
Un Tribunal de Sudáfrica ha condenado a una mujer y dos cómplices a cadena perpetua por traficar con la hija de la primera, de seis años actualmente, desaparecida desde febrero de 2024. Kelly Smith, su novio Jacquen Appollis y su amigo Steveno van Rhyn fueron declarados culpables de secuestro y trata de personas.
En un juicio que conmocionó al país, un testigo declaró que Kelly Smith le dijo que había vendido a su hija a un sangoma, o curandero tradicional, por 20.000 rands (algo menos de mil euros). La niña era valiosa para el curandero por sus “ojos y piel”, recoge The Guardian. La pequeña Joshlin aún no ha sido encontrada, a pesar de quince meses de pesquisas.
Al anunciar las sentencias el jueves, el juez Nathan Erasmus afirmó que el hecho de que Smith, Appollis y Van Rhyn fueran consumidores de drogas no era excusa. “No encuentro nada que sea redentor ni que justifique una pena menor que la más severa que puedo imponer”, declaró Erasmus. Por el delito de secuestro, los tres recibieron además penas de 10 años de prisión.
Las autoridades han ampliado la búsqueda de Joshlin más allá de las fronteras de Sudáfrica, pero hasta el momento no ha sido encontrada.