Bitcoin, una fiebre del oro bendecida por el nuevo orden mundial

“Como usuario nuevo, puede empezar con Bitcoin sin entender los detalles técnicos. Una vez tenga instalado un monedero en su ordenador o dispositivo móvil, se generará su primera dirección Bitcoin y podrá crear más cuando lo necesite. Puede dar su dirección a sus amigos para que le paguen o viceversa. De hecho, es similar a como funciona el correo electrónico”.

Así introduce la que podría definirse como web oficial de Bitcoin lo que hay que saber de este popular criptoactivo. Porque, cuando se cumplen 15 años de la primera transacción comercial realizada con esta moneda –apenas dos más desde su presentación–, poco parece importar su funcionamiento o su seguridad, basada en el Blockchain. Es más, tampoco importa ya cómo se genera, algo que ha quedado en manos de potentes compañías de minería, ni cómo se compra con él.

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En este corto pero intenso período, el Bitcoin ha pasado de ser la consumación de un proyecto tecnológico-financiero que se remonta a al menos cuatro décadas, con antecedentes como el ecash desarrollado en 1982 o el Hashcash una década después, a convertirse en un valioso activo que ya se compara con el oro como valor refugio que no deja de revalorizarse. De hecho, los 10 bitcoins por los que el programador Laszlo Hanyecz compró dos pizzas el 22 de mayo de 2010 valen hoy más de un millón de dólares.

La carrera del Bitcoin ha sido tan rápida como imparable: la capitalización del mercado de bitcoins supera hoy con creces el billón de dólares, existen futuros y otros productos financieros sobre bitcoins cada vez más populares, grandes empresas lo han incluido en sus carteras e incluso BlackRock, el mayor gestor mundial de activos, ha apostado firmemente por él y recomienda a sus clientes decididos a asumir riesgo contar con hasta un 2% de sus inversiones en bitcoins. Se estima que más de un 1% de la población mundial posee ya este criptoactivo.

Estatua sin rostro de Satoshi Nakamoto de los artistas Reka Gergely y Tamas Gill expuesta en un espacio público en Budapest

Estatua sin rostro de Satoshi Nakamoto de los artistas Reka Gergely y Tamas Gill expuesta en un espacio público en Budapest

A esta apuesta de los mercados ha sumado Donald Trump, quien durante su campaña presidencial prometió convertir Estados Unidos en un referente de esta nueva economía basada en los criptoactivos y la desregulación monetaria y el pasado marzo, antes de emprender su guerra comercial, firmó un decreto para establecer una reserva estratégica de bitcoins.

El potencial especulativo del Bitcoin ha sido exponencial en los últimos años impulsado por su blanqueo y una alta demanda. Y todo ello pese a estar prohibido en países como China y pese a las alertas sobre su efecto burbuja que han venido lanzando reconocidos economistas. Además del desprecio que ha mostrado por los criptoactivos el mismísimo Warren Buffett, considerado el inversor más exitoso de todos los tiempos.

Hay un límite: los 21 millones de bitcoins, que se acabarán de minar en torno al año 2140

Muchos expertos también consideran como una gran amenaza para su estabilidad que sea el soporte de la economía sumergida, cifrada por los principales centros de estudios en un 20% del PIB mundial. Además de dar cobertura financiera a insondables actividades delictivas. Un estudio publicado en el 2022 estimaba que un 70% de las transacciones en criptoactivos respondían a operaciones de lavado de dinero.

Ante este panorama, una de las principales amenazas del Bitcoin y otras criptomonedas procede de la lucha de numerosos gobiernos y organismos internacionales por su regulación. Entre ellos, el Fondo Monetario Internacional, cuya presión ha llevado al Gobierno de El Salvador, que lo declaró moneda de curso legal en el 2021, a retirarle su oficialidad para poder obtener financiación. Por otra parte, la enorme cantidad de energía que precisa su minería supone una barrera por su insostenibilidad.

