Balance de un año de apuestas estratégicas

Primer balance de CriteriaCaixa desde que Isidro Fainé decidiera entregar las riendas a Ángel Simón, dejando atrás la fase de contención e inversiones sin apuesta estratégica que marcó los años posteriores a la Gran recesión del 2008.

El brío y la rapidez con el que la primera corporación empresarial española ha acometido este giro ha sorprendido. Ha implicado redoblar la apuesta en empresas estratégicas españolas -como Naturgy y Telefónica– recuperar posiciones en algunas en las que estuvo en el pasado -Colonial– y desembarcar en otras nuevas de enorme relevancia en el capitalismo español, como la constructora ACS de Florentino Pérez. Además, ha comenzado a construir un grupo de participaciones en empresas familiares, el tejido esencial en Catalunya y en España, que ha arrancado con Puig y que crecerá buen ritmo.

En ámbitos de la oposición política, ese giro se ha querido interpretar como una entrega del poder financiero catalán a Pedro Sánchez. Por el mismo hecho de tratarse de empresas estratégicas, la entente y la negociación con el gobierno se antojan imprescindibles. En algunos casos con más corrección política que en otros. No es lo mismo asegurar el control español de Telefónica o Naturgy que el relevo en la presidencia de la primera.

FOTO ALEX GARCIA ISIDRE FAINE Y ANGEL SIMON PRESENTAN EL PLAN ESTRATEGIO DE CRITERIA CAIXABANK DEL 2025 AL 2030 2024/06/17. El presidente de CriteriaCaixa Isidro Fainé, acompañado por el consejero delegado, Ángel Simón, durante la presentación hoy en Barcelona del nuevo plan estratégico de la compañia, que establece la hoja de ruta del holding entre 2025 y 2030.

Isidre Fainé y Ángel Simón durante la presentación del plan estratégico de CriteriaCaixa. 

Àlex Garcia / Propias

En cualquier caso, las cuentas presentadas ayer permiten calibrar si la gestión de Criteria se ha ajustado a su principal objetivo, asegurar que podrá seguir financiando la Obra social de su propietaria, la Fundació La Caixa, o ha servido a otros intereses

La conclusión parece clara. Tanto en términos de beneficios (partida de la que se nutre La Caixa) (30% más); dividendos de sus participadas (69% más); como en valor de las inversiones (14,5% más); dejan claro que el interés por el rendimiento de las inversiones ha sido la guía maestra.

Con el retorno a Barcelona de las sedes de la Fundació y Criteria, se ha abierto una nueva fase para la influencia de las finanzas catalanas en el capitalismo español que ha escrito un primer periodo claramente exitoso.

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