboral, abolición del Estatuto de los Trabajadores –otra frase lapidaria: “Han sacado a Franco del Valle de los Caídos y se han olvidado de sacarlo del Estatuto de los Trabajadores”–, reconsideración del Estado de las autonomías, simplificación de la Administración, incentivos para la natalidad, frenar la inmigración y adoptar criterios muy selectivos sobre esta, construcción masiva de viviendas, y, en el orden político, aplastamiento definitivo de los carlistas , esto es, de los nacionalistas catalanes y vascos. Culminar la derrota total del enemigo interior , que el general Baldomero Espartero no quiso llevar a cabo en 1836, cuando vio la oportunidad de romper el bloque carlista ofreciendo un tratado de paz al que entonces era su principal jefe militar, el general Rafael Maroto . (Maroto, considerado inmediatamente como un traidor por el pretendiente don Carlos María Isidro de Borbón , no era vasco ni catalán, era murciano).
Espartero es considerado un ‘blando’ por el nuevo ideólogo del trumpismo aplicado a España
El conferenciante no precisó cómo debería llevarse a cabo el aplastamiento. Espartero, al que ahora se considera un blando , dijo en 1842 : “Por el bien de España, Barcelona debería ser bombardeada cada cincuenta años”. Podría acortarse el plazo fijado por el duque de la Victoria y bombardearla cada 25 años. Podría ilegalizarse los partidos independentistas, tal y como propone Vox, con la anuencia de Isabel Díaz Ayuso . Una propuesta de ilegalización a la que se aproximó Alberto Núñez Feijóo después de la aprobación de la ley de Amnistía, frenando después, a medida que se abrían las posibilidades de entendimiento táctico entre el Partido Popular y Junts. Podría modificarse la ley electoral, pero eso requeriría una ingeniería muy fina, puesto que los fundamentos de la ley electoral general de 1977 (circunscripciones provinciales y sistema proporcional) se hallan protegidos por la Constitución de 1978 por voluntad expresa de Adolfo Suárez . Quizá Fernández Villaverde apueste por la muerte del carlismo por inanición. Según sus pronósticos, expresados en la citada conferencia, la lengua catalana desaparecerá a partir del 2060, como consecuencia del cambio demográfico propiciado por la inmigración, y el euskera correrá igual suerte antes de esa fecha. Fernández Villaverde concluyó con una severa advertencia: España podría enfrentarse en un futuro a nuevas fases de violencia política si no adopta de manera tajante las medidas necesarias para garantizar un crecimiento económico sostenido. Gobierno fuerte para prevenir futuros estallidos de violencia. El catedrático de Pensilvania ha captado el signo de los tiempos y ofrece un programa marco para la Unión Patriótica, coalición PP-Vox con apoyo norteamericano.

El general Baldomero Espartero, destacado militar español del siglo XIX
Estamos en un cambio de época y ahora viene una fase muy interesante, en la que habrá que prestar atención a los detalles. Ahora viene el trumpismo en formato aerosol. Hasta ahora hemos visto el trumpismo a chorro, a alta presión, y ahora viene el spray: la nebulización. Ambas formas de difusión van a convivir. El aerosol llega a todos los rincones y alcanza todos los poros: así va tomando cuerpo una nueva hegemonía política y cultural.
Se está formando una atmósfera, y el profesor Fernández Villaverde ha tenido la habilidad de aparecer como intérprete de esta con frases que llaman la atención, no en vano la economía de la atención es una de las claves del mundo que viene. Un mundo extraño. Hay que reconocer que lo de Espartero no lo vimos venir.
Movimientos en Madrid ante la hipótesis de una mayoría PP-Vox en el gobierno
Estamos en fase de ajustes. Santiago Abascal habla poco, confiado seguramente en la artillería de Elon Musk , ahora empleándose a fondo en Alemania para que suba la extrema derecha en las elecciones federales del 23 de febrero. Núñez Feijóo está visiblemente desorientado. “Falta liderazgo”, declaraba esta semana Iván Espinosa de los Monteros , hoy situado entre Vox y el PP. Habrá que estar atentos a los movimientos de Espinosa de los Monteros. Está reapareciendo, lentamente, Albert Rivera . Podemos llegar a ver a Mario Conde en la procesión.
Hay que acabar de aplastar a los carlistas, dice el manifiesto futurista. Y los carlistas de Junts votan con el PP en el polvorín de las pensiones. Todo cambio de época tiene giros sorprendentes.