Antonio Filosa: Una solución muy casera

Antonio Filosa es el nuevo consejero delegado de Stellantis. El dueño de marcas como Fiat, Opel, Peugeot, Jeep o Chrysler ha terminado apostando por alguien de la casa tras seis meses escrutando opciones después de la salida de Carlos Tavares. La solución es uno de los suyos, un italiano muy brasileño que roza los 52 años y ha pasado toda su carrera entre sus marcas. Es la idílica historia del becario que escala a lo más alto, pero el cuento de hadas no es eterno y ante sí tiene un desafío mayúsculo, que pasa por detener la sangría en las cifras, el impacto de los aranceles o un rompecabezas de marcas.

Filosa se ha construido entre varios países. Italia, Brasil, EE.UU., Argentina, España… Ingeniero, nació en Castellammare di Stabia, cerca de Nápoles, pero la carrera le ha llevado a recorrer mundo. Principalmente se ha desempeñado en Fiat-Chrysler (FCA), una de las partes que originó Stellantis. Entró en 1999 como becario y en sus primeras experiencias figura España, como supervisor de producción de Iveco en Valladolid, entre el 1999 y el 2001. Después saltó a Chicago, a Turín y tras ello dio el paso que lo cambiaría todo. En el 2005 aterrizó en Brasil para un proyecto de seis meses que se convirtieron en dos décadas. De gerente de compras escaló a tareas operativas, gestión de fábrica, director de operaciones en Latinoamérica, y también estuvo al frente del negocio argentino. Ya bajo Stellantis, en el 2021 pasó a dirigir el negocio sudamericano. “Quien logra hacer buenos negocios en Brasil y Sudamérica se lleva un montón de lecciones para su carrera”, ha reconocido.

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Gusi Bejer / Colaboradores

Hay tal huella que ve Brasil como su país de adopción. O algo más: “Es mi casa”. Está casado con una brasileña y es padre de dos hijos, nacidos en Brasil. Quiere volver y envejecer allí.Entre una y otra aventura fue sumando idiomas, siempre con acento italiano. Donde sea, la imagen de Filosa es la del pelo hacia atrás, fijado con gomina. La vida en América Latina, donde consiguió el liderazgo de varias marcas, mutó a finales del 2023 al ser nombrado consejero delegado de Jeep, la icónica marca estadounidense, que lo llevó a Michigan. El currículum ha ido creciendo en responsabilidad, asumiendo en el 2024 las operaciones norteamericanas, un mercado en crisis para Stellantis donde ha impulsado una reducción fuerte de inventario y más proximidad con los concesionarios. En febrero, para rematar, añadió la jefatura global de calidad.

Tras la salida de Tavares y Stellantis en interinidad, ha estado al frente junto a John Elkann, presidente. Mientras, se buscaba un consejero delegado. Sonaban Filosa, un Luca De Meo (Renault) que siempre se descartó y otros de la casa como Jean-Philippe Imparato. Se lo ve como la cara opuesta a Tavares. Más cálido que el portugués, amigo de ajustar costes al máximo y de ir al choque, acabando a la greña con todos antes de irse. La prensa italiana destaca su carisma, su cuidado a las personas y su liderazgo. Con él, la rama de FCA gana sobre la antigua PSA (Peugeot, Citroën, Opel…). La lista de retos que tiene delante es amplia. Stellantis viene de un mal año, con un desplome del 70% del beneficio, a 5.520 millones, y un descenso del 17% de las ventas, con pérdida de cuota en mercados clave como EE.UU. y Europa. Tavares se peleó con proveedores, concesionarios, sindicatos e incluso clientes, con unos precios altos en medio de una estrategia que apostaba fuerte por el eléctrico y que ha resultado errónea. Los aranceles de Trump suman otro dolor de cabeza, con un 40% de la producción para EE.UU. hecha en México y Canadá. Además, tendrá que decidir qué hacer con las 14 marcas, algunas deficitarias, y la amplia gama de modelos. En España se le mirará con lupa, con plantas en Madrid, Vigo y Zaragoza y pendiente de levantar la planta de baterías en Figueruelas.

Su trayectoria incluye un paso por España, como supervisor de producción en Iveco en Valladolid

Las riendas las tomará el 23 de junio, cuando nombre a su equipo directivo. Que las aguas del grupo estés movidas no le asusta. Le apasiona el waterpolo, con pasado como jugador. Y el año pasado cruzó a nado el estrecho de Mesina, unos 3 kilómetros. “No fue fácil”, confesaba en redes. Stellantis lo pondrá a prueba.

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