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Un Bitcoin ‘humano’ durante la conferencia internacional Bitcoin 2025 celebrada en Las Vegas este mes de mayo 

Ronda Churchill / Bloomberg

Que sea un bien limitado fijado por sus desconocidos creadores –ocultos bajo la identidad de Satoshi Nakamoto– también juega a favor de su destacado valor especulativo. El límite son los 21 millones de bitcoins, que se acabarán de minar en torno al año 2140, según sus previsiones. El mecanismo se ha venido cumpliendo escrupulosamente pese a algunos ajustes. Pero las normas, lógicamente, pueden cambiar, por más que Nakamoto siga ahí dentro de un siglo.

Es él quien firma el documento fundacional del Bitcoin, conocido como White Paper o Libro Blanco, que lleva por título Bitcoin: un sistema de dinero electrónico de usuario a usuario. Además de incidir en el mecanismo criptográfico de creación de activos y en sus garantías de seguridad, prioridades en ese momento inicial, muchos son quienes señalan que el texto debe pasar a la historia como el manifiesto de una nueva era de la economía financiera. Es el documento que ofrecemos extractado.

El manifiesto

“El comercio en internet ha venido a depender exclusivamente de instituciones financieras que ejercen como intermediarios de confianza para el procesamiento de pagos electrónicos. Mientras que el sistema funciona lo suficientemente bien para la mayoría de las transacciones, aún sufre de las debilidades inherentes del modelo basado en esa confianza. Transacciones completamente no revertibles no son realmente posibles, dado que las instituciones financieras no pueden evitar mediar en disputas. El costo de la mediación incrementa costos de transacción, limitando el tamaño mínimo práctico por transacción y eliminando la posibilidad de pequeñas transacciones casuales, y hay un costo más amplio en la pérdida de la habilidad de hacer pagos no reversibles por servicios no reversibles.

”Con la posibilidad de revertir, la necesidad de confianza se expande. Los comerciantes deben tener cuidado de sus clientes, molestándolos pidiendo más información de la que se necesitaría de otro modo. Un cierto porcentaje de fraude se acepta como inevitable. Estos costos e incertidumbres de pagos se pueden evitar utilizando dinero físico, pero no existe un mecanismo para hacer pagos por un canal de comunicación sin un tercero de confianza.

”Lo que se necesita es un sistema de pagos electrónicos basado en pruebas criptográficas en vez de confianza, permitiéndole a dos partes interesadas en realizar transacciones directamente sin la necesidad de un tercero confiable. Las transacciones que son computacionalmente poco factibles de revertir protegerían a los vendedores de fraude, y mecanismos de depósitos de fideicomisos de rutina podrían ser fácilmente implementados para proteger a los compradores.

Necesitamos un sistema de pago electrónico basado en pruebas criptográficas en vez de intermediarios

”En este trabajo, proponemos una solución al problema del doble gasto utilizando un servidor de marcas de tiempo usuario a usuario distribuido para generar una prueba computacional del orden cronológico de las transacciones. El sistema es seguro mientras que nodos honestos controlen colectivamente más poder de procesamiento (CPU) que cualquier grupo de nodos atacantes en cooperación.

”Transacciones.

”Definimos una moneda electrónica como una cadena de firmas digitales. Cada dueño transfiere la moneda al próximo al firmar con una huella digital a partir de la transacción previa y la clave pública del próximo dueño y agregando esta información al final de la moneda. Un beneficiario siempre puede verificar las firmas para verificar así la cadena de propiedad.

(…)

”Necesitamos una forma para que el beneficiario pueda saber que los dueños previos no firmaron ninguna transacción anterior. Para nuestro propósito, la transacción más temprana es la que cuenta, así que no nos importan otros intentos de doble gasto posterior. La única forma de confirmar la ausencia de una transacción es estando al tanto de todas las transacciones. En el modelo del emisor de moneda, era éste quien estaba al tanto de todas las transacciones y decidiría cuáles llegaban primero. Para lograr esto sin un tercero confiable, las transacciones deben ser anunciadas públicamente, y necesitamos un sistema de participantes que estén de acuerdo con una historia única del orden en que estas fueron recibidas. El beneficiario necesita pruebas de que a la hora de cada transacción, la mayoría de los nodos estuvieron de acuerdo que esta fue la primera que se recibió.

