La locomotora alemana sigue yendo marcha atrás. La economía cerró el 2024 con una contracción del PIB del 0,2%, tras el retroceso del 0,3% del año anterior, según las cifras publicadas este miércoles por la oficina estadística Destatis. Dos años seguidos de recesión: las dudas en la industria, la crisis energética que se arrastra tras la desconexión del gas barato ruso y los vaivenes políticos, con elecciones a la vista, no han sentado nada bien en la actividad germana.
“Las presiones cíclicas y estructurales obstaculizaron un mejor desarrollo económico en el 2024”, ha planteado Ruth Brand, al frente de la agencia estatal Destatis, al presentar los datos. “Entre ellos se encuentran la creciente competencia para la industria exportadora alemana en los mercados clave, los altos costos de la energía, un nivel de tipos de interés que sigue siendo alto y una perspectiva económica incierta”, ha detallado.
Caídas generalizadas en industria o construcción
En la manufactura, el valor agregado cae significativamente, un 3%, arrastrado por el arrastre en los bienes de equipo y la industria del motor. “Vieron un marcado descenso de la producción”, se afirma. En la química o la siderúrgica la producción se mantuvo deprimida por los costes energéticos. Tampoco escapa la construcción (-3,8%), afectada por unos precios más altos y los tipos de interés aún elevados, con un frenazo en el residencial. Solo el lado público, por una modernización pendiente en carreteras, vías y obras, se ha vivido cierto repunte.

“La difícil situación económica se reflejó también en el comercio exterior”, apunta Destatis, ya que las exportaciones de bienes y servicios disminuyeron un 0,8%, mientras que las importaciones aumentaron un 0,2%.
“El decepcionante final de año para la economía alemana sugiere que el 2025 comienza con un pie muy débil”, comenta Paolo Grignani, economista sénior de Oxford Economics. Los servicios (+0,8%), las tecnologías de la comunicación (+2,5%) o sectores como el sanitario y educativo (+1,6%), ligados al gasto estatal, son los que logran quedarse al margen de la tendencia a la baja. El consumo de los hogares apenas creció un 0,3%, por lo que poco hizo para dar la vuelta a la balanza. El gasto gubernamental, por su parte, remontó un 2,6%. El país cierra con un déficit público del 2,6%, similar al año anterior y por debajo del 3% de referencia en los pactos europeos.
El panorama también contagia al mercado laboral
El volumen de la economía alcanza los 4,3 billones de euros, la mayor de Europa pero muy lejos de ser la que mejor se comporta. Junto a Francia, Berlín acumula dudas y recelos, con las economías del sur, como España, hoy entre las destacadas. La atonía económica contrasta con un mercado laboral en máximos, con 46,1 millones de trabajadores de media a lo largo del 2024, tras sumar 72.000 empleos. “Sin embargo, el ritmo de crecimiento del empleo se desaceleró considerablemente y finalmente se detuvo hacia finales del 2024”, alerta Destatis.
