El CEO de BlackRock, Larry Fink, advirtió que bitcoin podría estar erosionando el estatus del dólar como moneda de reserva mundial.
En su informe anual dirigido a los inversionistas, Fink señala el aumento de la deuda nacional como un problema clave. Afirma que solo en 2025 los pagos de intereses superarán los USD 952.000 millones, una cifra superior al gasto en defensa. Además, advierte que «para 2030, el gasto gubernamental obligatorio y el servicio de la deuda consumirán todos los ingresos federales, generando un déficit permanente».
De esta forma, en el informe se destaca que «Estados Unidos ha disfrutado de los beneficios del dólar como moneda de reserva mundial durante décadas, pero no hay garantía de que esta situación se mantenga para siempre». A continuación se menciona a bitcoin, que podría convertirse en el «caballo de Troya» del dólar si EE. UU. no logra controlar su deuda.
En este contexto, Fink describe una especie de arma de doble filo: aunque asegura no estar en contra de los activos digitales, reconociendo que su tecnología es capaz de lograr que los mercados sean «más rápidos, baratos y transparentes», esa misma innovación podría amenazar la ventaja económica de Estados Unidos, en caso de que los inversionistas comiencen a percibir a bitcoin como un activo más estable que el dólar.

Cabe destacar que las preocupaciones planteadas por Fink han sido también señaladas por Elon Musk en varias publicaciones de X. En septiembre de 2024, Musk alertó que Estados Unidos se dirige rápidamente hacia la bancarrota, al señalar que los pagos de intereses de la deuda del gobierno federal ya superaban todo el presupuesto del Departamento de Defensa.
Luego, a mediados de febrero de este año, el jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) se mostró tajante al explicar que «tener un nivel de deuda nacional comparable al de una guerra mundial, sin estar inmersos en una, es algo catastrófico». Además, explicó que su equipo está trabajando con rapidez para detectar y frenar los niveles de desperdicio y fraude.
Pese a la postura tan excesivamente cautelosa de Fink hacia bitcoin, lo cierto es que algunos especialistas opinan que EE. UU. podría apoyarse en la creación de Satoshi Nakamoto para solventar el problema de su deuda.
En diciembre de 2024, cuando aún se estaba gestando la propuesta de una reserva estratégica basada en BTC, Matthew Sigel, director de investigación de activos digitales de VanEck, sugirió que el Tesoro de los Estados Unidos podría comenzar a adquirir un millón de bitcoins durante un período de cinco años, a un precio promedio de USD 250.000 por moneda. Según su proyección, esta reserva alcanzaría un valor de USD 50 billones para 2049, lo que representaría más del 44% de la deuda nacional estimada.
Finalmente, a principios de marzo de este año, Trump firmó la orden ejecutiva para crear una reserva estratégica de bitcoin, aunque bajo la condición de que estará compuesta por activos confiscados; es decir, el gobierno no destinará fondos públicos para compras recurrentes —al más puro estilo de lo que se hace en El Salvador—. Sin embargo, la orden incluye una disposición que autoriza a los secretarios del Tesoro y Comercio a diseñar estrategias neutrales para la adquisición de BTC. Habrá que ver si desde el gobierno consiguen poner en marcha planes de ese tipo.
Otro que comparte una opinión similar a la de Matthew Sigel es Michael Saylor, quien hace unas semanas propuso la adquisición de una porción significativa de bitcoin como una estrategia clave para ayudar a Estados Unidos a reducir su deuda nacional. Según Saylor, si el país comprara el 25% de todos los bitcoins en circulación, podría generar suficiente riqueza para 2045 y, de este modo, aliviar su deuda.