La Comisión Europea parte de la premisa que la opa del BBVA sobre el Banc Sabadell ha recibido el visto bueno de las autoridades competentes. Que tanto el BCE como la autoridad de la Competencia española la han aprobado, en este caso incorporando condiciones, y que por lo tanto “no ve ninguna razón que pueda justificar rechazar o bloquear” la operación.
Es una constatación a la que le sigue una recomendación y una advertencia. La recomendación es que espera que “el Gobierno español se alinee con las autoridades competentes”, y el aviso que vigilará la compatibilidad de la actuación del Gobierno español con la ley europea y que “no dudará en utilizar sus poderes como guardián de los Tratados”. Fuentes de la Comisión Europea añaden que esperan consistencia entre el apoyo oficial de los Estados por los progresos de la Unión Bancaria y sus políticas nacionales en consolidación bancaria.
El punto de partida de Bruselas es que en general, la consolidación del sector bancario a través de fusiones domésticas o transnacionales puede mejorar la eficiencia y la rentabilidad. Además, añaden que, cuando los organismos competentes dan su visto bueno a la operación, no se puede aceptar el bloqueo de una operación “en base a decisiones discrecionales” de un Gobierno. Esta es la política genérica de Bruselas que deberá ver como se aplica en este caso concreto.
Este mensaje llega después de que el Ministerio de Economía haya decidido elevar al Consejo de Ministros el expediente de la opa tras detectar elementos que pueden afectar al interés general.
La Comisión, indican las fuentes, están analizando la compatibilidad de las decisiones del Gobierno con la legislación europea y “no dudarán en usar sus poderes como guardián de los tratados”.

El Ejecutivo ya pidió el año pasado información al Gobierno acerca de la operación del BBVA como parte del mecanismo conocido como EU Pilot, diseñado para monitorizar que los Estados miembros cumplen las normas comunitarias.
El portavoz de servicios financieros de la Comisión, Olof Gill, ha asegurado que “la UE necesita bancos fuertes” y que “es importante que la consolidación bancaria se produzca sin que se impongan obstáculos indebidos”. Bruselas ya pidió anteriormente información a España sobre la situación de la opa, en base al mecanismo que denominan “EU Pilot”, que se aplica cuando se ve necesario mantener un diálogo con un Estado miembro sobre cuestiones de cumplimiento de la normativa comunitaria.
La respuesta española llegó el 11 de octubre y desde entonces Bruselas ha estado examinando el caso. Ahora, tras el anuncio de la elevación de la opa al Consejo de Ministros para que decida si se establecen algunas condiciones nuevas por razones de interés general, la Comisión Europea ha explicitado su postura de que no ve razones para frenar la operación una vez las distintas autoridades competentes le han dado luz verde.