Una vez que la moneda electrónica entra en circulación, el incentivo puede transicionar y ser completamente libre en el mercado

(…)

”Los pasos para gestionar la red son como sigue:

”1) La transacciones nuevas son emitidas a todos los nodos.

”2) Cada nodo recolecta nuevas transacciones en un bloque.

”3) Cada nodo trabaja en encontrar una prueba de trabajo para su bloque.

”4) Cuando un nodo encuentra una prueba de trabajo, emite el bloque a todos los nodos.

”5) Los nodos aceptan el bloque si todas las transacciones en el bloque son válidas y no se han utilizado ya.

”6) Los nodos expresan su aceptación del bloque al trabajar en crear el próximo bloque en la cadena, utilizando la huella digital del bloque aceptado.

(…)

”Incentivo.

”Por convención, la primera transacción en el bloque es una transacción especial que comienza una moneda nueva cuyo dueño es el creador del bloque. Esto agrega un incentivo para que los nodos apoyen a la red, y provee una forma inicial de distribuir monedas en circulación, dado que no hay una autoridad para crearlas. Esta adición estable de una cantidad constante de monedas nuevas es análoga a mineros de oro gastando recursos para agregar oro a la circulación. En nuestro caso, es el tiempo del CPU y la electricidad que se gasta.

”El incentivo también puede ser fundado con costos de transacción. Si el valor de salida de una transacción es menor que la entrada, la diferencia es una tarifa de transacción que se le añade al valor de incentivo del bloque que contiene la transacción. Una vez que un número predeterminado de monedas han entrado en circulación, el incentivo puede transicionar enteramente y ser completamente libre en el mercado.

La red es de usuario a usuario, robusta en su simplicidad no estructurada y su mecanismo de consenso

”El incentivo puede ayudar a animar a los nodos a mantenerse honestos. Si un atacante egoísta es capaz de reunir más potencia de CPU que todos los nodos honestos, éste tendría que elegir entre utilizarla para defraudar a la gente robando sus pagos de vuelta o en utilizarla para generar monedas nuevas. Debería encontrar más rentable jugar siguiendo las reglas, porque lo favorecen con más monedas, antes que socavar el sistema y el valor de sus propias ganancias.

(…)

”Conclusión.

”Hemos propuesto un sistema para transacciones electrónicas sin depender de un intermediario de confianza. Comenzamos con el marco habitual de monedas hechas de firmas digitales, el cual provee un control fuerte de propiedad, pero es incompleto si no existe una forma de prevenir doble gasto.

”Para solucionar esto, hemos propuesto una red usuario a usuario que utiliza una prueba de trabajo para registrar una historia pública de transacciones la cual rápidamente se convierte impráctica computacionalmente para que un atacante pueda cambiar si nodos honestos controlan la mayoría del poder de CPU. La red es robusta en su simplicidad no estructurada.

”Los nodos pueden trabajar todos al mismo tiempo con poca coordinación. No necesitan ser identificados, dado que los mensajes no son enrutados a ningún lugar en particular y solo necesitan ser entregados bajo la base de un mejor esfuerzo. Los nodos pueden irse y volver a la red a voluntad, aceptando la cadena de pruebas de trabajo para obtener garantías. Cualquier tipo de reglas necesarias e incentivos se pueden hacer cumplir con este mecanismo de consenso.”

Esta pieza forma parte de una serie de contenidos que recupera los manifiestos políticos, artísticos y sociales de la época contemporánea para contextualizarlos desde una perspectiva histórica y con ánimo divulgativo.

Ramón Álvarez

Ramón Álvarez

Ramón Álvarez

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