Catalunya debe multiplicar por cinco su capacidad de renovables para alcanzar los objetivos de 2030

Las renovables en Catalunya siguen encalladas. El Observatori de les Energies Renovables a Catalunya (OberCat) ha señalado esta mañana que Catalunya necesita multiplicar por cinco la potencia instalada para alcanzar los objetivos fijados en el Proencat, la hoja de ruta establecida por la Generalitat en esta materia. En este sentido, los portavoces de la asociación han lamentado la falta de apoyos en el Parlament para aprobar el nuevo decreto de renovables que sitúa el interés público superior a estas instalaciones.

El Govern ha retirado hoy su proyecto de decreto después de solo contar el apoyo del PSC y Comunes. “Sobre este decreto en cuestión, enviamos una carta al presidente Isla, hace casi un mes, porque no había el mínimo consenso con el mundo local y el campesinado. El presidente Isla vuelve a ir tarde y mal”, ha asegurado el portavoz parlamentario de Junts, Albert Batet, en un mensaje en una red social.  

Catalunya cuenta con 3.723 MW de potencia instalada entre eólica, hidráulica y fotovoltaica. En el último año, apenas se ha incrementado la capacidad en 80 MW. El portavoz de OberCat y presidente de EolicCat, Víctor Cusí, reconoce que elevar la capacidad instalada es difícil, pero no imposible. “Nos hace falta mucha implantación de eólica y solar, pero los Países Bajos ha conseguido pasar de 32TW a 64 TW en cinco años. Son cifras similares”, ha señalado.

Por su parte, los datos de generación muestran un incremento del 3,3%. Sin embargo, esta mejora se debe principalmente a la reactivación de la hidráulica. Las lluvias de principio de año permitieron activar esta energía que en los últimos años no había estado presente por la sequía.

Cusí ha reconocido una mejora del diálogo con el Govern. “Se están revisando todos los casos y se trata de identificar las barreras, pero es necesario que haya un cambio de procedimientos”, ha indicado. Una de las principales es el precio de las tasas en Catalunya, las más caras de España. “Pagamos cuatro veces más que en Andalucía. Un trámite de autorización administrativa puede llegar a costar 130.000 euros”, ha explicado. Desde el 2019, se han pagado 16 millones de euros en sufragar estos trámites.

Sin embargo, la mayor traba es el cuello de botella en el ámbito urbanístico con moratorias y bloqueos municipales. En el 2024, cuatro de los seis parques eólicos que fueron autorizados todavía no tiene el proyecto de actuación específico. “Se hace un mal uso de la legislación urbanística para entorpecer la tramitación”, ha lamentado el presidente de EolicCat.

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