Alemany 1879: innovando con la miel

Ferran Alemany, propietario y director general de la compañía Alemany 1879, especializada en la recolección y venta de miel, ha logrado dotar a este alimento ancestral de una nueva modernidad. A través de proyectos de I+D con Eurecat o la Universitat de Lleida (UdL) ha desarrollado productos que, en un principio, nadie relacionaría con la miel. Pero sus innovaciones han demostrado que se puede usar como ingrediente y edulcorante natural para elaborar vinagres, cremas de cacao, bebidas refrescantes o jabones, además de los tradicionales turrones y otros dulces.

Esta diversificación de su portafolio le ha llevado a elevar los ingresos hasta los 6 millones de euros el último ejercicio, con previsiones de aumentar ventas un 10% este 2025. “Hace unos años el consumo de miel sufrió cierto declive, se veía como algo antiguo; hoy en día, el interés por mantener una dieta más saludable y los nuevos lanzamientos han revitalizado el producto”, señala Alemany, quinta generación familiar. Cada vez más población –prosigue– intenta reducir el consumo de azúcares refinados e industrializados, y ahí la miel tiene un nicho de mercado por explotar.

La empresa de Os de Balaguer ha desarrollado elaboraciones con Eurecat y la UdL

Alemany no produce miel propia pero trabaja en exclusiva con una red de cien apicultores repartidos por la península Ibérica. “Es la principal zona productora de miel de Europa y una de las mejores del mundo en calidad; trabajamos en cercanía”, señala el empresario. En su planta de Os de Balaguer (La Noguera), donde emplea 25 personas, la envasan y distribuyen. Su principal mercado es Catalunya, con un 85% de las ventas a través de supermercados y tiendas gourmet. Las exportaciones empiezan asimismo a pesar en la facturación. Corea del Sur ya aporta un 1% de los ingresos y recientemente ha cerrado acuerdos de distribución en Estados Unidos, Reino Unido o Alemania, principal consumidor de miel del continente.

Aparte de la veintena de trabajadores directos, Alemany colabora con cuatro centros especiales de trabajo de la zona del Montsec. “Son 60 personas con necesidades especiales que tramitan y etiquetan a mano un millón de unidades de miel al año”, explica el propietario.

Para la elaboración del jabón, en el mercado desde hace poco, ha llegado a un acuerdo con las monjas clarisas del Sant Crist de Balaguer. “Fueron ellas quienes nos propusieron la colaboración; con la pandemia se quedaron sin ingresos y buscaban un nuevo socio, así que nos sugirieron fabricar a mano un jabón a base de miel para nosotros”, comenta Ferran Alemany. Estas innovaciones –añade– y el mayor consumo de miel impactan más allá del ámbito comercial. “Forman un círculo virtuoso con la apicultura, la polinización y el medio ambiente”.

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