Bitcoin ya venció en elecciones Bolivia 2025, gane quien gane

  • Entre sus propuestas, Quiroga incluye una reserva estratégica de BTC.

  • Paz plantea usar un libro de contabilidad digital en contrataciones para transparencia fiscal.

A solo cinco días de la segunda vuelta electoral en Bolivia, que se realizará el 19 de octubre, el país sudamericano se encuentra en pleno crecimiento de la adopción de bitcoin (BTC) y criptomonedas. Un movimiento con el que está dejando huellas en el panorama electoral.

Jorge «Tuto» Quiroga, el experimentado exmandatario conservador de la Alianza Libertad y Democracia, y Rodrigo Paz Pereira, el senador del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se disputan el Palacio de Gobierno en un balotaje que promete redefinir el futuro económico de la nación andina.

Pero, pase lo que pase en las urnas, hay un claro vencedor ya coronado y ese es bitcoin. La moneda digital pionera, junto con su ecosistema (incluyendo las stablecoins), ha permeado las propuestas de ambos candidatos. Las criptomonedas han convertido así en un eje transversal de sus visiones para combatir la crisis de divisas, la inflación y la exclusión financiera que actualmente afecta al país.

No es casualidad; es la evidencia de que bitcoin ya no es un nicho especulativo, sino una herramienta imparable de soberanía económica en un contexto en el cual el Estado ha fallado en proveer estabilidad a los ciudadanos.

Esta adopción no surge de la nada. En un país donde las reservas internacionales rozan el límite crítico y el dólar escasea en las calles, ambos aspirantes han incorporado el potencial de bitcoin en sus planes de gobierno, reconociendo su rol en la diversificación económica y la transparencia pública.

Reserva de bitcoin: la propuesta de Quiroga

Quiroga, quien lidera las encuestas con un enfoque liberal, ha sido el más explícito. En una entrevista de julio de 2025 en el podcast «Una Gran Escuela», propuso la creación de una «reserva estratégica de valor de bitcoin» para Bolivia, inspirada en el modelo de El Salvador.

«Sería posible una reserva estratégica de valor de Bitcoin en Bolivia», afirmó, argumentando que el «oro digital» podría diversificar las reservas del Banco Central de Bolivia (BCB), agotadas por políticas del Movimiento al Socialismo (MAS), y proteger contra la devaluación del boliviano.

candidato presidencial de Bolivia hablando ante un micrófono.
Quiroga cree que es buena idea resguardar las reservas de una nación con bitcoin. Fuente: Instagram/Francisco.trading.

No obstante, Quiroga no incluye esta propuesta para una reserva de bitcoin para Bolivia en su Plan de Gobierno 2025-2030, aunque bajo el pilar «Bolivia Digital» detalla la regulación del sector de los activos digitales para facilitar transacciones y acceso a dólares. La legislación se cita junto con el uso de la Tecnología de Contabilidad Distribuida (DLT por sus siglas en inglés), mejor conocida como blockchain. El objetivo es registrar todas las operaciones gubernamentales, impulsando centros de datos y minería digital.

Paz Pereira habla de plan fiscal para las criptomonedas

Paz Pereira, por su parte, adopta un tono más tecnocrático en su «Agenda 50/50», un programa centrado en la redistribución fiscal y la estabilización económica. Aunque menos vocal en entrevistas sobre bitcoin específicamente, su plan incluye los activos digitales como pilar para el «sinceramiento patrimonial».

El candidato plantea que bienes no formalizados, como criptoactivos, se declaren para generar recursos que financien un Fondo de Estabilización Cambiaria, unificando el tipo de cambio y aliviando la salida de divisas.

Además, propone DLT para eliminar la discrecionalidad en contrataciones públicas mediante contratos inteligentes. Su idea es un mecanismo que asegura la trazabilidad y combate la corrupción endémica.

En el debate reciente, ambos candidatos coinciden en la necesidad de digitalizar el Estado e incorporar los activos digitales, aunque Paz enfatiza la equidad social en su implementación.

