
Alejandro Fernández, presidente del PP de Catalunya, está dispuesto a participar a fondo en el debate ideológico en este próximo congreso del PP. A la espera de estudiar la ponencia política que se ha presentado hoy, el dirigente popular ha explicitado su defensa del sistema de primarias para elegir al presidente del partido. Un sistema -que el PP tiene establecido actualmente en una doble vuelta- que Alberto Núñez Feijóo quiere modificar en el cónclave de julio. El dirigente catalán ha especificado que aboga por unas “primarias puras”. Un militante, un voto.
No es nueva su defensa de las primarias como el sistema para la elección de los líderes de la formación, pero ha abierto el debate no sólo abogando por cambiar el actual sistema que tiene el PP, sino profundizando en la elección directa. Un movimiento en el que se alinea con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que también ha señalado que defenderá las primarias en el cónclave popular. Un debate que será clave en el congreso tanto en lo que significa el funcionamiento del partido como, evidentemente, a futuro en clave sucesoria.
En un comentario en la red X, Alejandro Fernández ha señalado que las primarias puras son el mejor sistema, “no sólo para que los afiliados elijan directamente a sus líderes, sino también para que el afiliado más humilde pueda optar al puesto que desee sin intermediarios”. Y ha subrayado que lo que “fortalece al Partido Popular es poder debatir estas cosas libremente, sin miedo y con naturalidad, y eso sí, aceptar lo que vote la mayoría y salir del Congreso unidos para ofrecerle a España la alternativa que tanto necesita”.
El presidente del PP catalán entiende que el actual sistema de elección del líder en doble vuelta no tiene mucho sentido. En este aspecto hay acuerdo, pero la cuestión es que se plantean reformas en direcciones opuesta. En la ponencia de estatutos, y según defiende también Feijóo, se quiere hacer prevalecer, según los trabajos realizados hasta ahora, el sistema de elección del líder sólo a través de los compromisarios. Es decir, serían estos los que, como delegados elegidos por la militancia para asistir al cónclave popular, los que votarían. Se entiende, según los partidarios de esta fórmula, que sería una forma de democracia representativa ya que la militancia ya procedería a la elección de estos compromisarios. Actualmente votan los militantes al presidente, y después los compromisarios en el congreso. Un sistema delicado ya que, como en el 2018, puede suceder que las votaciones tengan sentidos contrarios -entonces Soraya Saénz de Santamaría ganó las primarias-.

El debate sobre cómo se articula esta elección y, por tanto, la democracia interna está servido, en un escenario en el que la ponencia estatutaria también busca por otros cauces como aumentar el papel de la militancia en la dinámica del partido. Un debate que mira hacia el futuro.