En general, las propuestas, vagas en detalles operativos, reflejan un consenso inédito donde la narrativa en torno a bitcoin y las criptomonedas no gira sobre los riesgos. El énfasis se pone en la posibilidad de establecer una salida práctica a la estanflación boliviana.

gráfico de apuestas con los dos candidatos a las elecciones de Bolivia
Quiroga lidera las apuestas con criptomonedas en Polymarket, pero con escaso margen. Fuente: Polymarket.

Bitcoin, el vencedor invisible de las urnas

Lo cierto es que el verdadero triunfo de bitcoin radica en que trasciende las campañas electorales, y por lo tanto ya es imparable en Bolivia. Con más de 63 comercios aceptando BTC como pago —desde pizzerías en El Alto hasta el innovador ArteFlow en las orillas del Lago Titicaca—, el mapa de adopción se expande como un virus benigno.

Tal como lo ha reportado CriptoNoticias, el uso de la moneda digital resalta en comunidades como Bitcoin Research. Fundada en julio de 2022 por Juan Pablo y Alfredo, esta red de más de 2.000 miembros prioriza la educación inclusiva, llevando la «píldora naranja» —el término bitcoiner para la iniciación en BTC— a rincones remotos como el Salar de Uyuni y Copacabana.

Su sello innovador brilla con iniciativas como la traducción del Libro Blanco de Satoshi Nakamoto al braille, permitiendo que personas con discapacidad visual accedan al conocimiento. También se hacen talleres adaptados que enfatizan la autocustodia.

Próximamente, extenderán estos esfuerzos a comunidades con limitaciones auditivas a través del lenguaje de señas, derribando barreras para una soberanía financiera genuina. Este auge, que multiplicó las operaciones en bitcoin y criptomonedas un 630% en un año, responde a la inestabilidad económica.

Este momentum boliviano es parte de una ola regional más amplia, donde comunidades bitcoin emergen como antídoto al fracaso gubernamental en Latinoamérica. En una región donde el 49% de la población permanece sin acceso bancario, la confianza en gobiernos es raquítica (solo el 36,3%), y la inflación galopa —108% en Argentina en 2024, proyectada al 36% en 2025, superando incluso a Bolivia—, estas redes tejen economías resilientes.

La minería de Bitcoin y USDT emergen como refugio en Bolivia

La transformación del país andino se acelera también con la minería de Bitcoin y el uso de tether (USDT) como salvavidas ante una inflación que roza el 23% y salarios mínimos de BOB 2.750 —equivalentes a menos de 200 dólares— que se han devaluado tres veces su valor real.

Mientras el boliviano oficial cotiza a 6,96 por dólar, en el mercado paralelo alcanza los 16,50, reflejando una depreciación del 137%. En este vacío, mineros locales como Carlos relatan cómo la minería digital se ha vuelto rentable pese a los altos costos energéticos (72 kWh por BOB 100 generados, con márgenes netos de apenas BOB 10), impulsada por la necesidad de protegerse de una devaluación que superó el 50% en 2025.

El auge de la minería de Bitcoin en Bolivia aparece reflejado en el mapa de calor del Hashrate Index para el Q4 de 2025, mostrando al país como «jugador emergente». Su cuota global saltó del 0,08% al 0,29%, un crecimiento de 0,21 puntos que la ubica entre los cinco países con mayor avance absoluto.

Por todo ello, gane Quiroga con su reserva estratégica o Paz con su fondo estabilizador, bitcoin ya ha vencido al infiltrarse en el debate nacional y regional. Es una señal de que Bolivia y Latinoamérica no piden permiso, solo construyen. Ante gobiernos que emiten promesas vacías, las comunidades celebran victorias ajenas como propias, tejiendo un futuro de inclusión y autonomía.

En todo caso, el 19 de octubre, las urnas decidirán un presidente; aunque el verdadero cambio, soberano y digital, ya está en marcha.

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